Una cita con Camilla, él tendría una cita con ella. Aquel pensamiento no abandonaba la mente de Luca ni un instante, colmando de emoción todo su ser cada segundo que pasaba, ya que esto significaba que estaba más cerca de la fecha de la cita. —Madre santísima, espero nunca enamorarme—soltó Aron, mientras leía unos documentos relacionados a la inscripción de su universidad. —¿A qué te refieres?—inquirió el chico de mirada tormentosa, estirando la mejor chaqueta que tenía ante él para corroborar que estuviera limpia. El chico de dulce mirada color caramelo soltó un suspiro, mientras alejaba los papeles de sus ojos para concentrarse en su amigo antes de responder: —Llevas dos horas mirando esa chaqueta con aquella expresión en tu rostro. —¿A qué expresión te refieres?—insistió Luca, hac

