Desde que nació, ha vivido una tras otra desgracia. Isabella no tiene una buena perspectiva de la vida y está más preparada para su final que para perpetuarla. Ella está lista para vivir el día a día, mientras pueda. Reviviendo su triste pasado en todo momento, hundiendose a sí misma en un oscuro pozo, viendo su fin cómo el mejor de los regalos.
Conoce lo bueno que puede venir de lo malo y lo conveniente que resultará para ella, empezando a verse a sí misma como alguien valioso y no un estorbo, lo que sintió siempre que era.
El señor Spectrus se convertirá en lo que ella nunca imaginó necesitar: un Amo listo para hacerla rogar. Isabella siempre deseó morir, ¿Deseará vivir luego de conocer el placer causado por el dolor? “El b**m será tu cura, preciosa. Y yo seré tu doctor favorito”.