CAP 6

1017 Words
Ha pasado ya casi una semana desde que me secuestraron, y solo iba a mi habitación, a la cocina y al patio donde los demás entrenaban mientras que Lev asistía a reuniones y estaba ocupado con sus cosas… Me levanto una mañana cansada, con ganas de morirme, y tomo un baño con dificultad por mi pie y mi cuerpo marcado por ese idiota. Después, tomo la ropa grande de Lev, mucho más grande que la ropa holgada que solía usar, ya que no tenía nada. Lev entra a la habitación y tira una muda de ropa elegante sobre la cama. —Tengo buenas noticias para ti —sonríe oscuramente. —¿Sabes? Me han invitado a una reunión, pero esta vez es como una fiesta elegante y todos los demás comandantes irán con sus esposas. ¿Qué coincidencia, no? Será en 2 semanas, el tiempo perfecto para que tu pie mejore. —El muy imbécil sonreía fríamente. —Sí, el pie que tú me rompiste —agrego entre dientes con rabia y cansancio. Levántese suavemente y se acerca a mí, sus manos rodeando mi cintura. —No, cariño, eso fue por tu bien —se acerca aún más para susurrar de forma oscura y peligrosa que me envía un escalofrío—. Además, sería capaz de quitarte las piernas con tal de que no te escapes de mí… Lo miro desde abajo con furia y miedo. —Te odio. Lev me alza, apoyándome en él y abrazándome con falso cariño. —Ódiame todo lo que quieras, pero te quedas aquí conmigo. Me sienta en la cama y saca un vestido n***o de la bolsa, dándomelo. — ¿Qué es esto? Esta cosa es pequeña, no es de mi talla —miro el vestido y lo tiro—. No voy a usar esa porquería y tampoco iré a esa estúpida reunión. Lev ve el vestido en el suelo y muestra enojo, pero en lugar de gritar, se acerca lentamente, su rostro a centímetros del mío. Sus ojos brillan con una mezcla de ira y algo más siniestro. —No te estoy preguntando, Anya. Vas a ir a esa reunión conmigo… porque si no lo haces, tu familia pagará el precio. Me congelo, el corazón latiéndome con fuerza. ¿Qué sabe él de mi familia? —¿Qué… qué quieres decir? —murmuro, intentando sonar desafiante, pero el miedo me traiciona. Lev sonríe, una sonrisa fría y calculadora, mientras saca su teléfono y me muestra una foto de mi hermana, saliendo de la universidad. —He estado vigilando a tu familia desde el principio, Anya. Tu hermana… es tan vulnerable. Un accidente podría pasar tan fácilmente. O peor, podría desaparecer como tú. ¿Quieres que eso suceda? ¿Que tu madre recibe una llamada diciendo que su otra hija nunca volverá? Mis ojos se llenan de lágrimas, la rabia mezclándose con un terror puro. Este hombre… ¿cómo sabe tanto? ¿Cómo ha llegado tan lejos? —Ni se te ocurra tocar a mi hermana. —digo entre dientes, pero mi voz tiembla. Sé que sí lo haría; es un enfermo obsesionado. Lev se inclina, besando mi frente con una ternura falsa que me hace estremecer. —Oh, sí lo haría, cariño. Pero no quiero. Eres mía, y quiero mostrarte al mundo como tal. En esa fiesta, serás mi esposa perfecta: hermosa, obediente. Si vas conmigo, tu familia estará a salvo… por ahora. Si no, bueno, digamos que mi red de contactos es amplia. Me quedo en silencio, pensando. Escapar sola es imposible con mi pie roto y los guardias. Pero ir a esa fiesta… significaría exponerme, quizás encontrar ayuda. O peor, caer más en su trampa. —Está bien… iré —murmuro finalmente, odiándome por ceder, pero pensando en mi hermana. Lev sonríe triunfante, levantando el vestido del suelo y colocándolo en mis manos. —Buena chica. Ahora, pruébatelo. Quiero verte perfecto para mí. Tomo el vestido y hago una mueca de fastidio. —¿No tienes otras opciones? Esta cosa parece diminuta. Levántelo suavemente. — ¿Diminuto? ¿Una chica con caderas y pechos pequeños? Yo diría que sí te queda. Lo miro con fastidio y me encierro en el baño para cambiarme. Al cambiarme, veo el vestido frente al espejo: el vestido n***o era largo, elegante, y sí, Lev tenía razón, me queda bien. Pero volteo y veo que muestra toda mi espalda, y eso me incomoda. Demasiada piel expuesta, como si fuera una invitación a su obsesión. Salgo del baño enseñándole el vestido a Lev de mala gana. Levántame mira de arriba abajo, sus ojos oscuros recorriéndome con una intensidad que me hace sentir desnuda a pesar de la tela. Se acerca lentamente, sus dedos rozando mi espalda expuesta, enviando un escalofrío no deseado por mi piel. —Perfecta… —susurra, su voz baja y peligrosa—. Muestras justo lo que necesito que muestren: que eres mía. Intento apartarme, pero él me agarra por la cintura, atrayéndome contra su cuerpo duro. Su aliento cálido en mi cuello me hace tensar, una mezcla de rabia y algo más oscuro que odio admitir. —No me toques —murmuro, pero mi voz sale más débil de lo que quiero. Lev ignora mi protesta, sus manos bajando ligeramente por mi espalda, deteniéndose en la curva de mi cintura. —Oh, pero lo haré, Anya. En esa fiesta, todos verán lo hermosa que eres… y lo afortunado que soy de tenerte. Si te portas bien, quizás tu familia siga intacta. Si no… —Su pulgar traza un círculo en mi piel, una amenaza velada que me hace temblar. Me aparte de un tirón, el vestido ajustándose incómodamente. —Esto no cambia nada. Te odio por obligarme. Él sonríe, una sonrisa que no llega a sus ojos. —El odio es solo el principio, cariño. Ahora, practicamos cómo caminar con tacones. No querrás cojear en la fiesta… o sí, para que te lleve en brazos. Mientras me guía por la habitación, sintiendo su control en cada paso, mi mente da vueltas: ¿Cómo usaré esta fiesta para escapar?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD