Capítulo 22
Yo no sé cuál es la manía de las mujeres de ponernos las cosas difíciles, y con eso me refiero a que el hecho de decirme que tiene que hablar conmigo en la noche y los precedentes problemáticos que tenemos Amanda y yo, me dejo de los nervios el resto del día.
– ¿Por qué estas aun tan serio? – pregunta Maurice, el asistente y traductor que contrate para montar la nueva oficina en Italia, la que voy a utilizar por el tiempo en que Amanda y Nataly quieran estar aquí
– Cosas de las mujeres, y la mía es un poco más complicada que las demás
– ¿ustedes están casados? – no es la primera vez que alguien me hace esa pregunta
– Otro tema muy complicado, y la respuesta es sí y no
– Me siento eludido, no respondió para nada mi pregunta
– Nosotros tuvimos un bonito matrimonio, pero re
