Segunda Oportunidad Para Amar

Capítulo Siete

⏤¡Mami, has vuelto! ⏤grita Alex al verme. Me había dado un susto enorme más con el traje del hombre araña que lleva puesto.

⏤Alex, casi me matas de un susto, cariño ⏤lo abrazo fuertemente.

⏤Mami ahora no soy Alex. ¡Mírame! Ahora soy el hombre araña ⏤dice haciendo una pose de hombre araña.

⏤Está bien… ¿A dónde ibas hombre araña? ¿se metió algún villano a la casa?.

⏤Sí señora. Salí a buscar a la villana.

⏤¿Y a dónde se metió la villana?

⏤No lo sé, señora… ¿me ayudas a atrapar a la villana?.

⏤Está bien cariño. Vamos a dentro.

⏤Mami, que soy hombre araña…

⏤Oh lo siento hombre araña ⏤suelto una carcajada. Las cosas que se les ocurre a los niños… Entramos a la casa. Mientras cierro con llave la puerta. Alex va y se esconde detrás de los muebles mientras vigila su alrededor luego lo sigo yo.

⏤¿Tienes una idea de dónde podría estar la villana?.

⏤Sí señora ⏤asiente muy serio.

⏤Y ¿puedes decírmelo?.

⏤Si, yo digo que está en mi cuarto.

⏤Oh ¿y qué haremos hombre araña?.

⏤Vamos a acorralarla señora.

⏤¿Seguro?.

⏤¡Si vamos! ⏤nos acercamos al cuarto de Alex y me indica que abra la puerta y él entra. Yo lo sigo. ¡Cuanta imaginación tiene este niño! Suelto una risita; me da un poco de gracia lo serio que se pone con este juego.

⏤¡Roba Helados, la tenemos rodeada! ¡Salga de su escondite! ⏤grita.

Mónica aparece con una máscara de juguete y una capa hecha con una toalla. Suelto otra risa más al ver su aspecto.

⏤Está bien, me rindo hombre araña ⏤dice con las manos en alto.

—¡Si! ¡Lo logramos mami! —dice felíz.

—Pero yo no tengo un hijo hombre araña —digo con fingida seriedad.

—Ups —dice soltando una risita y solo acaricio su cabecita. Era tan tierno.

⏤Hola Anabell que suerte que ya estás aquí, ¿qué tal tu día? —saluda Mónica quitándose la máscara.

⏤Hola Mónica, pues digamos que bien pero cansador, ya sabes… ¿Y el de ustedes?.

⏤Lo normal ⏤se encoge de hombros ⏤¿Qué haré de cenar?.

—Yo quiero pizza mami —le guiño el ojo para hacerle saber que estaba de acuerdo.

⏤No te preocupes por eso Mónica. Pediré pizza, seguro tú también estás cansada. Bueno iré a dejar mis cosas y hago el pedido. Mientras tanto no quieres buscarme la ropa de Alex? por favor.

⏤Oh, ok. si claro enseguida lo veo ⏤me dice.

Me dirijo a mi cuarto, dejo mi bolso en el mueble, llamo a la pizzeria y hago el pedido mientras busco algo cómodo que ponerme después de darme una ducha. Luego voy a la sala donde está Alex viendo televisión.

⏤Alex cariño, vamos. Te daré un baño y luego vemos una película y comemos pizza ¿Sí?.

⏤¡Si mami!.

Una vez que Alex se ha bañado y vestido todo se dirige a la sala a esperar a que llegue la pizza, mientras tanto me doy una larga y relajante ducha. Minutos después suena el timbre, seguro es el repartidor de pizza, yo me había adelantado y le había dejado a Mónica el dinero para que pudiera pagar. Me visto con ropa súper cómoda y voy a la sala. Alex junto con Mónica me esperaban para empezar la película, así que me siento junto a ellos en el living.

⏤Mami creí que nunca vendrías. Te tardaste mucho.

⏤Lo siento mi amor, pero apúrate y pon ya la película.

⏤¡Si mami! ⏤entonces puso “play” y mientras vemos la película comemos la pizza.

La película trata de unos chicos que tienen una inteligencia muy elevada y van a la universidad, estos luego de la muerte de unos amigos y hermano se convierten en superhéroes para salvar a la ciudad de un villano.

⏤Anabell tengo que retirarme. Debo hacer algunas cosas.

⏤Claro, no te preocupes. Te acompaño.

⏤Adiós, gracias por la cena.

⏤Gracias a ti. Nos vemos mañana.

Luego vuelvo a la sala y seguimos viendo la película que aún faltaba unos cuarenta minutos para que termine pero yo ya estaba ya muy cansada no soportaba el peso de mis párpados y, en un determinado momento me quedé dormida.

En un determinado momento siento unas manos buscando algo y de inmediato me alarmo y abro los ojos. Aún es de noche, la televisión sigue encendida. A un lado está Alex buscando algo. Lo más probable es que busque su oso de peluche.

Me levanto del sofá, apago el televisor para luego cargar a Alex e ir a mi habitación y seguir durmiendo.

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Al día siguiente estaba llegando algo tarde al trabajo y aunque para mí era una desgracia haber salido tarde, el bus iba rápido, así que, en parte tuve suerte.

Ya dentro de las oficinas de la universidad, noté el ambiente mucho más tranquilo que ayer. Eso era bueno para mí y para todos, porque cuabdo todos están estresados, el ambiente se vuelve caótico y uno termina más estresados que ellos.

Al llegar a mi cubículo me encuentro con una agradable sorpresa. ¡Una taza de café y una dona! Me alegraron la mañana. Era extraño… tal vez Zoey lo dejó para mí, al instante doy un sorbo, ¡Es capuchino! Lo sé estoy exagerando un poco pero es que amo el capuchino, es mi vicio. Y la dona… ¡Rellena de natilla! Estaba tan emocionada que no habia notado la nota pegada en el escritorio donde había estado la taza de café.

Justo en el momento que iba agarrarla alguien me tapa los ojos…

⏤Adivina quien soy ⏤dice una voz femenina forzada. Claramente reconozco de quien se trata.

⏤Hmm... ¿Eres la loca de los gatos? ⏤digo lanzando una risita, me da algo de gracia esta situación y más aún sabiendo que ella jura no estar obsesionada con los gatos… pero esta mujer tiene hasta foto de pantalla de gatitos en su computador y en su celular. Inmediatamente saca sus manos de mi rostro al decir aquello.

⏤¡Oye tu! ¡Que no estoy loca, y menos por los gatos! ⏤responde enfurruñada.

⏤Está bien, Zoey, tranquilizate era solo una broma ⏤le digo soltando una risa.

⏤Ya superalo, pesada ⏤ríe también.

⏤Ya, está bien. Por cierto, gracias por el capuchino y la dona. Me hicieron el día.

⏤¿Qué capuchino? Y ¿que dona? ⏤me mira confundida, pero de pronto su rostro se ilumina —. ¡Oh! Ahora lo entiendo.

⏤¿Qué sucede?

⏤Pues verás… Dylan... ¿Y esa nota? ⏤pregunta interrumpiéndose.

⏤No sé, creí que lo dejaste tú. Pero al ver tu cara y por la pregunta, no fuiste tú, así que no sé ⏤me encojo de hombros.

⏤¿Y qué esperas para leerla? ⏤me anima, así que la leo:

«Buenos días.

Espero que te guste el capuchino y la dona, según tu amiga Zoey, son tus favoritos. Espero y no sea una broma de mal gusto y seas alérgica o algo así de esas cosas y si lo eres… lo siento muchísimo pero échale la culpa a ella (es broma).

Esto es una muestra de agradecimiento por tu gran ayuda ayer. Como no se dió la ocasión de ir a la cafetería, se me ocurrió que sería bueno de igual forma traerte algo. Que tengas un buen día, nos vemos y una vez más gracias.

Dylan A.»

⏤No eres alérgica a estas cosas verdad?,por que eso seria bastante raro ⏤dice señalando el café, yo sólo puedo lanzar una risa.

⏤¡Por supuesto que no! ¡Eso sería una desgracia para mí!

⏤Gracias al cielo. No iré a la cárcel por intento de homicidio.

⏤Exagerada.

⏤Ya bueno dejando el tema… qué tiernolis!, estoy segura que le gustas ⏤dice moviendo las cejas.

⏤Zoey, esa palabra no existe ⏤rio ⏤. Y no empieces con eso, ya te dije que son locuras tuyas. ¡Superalo!

⏤En mi diccionario sí existe. Además no estoy empezando nada, es la verdad. Abre los ojos mujer. He notado como te mira cuando se encuentran

⏤No, son ideas tuyas, ahora tengo que trabajar y tú también ⏤la miro con fingida severidad.

⏤¿Me estás echando? ⏤dice ofendida, llevándose una mano al pecho exagerando como siempre.

⏤No quería decírtelo… pero sí ⏤digo con una gran sonrisa. Zoey siempre me divierte mucho.

⏤¡Que mala amiga! Creo que no te mereces mi amistad.

⏤Ya, exagerada ⏤digo riendo.

—Está bien, ¡Adiós mi amor! ⏤dice mientras se retira tirando un beso en el aire, niego riendo.

❥ ♪ ❥ ♪ ❥ ♪

La jornada laboral por fin había terminado, así que me dirigí al primer piso para luego irme a casa. Al llegar al primer piso me encuentro con Zoey íbamos a irnos juntas a la parada del buse.

⏤¡Por fin apareces mujer! Ya me estaba volviendo una anciana —dijo con dramatismo.

⏤Sii no exageras, no serías tú Zoey.

⏤No soy exagerada. Tienes una imagen de mi muy rara a veces… en fin, vamos ⏤me tomó de la muñeca y me arrastró hacia la salida.

Estábamos por cruzar la calle cuando un automóvil frenó bruscamente frente a nosotras, dándonos un susto enorme. La ventanilla del automóvil bajo lentamente y por ella se asomó un rostro familiar…