Capítulo treinta y siete Pov Leo Me siento como la mierda. Tanto literalmente como físicamente, y es que lo que ella dice también tiene razón. No la he podido superar en ninguno de los aspectos que he creído y es frustrante, porque en estos momentos me siento en un limbo donde pienso constantemente en Natasha y en lo que hace y lo que me dice, pero por otra parte estoy pensando en lo que una vez fui, en lo que una vez tuve y se siente horrible. Siento como si estuviese engañando a alguien que ya no está, pero que sigo creyendo que sí. Pego la cabeza de la isla de la cocina pensando y escuchando en que es lo que haré si la puerta de la entrada se abre y se cierra por lo que le acabe de decir y cierro los ojos comiéndome el sentimiento de irle a pedir disculpas por lo que le dije

