Capítulo diez Pov Leo Observo claramente a mi oponente mientras escucho como la puerta del despacho de ella es cerrada sonoramente para que yo haga lo que tenga que hacer. Supongo que sabe que le acabo de salvar el pellejo y es por eso que me está aprovechando. Ay Natasha, Natasha. —Ahora que la jefa se fue, —empiezo a hablar —voy a dejar en claro tres cosas que tienen que saber —demando —la primera, —levanto la vista para todos por igual —tendrán que respetarla en cada momento, ya que ella no es amiga íntima suya, es la hija del jefe y tienen que tratarla como tal; segundo, —bajo la vista al señor amistoso frente a mí —tendrán un comportamiento apropiado entre un jefe y un empleado —me cruzo de brazos cuando lo observo mirarme con cizaña —de lo contrario me veré obligado a not

