Capítulo Diez

1733 Words
Es sábado. Alex y yo estábamos en la sala, dibujando y coloreando. A ambos nos encantaba hacerlo. Desde pequeña me fascinaba colorear; mis padres siempre me compraban pinturas de todo tipo, lápices de colores y más. Disfrutaba tanto llenar de vida cada dibujo que encontraba… Lo amaba de verdad y aún lo amo, al parecer Alex heredó ese gusto, lo cual me parece genial. Colorear y dibujar es verdaderamente relajante y divertido. Además, es perfecto para mantener entretenido a mi pequeño y evitar que se alborote corriendo por toda la casa, especialmente con el calor que ya hacía a estas horas de la mañana. No quería que volviera a pasarle nada… creo que con lo de ayer fue suficiente. —¿Qué dibujas cariño? ⏤pregunté al verlo tan concentrado. ⏤Estoy dibujándote a tí, a Mónica y a mí en el parque jugando ⏤sonrío⏤. ¿Te gusta mami? ⏤me preguntó al mostrarme su dibujo. ⏤Te quedó muy bonito mi amor. ¿Lo pintarás?. ⏤Si, ¿me ayudas?. ⏤Claro ⏤entonces nos pusimos a pintar su dibujo hasta terminarlo. ⏤Quedó muy bonito mami ⏤comentó muy orgulloso de su obra. ⏤Si mi amor, vamos a colocarlo en el refrigerador ⏤le dije. Él me siguió y me ayudó a ponerlo en su lugar ⏤. Listo. ⏤Gracias por ayudarme mami ⏤me dió un gran y fuerte abrazo, y yo sé lo devolví aún más fuerte⏤. Te quiero mucho. ⏤De nada cariño. Y yo te quiero aún más⏤permanecimos unos segundos más abrazados. Amaba estos momentos; me hacían sentir feliz y llena de paz. ⏤¿Y ahora qué hacemos? ⏤ Si quieres, puedes ir a ver un poco de televisión mientras veo qué haremos para el almuerzo. ⏤Está bien mami ⏤ respondió tranquilamente antes de ir al sillón. Alex era un niño muy bueno. Me puse a revisar qué había en el refrigerador para cocinar cuando sonó el timbre. ⏤¡Mami, alguien viene! ⏤gritó desde la sala. ⏤¡Si, gracias! ¡Ya voy! ⏤respondí. Me preguntaba quién podría ser, ya que no esperaba a nadie. Tal vez sería Lexi, aunque ella me había dicho que vendría mañana para irnos todos de paseo. Pero, bueno conociendo a Lexi, podría ser ella; esa mujer era impredecible. Abrí la puerta pero desde aquí solo podía vislumbrar una figura en el portón. No era Lexi, si no un hombre al que no lograba identificar del todo porque el sol me lo dificultaba. ⏤¿Quién es mami? ⏤preguntó Alex, asomándose por el marco de la puerta. ⏤No lo sé cariño, voy a ver. Espérame aquí, ¿si? ⏤Bien ⏤dijo muy serio, y reí. Me hacía gracia cuando se ponía así, frunciendo el ceño con esa carita tan determinada. ⏤Ya vuelvo⏤dije, y me fuí acercando al portón. A medida que me fuí acercando pude distinguir mejor de quién se trataba⏤ ¿Dylan? ⏤Hola Anabell, ¿Cómo estás? ⏤dijo con una reluciente sonrisa… y vaya sonrisa, era muy bonita. ⏤Todo bien, gracias ¿Y tú? ¿Qué te trae por aquí? ⏤Pregunté. ⏤Bien, gracias. Pues quería saber cómo seguía Alex. Ayer estabas demasiado preocupada. ⏤Disculpa… ¿quieres pasar? ⏤Si. Le traje un obsequio, espero no molestar o incomodarte ⏤lo hice pasar al jardín y lo miré incrédula. ¿Era en serio? Es muy tierno y amable de su parte que se preocupara por Alex. ⏤No, claro que no. Que amable de tu parte. A Alex le encantará, él ya está mucho mejor. Pasa⏤lo invité a entrar. ⏤¡Señor McDonald's! ⏤dijo con entusiasmo. Al parecer Dylan le agradaba mucho. ⏤¡Hola campeón! ¿Cómo estás? ⏤Dylan se agachó para ponerse a su altura. ⏤Muy bien. ¿Qué traes ahí? ⏤señaló la caja de obsequio que Dylan traía. ⏤Me alegra campeón. Pues adivina qué te traje ⏤dijo levantando una ceja. ⏤¿Un obsequio? ⏤preguntó Alex con una mueca divertida. Dylan y yo reímos. ⏤Si, pero adivina qué hay dentro. ⏤¿Un balón? ⏤Dylan negó con la cabeza ⏤. ¿Un perrito? ⏤Dylan vuelve a negar⏤. ¡Me rindo! —dice alzando las manos de forma dramática ⏤reímos de nuevo. ⏤¿Quieres averiguarlo tú mismo? ⏤¿Puedo? ⏤preguntó con los ojos brillando de la emoción. ⏤Claro, es para tí —Alex me miró para asegurarse de que podía abrirlo. Asentí sonriendo. ⏤Gracias. ⏤De nada pequeño. Espero que te guste. ⏤Mami, ¿Me ayudas a abrirlo? ⏤pidió entusiasmado, sentándose en el sillón. ⏤Claro. Dylan puedes sentarte ⏤le indiqué para que no estuviera parado todo el tiempo. Me acomodé junto a Alex ⏤Gracias ⏤respondió. Le ayudé a abrir el obsequio, y Alex estaba sumamente emocionado. Cuando por fin logramos abrir la caja, sacó un hermoso auto de carreras a control remoto. Era precioso. ⏤¡Qué bonito! Gracias señor McDonald's ⏤dijo Alex muy feliz. Dylan y yo no pudimos evitar soltar una carcajada. ⏤De nada. ¿Quieres que te enseñe a usarlo? ⏤Está muy lindo Dylan, no debías molestarte en serio. ⏤No es nada ⏤respondió sonriendo mientras se rascaba la nuca avergonzado. ⏤¿Quieres algo de tomar? ⏤Sí, agua por favor. ⏤Claro. Ya vuelvo ⏤fuí a servirle un vaso de agua y de paso revisé qué podía cocinar porque ya se estaba haciendo un poco tarde. Una vez que decidí que hacer para el almuerzo, volví con ellos. Alex y Dylan estaban practicando cómo manejar el autito⏤. Aquí tienes ⏤Le entregué el vaso de agua. ⏤¡Mira mami! Ya puedo manejarlo ⏤dice sonriendo, muy emocionado. ⏤Me alegra cariño. Dylan, ¿te quedas a comer? ⏤No, ¿Cómo crees? No quiero molestar ⏤se levanta del sillón apresuradamente, como si fuera a despedirse ya. ⏤No molestas, en serio. Además, quiero agradecerte por haberme ayudado ayer… y compensarte por haber arruinado tu almuerzo. ⏤No te preocupes por eso, de verdad. No fué nada. Pero creo que ya debo irme. ⏤Por favor señor McDonald's, quédate a comer con nosotros ⏤Alex le estaría de la camisa, llamando su atención. ⏤Queda en tu manos decidir ⏤me encojo de hombros divertida. ⏤Es una decisión muy difícil y arriesgada⏤bromea. ⏤¡Oye! ¡Yo cocino perfectamente! ⏤digo, cruzándome de brazos. ⏤¿Y si termino envenenado? —fingiendo una cara de horror. ⏤¿Mami, eres una hechicera de esas que salen en la televisión? ⏤Dylan y yo no podemos evitar reír. ⏤No cariño, él sólo está bromeando. ⏤¡Uff, que suerte mami! ⏤suelta un suspiro de alivio y yo río ⏤. Entonces, ¿te quedas a comer con nosotros señor McDonald's? Ya mi mami dijo que no es una hechicera, así que no puede envenenarte. ⏤Umm... ¿estás seguro?⏤pregunta con falsa duda. ⏤Sí, mi mami nunca miente. ⏤Está bien… ya que insisten. ⏤Bien, entonces prepararé algo ⏤digo, y volteo para dirigirme a la cocina. Pero Dylan me sujeta de la mano. ⏤¿Necesitarás ayuda? Si quieres, te puedo ayudar. ⏤Y yo también⏤dice Alex, entusiasmado. ⏤No, gracias. Diviértanse ustedes ⏤sonrío y retomo mi camino. Me decidí por preparar lasaña, ya que es una de mis especialidades. Saqué los ingredientes y comencé a cocinar. Dylan y Alex estaban viendo algo en la televisión y charlaban animadamente. Se llevaban muy bien; era como si hubiera una chispa especial entre ellos. Luego de un buen rato, saqué la bandeja del horno.el olor de la lasaña agarraba todo el ambiente. Estaba muy caliente y al intentar ponerla rápidamente sobre la encimera pero se me resbaló y en el intento de atraparla para que no cayera me quemó la mano. Grite por el dolor y susto, aunque por suerte, la lasaña se salvó. En ese instante Dylan y Alex llegaron corriendo a la cocina. ⏤¿Qué te pasa mami?⏤preguntó Alex preocupado. ⏤Nada cariño. Solo me quemé un poco la mano. ⏤Déjame ver ⏤dijo Dylan, sujetando mi mano con suavidad. Al observarla, me miró como si estuviera loca, la verdad la piel estaba bastante enrojecida⏤. Ven aquí ⏤me llevó directo al grifo de la cocina y comenzó a dejar correr agua sobre la quemadura para aliviar el dolor⏤. Alex, ¿quieres ir a ver qué pasa en la serie? Para después contármelo? Tu mami ya está bien, no te preocupes —dice sonriéndole para no preocuparlo. ⏤¡Claro! Luego te digo ⏤respondió. Dylan le guiñó un ojo y Alex volvió a la sala. ⏤La quemadura no es grave, pero te va a doler bastante. ¿Tienes alguna pomada para quemaduras? ⏤dice mirándome fijamente a los ojos. ⏤Ummm... creo que sí⏤respondí algo distraída y algo nerviosa por su cercanía. Dylan tenía unos ojos tan bonitos… que me perdía en ellos. ⏤Bien, dime dónde está y la traigo. ⏤No, espera. Yo lo traigo. Está en un lugar algo escondido. Ya vengo ⏤fuí a buscarla. Me costaba un poco por el dolor, no podía tocar nada pero Dylan no lo iba a encontrar, además estaba en mi habitación. Una vez lo encontré, regresé a la cocina, Dylan me esperaba sentado y Alex seguía viendo televisión ⏤. Aquí la tienes. ⏤Bien, ven aquí ⏤señaló la silla frente a él. Me senté. Sujetó mi mano con cuidado, y comenzó a aplicar la pomada con tanta delicadeza que casi no sentí dolor. Lo hacía tranquilamente, como si lo hiciera todos los días, mientras yo no podía dejar de observarlo Y también sentirme como una niña pequeña. ⏤Listo. espero que esta pomada te ayude a calmar el dolor ⏤dice mirándome fijamente. ⏤Gracias. Creo que eres un ángel caído del cielo o algo por el estilo siempre estás en el momento indicado ⏤reí, pero su mirada intensa me puso nerviosa. ⏤No lo soy.. pero tú sí lo eres, Anabell ⏤susurró acercándose un poco a mí que hizo que me sonrojara. Me quedé estática. No esperaba que me dijera algo así. No sé si era mi imaginación, pero Dylan se encontraba muy cerca de mi rostro. Miré sus labios, tan provocativos… Volví a mirar sus ojos color cielo y me perdí en ellos. Dylan levantó su mano derecha y colocó uno de mis mechones rebeldes detrás de mi oreja mandándome así corrientes eléctricas, luego acarició mi mejilla. Dylan seguía muy cerca. Sus ojos no se apartaban de los míos, y por un momento el tiempo pareció detenerse. Mi corazón latía con fuerza, como si quisiera salirse de mi pecho. Quería decirle que me besara pero no encontraba las palabras para decirlo sin embargo él pudo entender lo que quería y se acercó más tanto que se podía sentir nuestra respiración…
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