El comienzo.

1240 Words
Annie. Nathan es un puto caramelito, tanto que dan ganas de chupármelo con los dedos, pero esta con la estúpida novia, Natalie, a su extremo derecho comiéndole la boca por completo, como si no fuera ya suficiente la rabia y el asco que me genera verlos juntos allí, sobre todo, porque él había insistido en que viniese y que iba a ser realmente “Agradable”. A veces me pregunto si Nathan en realidad hace todo eso con el fin de ponerme celosa, porque bien, si esa es su intención entonces lo consiguió. ¿Pero cómo no iba a conseguirlo? El tipo es una especie de semidios, su fornido cuerpo de gimnasio, sus labios rosas y ese cabello rubio alborotado que tanto me encantaba mirar bajo el sol, todo él era delicioso, sin embargo lo que más me encantaba, eran sus ojos, un par de lagunas azules llenas de secretos y misterios. Lo que más me gustaba de Nathan no era todo lo bonito que el resto del mundo veía en él, lo que más me gustaba de ese chico al que solía llamarle mejor amigo era sin duda, la forma en la que podía ver claramente como sus demonios peleaban en su interior. Como sus ojos se oscurecen y se encienden dependiendo la ocasión, sin duda eso es lo que me atrapa de él. La forma tan trasparente en la que puedo saber lo que está sintiendo, la forma casi tan absurda en la que me muestra que se muere por mi sin haberme tocado si quiera más allá de lo permitido entre los mejores amigos. Y algo de mí lo detesta por eso, por mantener una distancia que se ha vuelto ajena, una brecha de separación entre él y yo que lleva a la moral y los principios entre mejores amigos por nombre, ya estoy cansada de provocarlo, quiero ir al grano, quiero que Nathan me folle como nadie me lo ha hecho antes, quiero sentirlo, por completo. No importa Natalie, ella jamás ha sido un problema para mí, él y yo sabemos muy bien que lo que siente por ella no es real, y si es que acaso en alguna medida lo es, entonces tampoco interesa, yo no quiero que Nathan sea mi novio, no quiero presentarlo en las cenas familiares y llevarlos a mis compromisos en la universidad, yo solo quiero conocer el sabor de su cuerpo. Quiero que concluyamos aquello por lo que nuestros cuerpos tanto han estado rogando, porque no soy boba, puedo ver claramente como bota la baba por mí, y esta noche, en contra de todo lo que nos habíamos prometido, y en contra incluso de lo que sé que él quiere, voy a hacerlo, algo de este quinto shot de tequila me dice que la noche ha llegado y que el asunto no da más largas. Ya mañana veremos cómo solucionar el resto, en este momento, con el alcohol corriendo por mis venas, me voy a aprovechar del sudor y el calor del ambiente y simplemente lo llevare conmigo. Espero hasta que me vea, y cuando por fin Natalie lo suelta, ruedo los ojos en su dirección y me levanto del asiento, sé que me seguirá, es tan predecible que podría apostar mi vida justo en este momento, ahora solo tengo que encontrar un lugar lo suficientemente tranquilo y apartado del montón. ¡Bingo, la oficina del gerente del pub! -¿Te sucede algo?- Me pregunta con esa profunda y ronca voz. -¿Qué si me sucede algo? Me trajiste aquí para ver como tu novia y tu follaban encima de uno de los sofás, no, en realidad no me sucede nada- Respondí sarcástica. -Annie, yo no te he traído a eso, pero ella…- Se rasca la cabeza con desesperación, sé que no la soporta, sé que lo que tienen entre ellos ha dejado de ser sentimental hace mucho tiempo para convertirse en algo meramente s****l, y eso yo también puedo dárselo. -¿Ella que? ¿De repente se ha convertido en un puto pulpo? - Replico, mientras suelta una sonrisa de medio lado. -¿Por qué te molesta tanto? -Tu sabes que ella no es santa de mi devoción, nunca lo ha sido- Levanto los hombros con indiferencia, quiero que él crea que maneja la situación, quiero que piense que haber llegado hasta aquí no había estado planeado, sino todo lo contrario, en el fondo, sé que Nathan es un chico de buenos sentimientos, sé que cree en las historias de amor y que cree que la chica perfecta existe, y me muero porque piense que esa mujer soy yo. -Parece algo mas todo esto. -¿Que? ¿Qué parece? - Inquiero con atrevimiento, el espacio en el lugar es reducido, y me muero por sentir su fuerte cuerpo contra el mío, ¿Por qué tiene que ser tan jodidamente sexy? ¿Por qué no podía conseguirme un mejor amigo un poco más flacucho, y menos agraciado? -Si no te conociera creería que estas celosa- levanta una ceja con incredulidad, y acerca su boca a escasos centímetros de la mía- Pero sé que tú no eres de esas. -¿De cuáles?- Susurro pegada a su rostro- ¿De las celosas? Nathan me toma de la barbilla, y puedo jurar que va a besarme, sus pupilas están dilatadas, sus ojos están brillantes y puedo percibir el leve cambio en su respiración, esta agitado, esta excitado. Igual que yo. -De las que tienen sentimientos- Responde, y entonces me suelta y se aleja un poco. Su respuesta se siente como una puñalada, claro que tengo sentimientos, si no, como explicar las mil sensaciones en mi estomago en este momento, no soy de piedra, y ciertamente verlo junto a Natalie si ha despertado mis más oscuros deseos. Mientras lo veo no puedo evitar preguntarme si eso es realmente lo que él piensa de mí, o si por el contrario se está haciendo el duro para alejarse nuevamente, como lo ha venido haciendo desde siempre, quisiera tener esa respuesta, quisiera poder meterme en su cabeza y sacársela a la fuerza de ser necesario. -¿Por qué la has traído? -Porque está en la ciudad, y quería divertirme un rato. -¿Y entonces para que me has traído a mí?- Pregunto con algo de rabia. -Porque eres mi mejor amiga y creí que sería interesante pasar un rato juntos. -Querías eso, o querías ponerme celosa- Esta vez no voy a esperar a que se acerque, por un demonio, he bebido cinco shots de tequila, ¿Quién dice que no estoy borracha? -Annie, no hagas esto- Me susurra en el oído mientras paso mis manos por detrás de su cuello y me acerco peligrosamente, su cuello huele a hombre y a una fragancia que siempre me ha encantado, puedo sentir su respiración, puedo sentirlo a él, y me gusta. -No estoy haciendo nada- Contesto coqueta mientras deposito delicados besos en su cuello. -No quiero arruinar esto, no soportaría perderte- Suelta, y aquella frase me hace desarmarme, él no soportaría perderme, bien, la verdad es que yo tampoco sabría vivir sin él. -No va a pasar, solo por esta noche olvidémonos de quienes somos- Le pido mientras le muerdo el lóbulo de la oreja- Lo queremos, hace mucho tiempo que queremos esto. Nathan hace un movimiento brusco y entonces en menos de un santiamén estoy de espaldas a la pared, aprisionada contra su cuerpo, sintiendo sus labios en los míos mientras mueve sus caderas y su erección dura contra mí. Estoy mojada, y esto no va a ser suficiente. Amo a Nathan con toda mi alma, y quiero esta parte de él para siempre.  
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD