Destino Inesperado *Los Herederos*

Payge Volver a casa después de tanto tiempo fuera me llena de energía, mi alma y mi corazón se renuevan, después de haber tenido esa mala experiencia, prácticamente salí corriendo de ese lugar tan… —Mis manos empezaron a temblar al recordarlo. —Ser adulto es desgastante, al crecer descubres un mundo distinto, donde nada es lo que parece, si recibes rosas también las espinas. Trago grueso mientras sorbo mi nariz ¡No debo llorar! Espero con impaciencia mi maleta, la música a todo volumen distrae mi mente. Observó como todos iban tomando las valijas y al identificar la mía extendí mi mano, sin embargo, un brazo varonil rozó el mío e intentó arrancar mi maleta. —¿Qué le pasa? ¿Me quieres robar? —Pregunte mirando al sujeto, mi garganta arde al detallar su cabellera roja y sus ojos tan verdes como el jade, es un verde muy bonito, la cercanía de ambos permite una vista de primera a su rostro cubierto de pecas. Retire mis auriculares sin soltar la maleta —Es mi maleta —Su voz hace eco en mis oídos alterando mi sistema, sus dedos intentan quitar los míos y sentí un escalofrío extraño. —¿¡Tuya!? —La jalé con fuerza —Es mía —Gruñí irritada —Gritaré si no te alejas en tres segundos, ratero. —¿Luzco como uno? —Me encojo de hombros. —No sé, ni me importa. —Jale la maleta y él lo hizo al mismo tiempo, el fuerte tirón en ambas direcciones ocasiona que mi ropa vuele por el aire, mientras yo caigo al suelo, mis ojos se quieren salir de mis cuencas al mirar la lencería caer, mi dildó y mi dignidad por todos lados, el calor de la vergüenza me envuelve. —Cretino —Extiende su mano. —Maldita sea —Me alteró al ver unas de mis tantas prendas ardientes en su rostro. —Es tu maleta. —Expresa tan rojo como yo. Intenté reunir con urgencias parte de mis pertenencias antes que llegue mi tío, el estúpido pelirrojo me ayuda empeorando mi calor corporal. ¿Qué me sucede?. —¿No es muy chico? —Pregunta escaneando mi tanga, la cual es un hilo de tela diminuta. ¡Lo mató! ¡Me muero! Tome mi dildó. —¿Tampoco tienes novio? Con esa prenda tan pequeña y ese juguetito podemos… —No es tu puto problema. —Diría más, pero la voz ruda de mi tío Eriel me atormenta y me hace sentir peor, guardó con rapidez mi juguete. ¡Por Dios! Ahora mi tío conoce mis intimidades ¡Afs! Siento que me desmayaré, es como mi padre, bueno, es idéntico a mi padre, solamente que él no es tan diplomático, es rudo, un viejito rudo. ¡Detesta que le diga así! —¿Qué sucede Payge? —Tío… Este anormal pelirrojo que se quiere robar mi maleta. —Dije haciendo endurecer a ambos. —Eso no es así. —Como si me importará. —Tú cierra la boca. No hablo contigo. —Mi tío le arranca de las manos mi ropa interior y quiero que esté aeropuerto se abra y me trague la tierra, eso me pasa por no aceptar venir en Jet —sigue de orgullosa —Dije para mí. —Familia tenían que ser. Sangrones. —Al decir esto, la maleta del imbécil aparece, es idéntica a la mía, pero eso no le da derecho a ser tan estúpido, un estúpido guapo, pero estúpido al fin. —Por favor tío mira hacia otro lado. Necesito guardar mis cosas. —Al menos mi tío no actúo como de costumbre. —Lamento lo de tu maleta, pensé a que era la mía.—Se arrodilla —No seas idiota. Te dije que era mía. ¿Acaso eres sordo? ¡Ladrón de maletas! —Me exasperé y grité más de lo debido. Es que estar arrodillada, escondiendo mis cosas de los ojos de mi tío no es agradable. —No soy un ladrón insolente. —Al lograr guardar mis cosas, cerré mi maleta, pero esta me las pagares, rompí la suya y tiré sus cosas, las cuales no eran muchas, es doctor, un tonto doctor. —Lo que es igual no es trampa, pelirrojo ladrón de maletas. —Se quedó en silencio por algunos segundos, pero luego se le ocurrió la brillante idea de hacer enfurecer a mi tío con su advertencia. —Nos volveremos a ver. —Advierte. —Mejor cierra la boca y continúa tu camino. —dijo mi viejito rudo con molestia. —Groseros… Eso hacía hasta que tu loca sobrina se apareció en mi camino. ¿Me aparecí en su camino? Intentó robarme y me culpa a mí. Con osadía le saco el dedo medio. —Hasta nunca rojo molesto.