bc

Cartas a Camilla

book_age18+
1.0K
FOLLOW
4.8K
READ
dark
drama
mystery
enimies to lovers
first love
like
intro-logo
Blurb

A lo largo de la trilogía "Besos de Medianoche" Luca Lee se involucra románticamente con varios personajes, sin embargo ninguno de ellos es su primer amor.

En esta precuela independiente, se revela el pasado del agente con su trágica, apasionante, y conmovedora historia de amor.

chap-preview
Free preview
Capítulo 1:
Hola, corazón de fuego, te invito a seguir mi perfil, ya que tengo muchas historias gratuitas, algunas ya finalizadas y otras que llegarán pronto. También tengo un grupo de f*******: dónde subo contenido de todas mis historias y realizo sorteos de bonos de lectura, te dejo el nombre de usuario y su respectivo link. ?❤️HEARTS OF FIRE ❤️? https://w**************m/groups/743596239859062/?ref=share Cualquier dificultad, escribime en los comentarios. Tampoco te olvides de agregar está historia a tu biblioteca para no perderte ningún capítulo de esta apasionante historia de romance, erotismo, misterio y suspenso. Sin más que decir, yo me despido...Que disfrutes de esta historia ❤️ Atte: Valentina M. Laborde ~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~ El frío era atroz, insoportable, al contacto con su piel generaba la sensación de un millón de alfileres pinchando. Pero no podía marcharse, no sin afrontar las consecuencias. Tiritando de frío, Luca Lee frotaba sus manos en un intento por extraer algo de calor, mientras observaba atento la calle vacía, lo cual no era extraño, después de todo era poco más que la madrugada. «Vamos mierda» pensó él, mordiendo su labio inferior sin sentir nada. No era la primera vez que hacía de campana en un robo, sin embargo, en cada ocasión seguía sintiendo los mismos nervios que la primera vez, acompañados por el picor de la culpa. Sabía que estaba mal lo que hacía, pero no le quedaba otra opción. Con veinte años, sin estudios, con su madre enferma y un costal de deudas, su única opción había sido aquella. Localizaban un negocio, estudiaban sus movimientos durante unas semanas y luego entraban a robar… o al menos eso hacían sus compañeros, él se limitaba a vigilar. O al menos así había sido hasta ese día. Llevaba esperando desde hacía más de veinte minutos, cuando el límite de tiempo acordado para entrar y salir era de quince minutos, teniendo en cuenta las posibles alarmas y la llegada de la policía. Sin embargo, aquel día estaban demorando más de la cuenta. Con pasos temblorosos e inestables por el frío, Luca caminó hacia la parte trasera de la pequeña panadería, el lugar decidido para el asalto. Entre las bolsas de basura acumuladas entre sus pies y las ratas correteando disfrutando del festín, él avanzó esquivando cualquier objeto que pudiera emitir sonido. Cuando finalmente logró llegar a la entrada trasera, por la cual habían ingresado sus compañeros, escuchó el distinguible sonido de un disparo. Su corazón se detuvo, al tiempo que sus dedos volvían hacia atrás, alejándose del tacto de la puerta. El sonido había salido del interior. Algo había salido mal, debía reaccionar ya fuera para intervenir o escapar, pero sus piernas parecían haberse convertido en concreto. Aunque su cerebro gritó una orden de correr, su cuerpo no reaccionó. Pasos veloces resonaron al otro lado de la puerta, instantes antes de ser abierta para revelar el familiar rostro jovial de Aron, en esta ocasión drenado de color, seguido por el violento y volátil Kallias. Este último tenía su mano derecha y parte del pecho salpicado con pequeñas gotas de sangre, en su cintura reposaba un arma. —¿Qué ocurrió?—preguntó Luca en un susurró, su tono sonando tenso. Kallias se adelantó, y apartó al muchacho de mirada tormentosa con un fuerte empujón de hombros, el cual le hizo perder el equilibrio durante unos segundos. Sin embargo no cayó en el mugroso suelo. —El dueño estaba dentro, las cosas se pusieron difíciles y solo me protegi—respondió con simpleza Kallias. Unos pasos más atrás, Aron seguía pálido como la leche, sus ojos color café parecían ensombrecidos y distantes, como pequeños puntos dentro de sus cuencas blancas. Al escuchar la estúpida mentira imposible de creer que acababa de armar Kallias, Luca reaccionó, precipitándose al interior del negocio en un intento por auxiliar al panadero. Pero la mano del violento Kallias se aferró con fuerza a la parte trasera de su campera, impidiéndole seguir avanzando. —Debemos irnos, tu ayuda no servirá para nada—agregó con simpleza el hombre de ojos negros como demonio, que lo sujetaba con fuerza. —No puedes estar seguro—escupió Luca, soltándose de su agarre y dándose la vuelta para confrontarlo. —A menos que puedas hacer milagros, dudo que lo salves de una bala en la cabeza—ronroneó con arrogancia el asesino frente a él. Ante aquella revelación, el rostro de Luca palideció tanto como el de su amigo Aron, mientras en su mente una verdad parecía esclarecer. Kallias era peligroso. —Acordamos no llevar armas—siseó el chico de ojos tormentosos, incapaz de cerrar la boca ante sus actos. El hombre de cabello n***o y ojos de demonio le reveló una pequeña sonrisa arrogante mientras se aproximaba un paso hacia Luca. —También acordamos que tú harías de campana… como verás, las reglas solo sirven para romperse—volvió a responder Kallias con plena arrogancia. Luca apretó los dientes con fuerza en un intento por contener la ira que parecía crecer en su pecho, a la espera de liberarse, tal como Kallias quería. Pero fue gracias a la intervención del aterrado, impactado y afectado Aron, que la conversación cambió de curso. —Hay que irnos, ya tenemos el dinero y la policía no tardará en llegar… más con el sonido del disparo—respondió tartamudeando el chico de ojos caramelo. Kallias no necesito mayor incentivo para dar media vuelta y adentrarse al callejón, los cuales solían utilizar como pasajes para escapar con mayor facilidad. Sin embargo, Luca demoró más, su mente lo obligaba a decidir entre asistir al posiblemente muerto hombre o escapar como una rata. Al parecer su amigo leyó la indecisión en sus ojos. —No podrás hacer nada, estaba muerto antes de tocar el piso… yo lo ví—murmuró Aron sin un ápice del habitual humor en su tono. Limitándose a asentir, Luca comenzó a seguir el camino que marcaba Kallias unos pasos por delante. Mientras se alejaban del lugar, escapando como alimañas, no pudo evitar pensar en la clase de persona que era. Sin embargo, en aquel momento jamás imaginó que ese sería el primer escalón en descenso que tomarían hacia la atroz y caótica vida que les esperaba, con Kallias a la cabeza como su referente.

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

Una niñera para los hijos del mafioso

read
52.3K
bc

Venganza por amor: Infiltrado

read
64.6K
bc

Prisionera Entre tus brazos

read
101.7K
bc

La embarazada sacrificada

read
3.1K
bc

Mafioso despiadado Esposo tierno

read
25.3K
bc

Eres mío, idiota.

read
3.6K
bc

Profesor Roberts

read
1.5M

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook