Ahí el tomo una decisión, dejaría en libertad a Eva, la dejaría en paz ya no podía seguir así, siempre pensaba en ella, quería perdonarla pero su orgullo no se lo permitía, el durmió ahí en su despacho.
A la mañana siguiente tomo un folder color paja donde llevaba los papeles del divorcio, ya era tiempo, así que subió a su cuarto cuando entro vio a Romina acostada en su cama, entre sus manos tenía unos papeles el los tomo y vio, eran unos resultados de embarazo y eran positivos, ahora sí tenía que darle el divorcio a Eva, aunque la amara demasiado, se metio a bañar, se baño rápido, y cuando salió del baño vio a Romina aún dormida.
Bajo muy rápido las escaleras entro al cuarto de Eva, no la vio en la cama, abrió un poco el baño y ahí estaba, lo que veía no lo podía creer, era Eva, pero sus huesos se notaban tanto, como que si no comiera, en su piel se veían golpes, recorrió desde su rostro hasta sus pies y todas esas partes estaban tapizadas de manchas rojas algunas morada y una ya verdes, el solo la miro con lástima, que le habían echó a Eva quien la trataba tan mal, Eva sintió una mirada,y volteo, es ahí cuando se topo con esos ojos gris que alguna vez la miraron con tanto amor y le hacían sentir protegida y admiraba y en ellos hoy había un gran vacío, se cubrió su esqueletico cuerpo con una toalla.
Eva: Deje que termine de cambiarme, por favor.- hablo con frialdad este cerro la puerta
Jacobo: Te espero aquí.- el no podía creer lo que había visto, su semblante decayó, quien era la persona que le hizo tanto daño aparte de el, Eva salió cambiada, su rostro reflejaba, tristeza, dolor, su semblante era lúgubre, la persona alegre y feliz que era desapareció solo quedo eso, un cascarón vacío y sin sentimientos.
Eva: A qué viene hoy el señor de la casa, a mi cuarto?.- pensó por un instante.- Claro es su casa, usted puede hacer lo que le plazca verdad, pero digame que se le ofrece al jefe?.- dijo ella con sarcasmo en sus palabras.
Jacobo: Quien te ha echo esto?.- le dijo triste y apenado, Eva solo se carcajeo.
Eva: A poco le importa lo que me pase, no es usted el que me quería hacer pagar, mi gran pecado, oh es que solo usted reconoce los pecados de los demás pero los que usted comete no? .- cuestionó Sofía.