Capítulo 2

3249 Words
Igor iba de camino al lugar de encuentro con Lorena, ya llevaba media hora de atraso, pero la demora fue intencional, ella no había parado de marcar a su móvil y él solo desviaba las llamadas o ignoraba los mensajes, apretó el volante aquella situación le satisfacía. Ella se lo había buscado, antes la había tratado con mucha consideración y la muy traicionera decidió casarse con uno más rico que él, ahora solamente disfrutaría de su cuerpo cuando se le antojara, porque aún tenía sentimientos por ella y le encantaba como se llevaban en la cama. Llego al edificio donde tenía uno de sus departamentos, ese en cuestión era donde llevaba a las mujeres con quien podía tener sexo duro y practicar el sadomasoquismo que tanto le gustaba, el sitio estaba ambientado para eso, aunque sabía que podría sacar mucho dinero de esas prácticas, él solo lo hacía por satisfacción propia, lo único que no tenía el lugar eran cámaras internas. Todo lo que pudiera pasar allí dentro solo quedaba registrado en las memorias de los presentes. Como era su costumbre tenía un ascenso que lo llevaba directamente a su piso, solo lo podía utilizar él, así que lo tomo sin ningún afán. Cuando abrió la puerta se encontró con un escenario bastante atractivo, Lorena solo llevaba puestos un arnés y uno diminuto traje de cuero n***o, sus labios pintados con un rojo intenso y sus ojos llenos de lujurias y deseo. Se quedó parado cerca de la puerta esperando que ella viniera a él, sin hacerlo esperar, Lorena bajo del sofá y comenzó a gatear meneando su cuerpo como una gata en celos al ataque. — ¿Desesperada? — Lorena lo miro desde abajo y coloco sus manos sobre su pantalón para liberar aquello, por lo que tanto espero, Igor solo se dejó hacer mirando como la mujer se metía todo el pedazo de carne en su boca succionándolo hasta que este se puso duro, el hombre tomo un puñado de cabello de la mujer y comenzó a bombear sus caderas con frenesís, parando solo para dejarla respirar por momentos, con posesión la tomo de la cabeza haciendo que estuviera de pies, para luego tirarla sobre el sofá. Una vez allí, Lorena sabía perfectamente lo que venía, así que sin hacerlo esperar se colocó en cuatro levantando su trasero para que Igor pudiera hacer lo que quisiera, lo que se le antojara. Lentamente, se sacó su cinturón, lo doblo y comenzó azotarla, con fuerzas controladas que la lastimara, pero a la vez le hiciera sentir placer. Igor le acaricio el trasero mientras ella gemía y se retorcía pidiendo más, con sus dedos busco su centro y hundió dos de ellos para darse cuenta de que estaba totalmente empapada, la tomo nuevamente del cabello y comenzó a masturbarla ahora con tres dedos furiosamente, los gritos de Lorena pidiendo más inundaban el lugar, justo cuando sintió que se iba a correr se detuvo y le susurro. — Te vendrás solo cuando yo lo decida. — Hizo que se colocara de pie y la llevo al cuarto de juegos, una vez allí ató sus manos y pies a cada extremo de la cama y busco sus juguetes favoritos, hasta ese momento Igor no se había quitado ninguna de sus prendas de vestir, tomo un fuete y lo paso lentamente por el clítoris de mujer y golpeo justo allí, Lorena sintió una descarga eléctrica que la hizo gritar, aquel lugar estaba insonorizado, así que no le preocupaba que la mujer gritara como gata en celo. — ¿Te gusta esto verdad? Mira lo que pudiste haber tenido siempre que lo desearas, pero decidiste casarte con otro, ¿Sabes que siempre tendrás solo mis sobras? — La mujer lo miro y quiso hablar, pero este introdujo una bola dentro de su boca, callándola totalmente. Igor se separó de ella para observarla, no podía negar, era mujer hermosa de esas que dejan huellas en los hombres, aquella mujer había logrado lastimarlo, pero si era sincero debía decir que ella también ejercía poder sobre él, bien pudo dejarla de ver cuando se enteró de que se había casado, pero prefirió seguir de amantes, no era porque fuera su única opción, sino por algo más que él no estaba dispuesto de reconocer delante de ella. Dejo de pensar y se dedicó a torturar a Lorena de todas las maneras posibles, con el tiempo se fue desprendiendo de su propia ropa para quedar totalmente desnudo y poderosamente excitado. Le saco el objeto que tenía la mujer en la boca y se posicionó dentro de sus piernas para penetrarla sin compasión, Lorena pedía a grito más y más. Después de estar un buen rato entrando y saliendo, Igor se detuvo justo cuando volvió a sentir que ella estaba por disfrutar de un orgasmo y la mujer grito, esta vez de frustración. Desato sus pies y brazos, tomándola de las caderas, la puso en cuatro, tomo sus dos brazos y los sujetos sobre su espalda con una mano y con la otra mano, tomo un puñado de cabello, halándolo con fuerza la mujer lanzo un jadeo lastimero, Igor coloco nuevamente su m*****o en la entrada y empujo con fuerza. Él siempre se cuidaba, por ende no se detuvo al momento de cambiar de orificio, y allí bombeo sus caderas hasta darse el placer de llegar al orgasmo y lograr que ella también se viniera por la masturbación que le estaba dando además con sus dedos, mientras le follaba el ano. Igor se separa de ella, dejándola temblando sobre la cama para salir de la habitación, después de lo sucedido él no acostumbra a quedarse con ella en la cama, no dejaba entre ver que lo de ellos no era más que puro sexo salvaje. Aún no se explicaba como ella lograba ocultar todas las marcas que le dejaban en el cuerpo adrede sin que el marido la descubriera. Eran más de la cinco de la tarde cuando Lorena salió a su encuentro, lo encontró totalmente arreglado, lo miro con curiosidad, notaba que esta vez todo había sido diferente, era como si estuviera descargando una rabia con ella. — ¿Qué ocurre? He notado que algo te molesta, de haber sabido que me tratarías con esta frialdad no habría venido. — Igor sonríe de medio lado. — No me digas, deja el drama que sabes realmente que vienes cada vez que te llamo, solo porque necesitas satisfacer el hambre a sexo que no te da tu marido, dime una cosa ¿Alguna vez le has propuesto a él practicar el sadomasoquismo? — La miro esperando que respondiera y esta sonrió negando con la cabeza y buscando sus cosas para marcharse. — Eres un imbécil cuando te lo propones, pero te equivocas, vengo aquí porque te amo, solo por eso — Igor ríe a carcajadas. — Que tierna, si no te conociera hasta te creo — Logro ver como sus ojos comenzaban a cristalizarse. — Mejor me voy, te estás comportando de manera insoportable, pero la verdad es que es mejor dejar esto hasta aquí, ya nada es igual que antes y últimamente solo buscas tu propio placer — Igor levanto las cejas y se acercó a ella. — Esto se acaba cuando yo lo decida, pero quizás sea más pronto de lo que tú piensas, ¿Sabías que me voy a casar? — Lorena se alteró de manera inmediata. — ¿Qué? ¿Con quién vas a casarte? Tú me prometiste que yo sería tu única mujer y por eso acepte ser tu amante — Igor fue hasta la cocina, tomo un vaso y se sirvió agua. — Tú no eres mi amante, yo soy tu amante, recuerdo haberte dicho algo parecido, pero la verdad Lorena, no tengo ganas de complacerte ni de darte ningún lugar, hoy mismo eres una más con la que me acuesto, así como con mi secretaria, y otras más. — Lorena retrocedió. — ¿Por qué me lastimas? Tú no sabes lo difícil que es para mí estar lejos de ti y cuando logro estar contigo, ahora te comportas de esta manera ¿Qué ocurre contigo? Ahora me sales que te vas a casar — Le exigió una respuesta. — No ocurre nada más que eso, me voy a casar muy pronto y esto — Dijo señalando el espacio — está por verse si continúa o no, solo te lo digo porque yo si tengo la consideración de avisarte, para que no te enteres por otra persona. — Dejando el vaso, pasa a su lado y ella lo toma del brazo y lo rodea con los suyos. — No lo hagas por favor, dame tiempo y yo me divorcio y nos casaremos como en un momento lo soñamos — Igor recordó esos días de amor idílico que tuvieron, pero ahora no se veía casado con ella. — No estoy interesado en tenerte como mi esposa Lorena — Agarro las llaves y le indico la puerta. — Cierra cuando salgas, ah otra cosa revisa tu celular, tu esposo te estaba llamando — Dijo saliendo sin ningún remordimiento por haberla dejado en ese estado. Cuando llego a su auto se fue directamente a su casa, había tomado una decisión, iba a secundar a su madre en su plan con la hija de los Sabatini, total necesitaba casarse, tener un hijo y cobrar una herencia, después de eso se separaría de ella. En todo caso le estaría haciendo un favor con lo desabrida que era llegaría a vieja sin marido y sin hijos. En la casa de los Sabatini todo era diferente, los padres de Sofía estaban discutiendo sobre los nuevos planos de los próximos proyectos que se llevarían a cabo, cinco centros comerciales, tres conjuntos residenciales y tres hoteles. — Porque mejor no dejan de discutir y me dicen por qué debo ir este dichoso evento — Los padres de Sofía la ven y niegan con la cabeza. — ¿Y por qué no deberías de ir? Sofía ya es hora de que dejes de comportarte como una ermitaña, te guste o no perteneces a esta clase social y tienes que lidiar con eso ¿Sabes cuantas mujeres matarían por estar en tu posición? Un montón y tú nada, lo rechazas todo — Ella sonríe de manera traviesa. — No lo rechazo, todo me encanta mi casa, mi cuarto, mi nana y mi universidad — Emma, madre de Sofía, sonríe pasando un brazo por sus hombros. — Deja de sacar de quicio a tu padre, está bien, nosotros no somos los mejores padres, pero tampoco te obligamos a cosas que no desees, solo Sofía que de verdad es hora de que tomes esto en serio, tú eres nuestra única hija y por ende nuestra única heredera no vamos a estar siempre, tú debes saber cómo lidiar con esta gente, como defenderte y cuidarte. — Sofía sabía que su madre tenía razón y en cierta parte le daba miedo que la gente la dañara. — Está bien, iré, me comportaré, pero no me voy a vestir de otra manera, eso sí que no — Sus padres rieron, aún no entendían por qué ella se empeñaba en esconder su belleza, porque si algo tenía esa chica era belleza, sus padres desde bebe sabían que iba a ser una mujer muy hermosa, pero a medida que iba creciendo ella comenzó a ocultarla y ellos la dejaron ser a su manera. Sofía entró a su cuarto y se lanzó en su cama, Virginia buscaba algo en el closet de Sofía que le sirviera para ir al evento esa noche, pero la verdad no encontró nada. — No pude sacarle nada, nana — Dijo con resignación y fastidio. — Y yo no logro conseguir nada que te sirva para esta noche Sofía, creo que sería bueno que cambiaras tu closet, yo no soy muy moderna, pero tú te pasas, escoges los trajes más feos. — Sofía ríe con ganas. — ¿Sabes que me dijeron mis papás? Que debía comenzar a involucrarme con los eventos sociales, pero les dije que estaba bien, solo que aún seguiría vistiéndome así, hubieses visto la cara de ellos — Dice ella riendo con ganas por sus travesuras. — ¿Qué tal, si ese hombre que esperas no llega?, mi niña recuerda que hoy día el amor entra por los ojos, no lo olvides, tu misión es arriesgada — Ella miró el techo y suspiro. Ella quería que el hombre que se fijara en ella, vea primero su belleza interna a la externa, como se vestía podía ocultar esa belleza, pero sabía perfectamente que tenía un cuerpo y un rostro espectacular, era muy linda de eso no tenía dudas. Después que tuvieron un buen rato buscando que se pondría, lograron encontrar algo decente, se vistió con un pantalón de vestir y una blusa blanco con un lazo en el cuello, manga larga y unos zapatos color piel, una bolsa de mano donde coloco un pintalabios y un polvo compacto sus documentos y su celular. — ¿Cómo me veo? — Pregunto Sofía, pero su nana esta vez noto algo diferente, un brillo en sus ojos que por más que ella quisiera ocultar no podría pasar desapercibida. — Hoy te ves diferente, hay un brillo especial en tus ojos. — Ella se miró en el espejo y le restó importancia con los hombros. Se unió a sus padres y partieron todos alegres, durante el camino hablaron y rieron de cosas triviales, Claudio miro a su hija y con añoranza recordó el primer día que la tuvo en sus brazos, después de ese día supo que el amor era infinito, su hija y su esposa son la persona más importante que tiene en esta vida, sin más tomo la mano de su hija y la beso. — ¿Padre, logre cautivarte esta noche? — Su padre río. Cuando llegaron a la fiesta fueron recibidos por la anfitriona Gloria De Castañeda, quien coloca su mejor sonrisa y comienza su actuación, habían llegado las personas más importantes en esta noche, ya que, por ellos había organizado la dichosa fiesta y sin esperarse, busco con la mirada a la hija del matrimonio y su sonrisa quiso borrarse de sus labios, pero astutamente continuo con su actitud diplomática. — Bienvenidos, queridos, es honor tenerlos en nuestra casa, linda estás preciosa — Los padres de Sofía la miraron esperando su reacción, pero esta respondió de la misma manera que la mujer. — No tan bella como usted para nosotros es un placer asistir a tan importante evento — Los padres de Sofía sonrieron. Ingresaron en el salón y estuvieron allí, saludando y hablando por un buen tiempo, tanto que ya Sofía se sentía agobiada, así que busco aislarse en la terraza que estaba cerca del lugar, el aire choco con su rostro y suspiro. Suspiro que fue escuchado por un hombre que estaba muy cerca de ella, su vista se posó sobre la mujer en cuestión y analizo el lindo perfil, su rostro fue hecho con pincel, pero su vista paso a su cabello y fue bajando por el resto del cuerpo y negó con la cabeza, quien podía vestirse con tan mal gusto. — ¿Agobiada? — Sofía se voltea algo asustada. — Me asusto, que hace allí escondido, escapa de alguien — La verdad es que si, después de haber tomado la decisión de seguir con el plan de su madre cuando llego el momento, ha estado retrasando la presentación con la dichosa mujer. — La verdad que sí, pero por más que lo haga no lo podré evitar — Digo más para sí mismo que para ella. — De los problemas no se escapa, se enfrentan y se solucionan porque todo problema tiene solución y si no la tiene entonces no es un problema — Él, la miro nuevamente y allí abrió los ojos con asombro “era ella” pensó Igor. — Tienes razón, pero antes debo disculparme por no presentarme, Igor Castañeda — Sofía lo miro con interés y tomo su mano, pero rápidamente la quito porque sintió un fuerte descarga eléctrica en el roce y sin esperar se disculpó. — Disculpa, me diste corriente — Igor también lo sintió y fue algo realmente extraño, nunca antes le había pasado algo parecido. — Se dice que cuando estas cosas ocurres es por cuestión de estáticas — Restándole importancia al hecho. — Puede ser, me llamo Sofía Sabatini, ¿Eres el hijo de la señora Gloria? — Igor había dado en el clavo, así que sin querer había conocido a la hija de los Sabatini. — Sí, soy su único hijo, por lo que he escuchado tú también eres la única hija de los Sabatini, que tuvieron que hacer para traerte hasta aquí, no eres muy de estos eventos — Sofía levanto su mentón. — Nada, mis padres me dejan decidir y hoy decidí asistir — Estuvieron hablando un buen rato y él no dejo que se escapara, la invito a bailar y hablaron el resto de la noche, durante la misma su madre lo miro desde lejos y le hizo un guiño. También su mirada se cruzó con la de Lorena, no había notado cuando había llegado, la había olvidado completamente y esta lo asesino con su mirada, podía notar que estaba muy molesta y estaba tomando más de la cuenta. Después de que se miraron no pudieron dejarse de lanzarse malas miradas y ella le indico con la cabeza que tenían que hablar, por lo que él se zafó de Sofía y volvió a salir a la terraza, Lorena le dio alcance. — ¿Qué crees que estás haciendo? En toda la noche no te has despegado de esa horrible mujer ¿De verdad pretendes darme celos con esa mujer tan fea? — Igor se dio cuenta de que en ningún momento pensó en darle celos con Sofía, solo le había resultado fácil entablar una buena conversación con la mujer y su aspecto físico dejo de restarle importancia. — Lorena compórtate, nunca hemos tenido problemas, espero que no inicien ahora — Susurro tocando suavemente su cintura. — Será porque esta tarde me dijiste que te ibas a casar ¿Acaso te casaras con esa mujer? — Igor entrecerró sus cejas. — No digas tontería y ya ve con tu marido, no quiero problemas — Y ella se acercó a sus labios, pero él se apartó justo cuando Sofía entro a la terraza y se detuvo al momento que los vio y levanto sus manos. — Lo siento, no quise interrumpir — Igor rápidamente le dio alcance. — Sofía espera, no es lo que parece, ella es… — Sofía levanto sus manos y sonrió. — No tienes que darme explicación, apenas nos conocemos, no me importa lo que hagas. — Igor trago seco y sintió una sensación extraña. — No te estoy dando explicaciones, solo no quiero que te hagas ideas erróneas. — Dijo mirando por debajo a Lorena, quien con molestia se alejó de ellos. — Ya déjalo, te dije que no tiene importancia, nosotros nos vamos, muchas gracias por la invitación, también por la compañía, lo pasé muy bien — Sin darle tiempo se alejó de él, dejándolo con la palabra en la boca, pero rápidamente reacciono y camino apresuradamente para darle alcance, junto cuando iba saliendo la tomo del brazo y la pego a su cuerpo y sus ojos se miraron directamente, ella entreabrió sus labios.
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