Emely. Llevamos dos días en Hawái. Han sido días magníficos, aprovechados al máximo gracias a Stefan, quien se ha convertido en nuestro anfitrión improvisado. Se encargó de mostrarnos sus lugares favoritos, e incluso nos llevó a visitar la tienda que tiene aquí. Hemos conocido sitios nuevos y probado platillos deliciosos, lo que ha sido un excelente alivio antes del trabajo intenso. Dan, por su parte, ha estado melancólico, extrañando a sus "padres", pero su tristeza se esfuma por completo cada vez que los chicos me llaman por videollamada. Ver sus caritas en la pantalla y escuchar sus voces lo hace agitar la cola con fervor. —Qué lindo te ves, príncipe precioso —le dije a Dan, que llevaba una camisita playera de flores. Henry se la había hecho para que el cachorro también tuviera un lo

