Ella temblaba ahí de pie frente a él, mientras Cíen caminaba hacia ella como una pantera, Isabella sostenía con fuerza la tela, lo último que le podía pasar era que se cayera y quedara completamente desnuda para él, Cíen se paró tras ella, Isa cerró sus ojos mientras el Señor inspiraba sobre su cuello, llenando sus pulmones de aquel olor femenino que nunca podría olvidar, sus manos estaban ansiosas por apretar con fuerza aquellos glúteos envueltos en esa toalla vieja pero se contuvo,no era el momento… Aún no.
Sin embargo, no desperdiciaría la oportunidad para tenerla desnuda.
-Quítate la toalla- susurró con tranquilidad y ella soltó suavemente el aire que contenía, lo imaginó, supo desde el primer minuto que la torturaría con suspenso para luego obligarla a ceder, pero ella no era realme
