Darren.
—Emely, es hora de irnos —La llamé desde el salón principal del penthouse, mientras me colocaba el saco, ajustando los pliegues con una precisión que no reflejaba mi estado de ánimo. Sentía la presión de Dean incluso a la distancia.
Hoy Emely tenía su segunda audición formal, lo que significaba una seria candidatura para varias publicidades pendientes. El staff que trabajó con ella en el comercial pasado había dado una crítica excelente sobre su naturalidad y potencial, y ahora era candidata a varias campañas.
—Ya voy, Darren —Emely apareció en mi campo de visión, y el simple hecho de verla ya me hacía sentir mejor. Estaba tan hermosa como siempre, luciendo una falda circular blanca que se movía con gracia con cada paso, combinada con unas botas del mismo color y un top beige ba
