Jugadas

1448 Words
Así como las chicas tenían su rato de mujeres muy revelador para la princesa. Kamal está bebiendo una cerveza a morro mientras su hermano le observa, están sentados en un bar deportivo en el que nadie parece interesado en ellos. Les traen un plato de alitas enormes; picantes y jugosas. Los hermanos brindan con una alita y Elías ve a su lado, a Max le encantaba salir solo hermano, a cualquier otro país donde solo eran gente. —¿Cómo te ha ido? —pregunta Kamal. —Noté que Said está muy encariñado contigo, Ellis tiene dudas. —Sí, él es hijo de su madre, muy desconfiado, Said, es como si fuese mi clon en todo. —Qué horror, tienes un hijo favorito. —No, me encanta todo de Nala y me encanta que Ellis sea como ella. —¿Quieres volver con ella? —Nunca entendí por qué lo dejamos. Solo que ella estaba triste, sola, celosa a veces y pensé que era lo mejor para ella. Nala, solo quería ser feliz y yo… —Querías ser rey. —Sí. —Todos tienen razón, tú eres el mejor de los dos para ser el rey, pero yo se lo debo a mi padre y a nuestra familia Elías y voy a trabajar más duro que ninguno para estar a la altura del país y de mi familia. —¿Por qué siempre crees que no eres suficiente? —Kamal se encoge de hombros y acaricia el cabello de su hermano. Elías sonríe y toma otras alitas, su hermano se ríe mientras lo ve comer de la manera más corriente e indecente. —¿Qué tal tú con Selene? —Odio a su madre, su familia entera y todo fue un malentendido, básicamente; lo he arruinado con la única persona a la que he amado con locura. Por ser como soy. —Bueno, amarte a ti es complicadísimo, hermano. Mi recomendación es que si te amó una vez, puedes lograrlo dos. Solo necesitas reconocer que no eres superpoderoso, que quieres ser merecedor de su amor y que vas a valorarlo. —Te juro que fue un regalo de dios. Selene pasó con unas pulseras, muy mona, con el cabello n***o y largo, con los ojos grandes y la sonrisa perfecta, coqueta, mía —Elías mira a su hermano ilusionado por la dulzura en sus palabras. — y después estaba gloriosamente desnuda follándome. —Elías ríe, su hermano también, antes de continuar con su relato:—El sexo con Selene, es espectacular, entre nosotros es fantástico y no voy a dármelas de víctimas, pero si alguien creía en mí era ella. —¿Por qué la dejaste? —Quería… ella quería un bebé invitro, y yo… estaba harto. Me estaba volviendo loco nuestra situación. Había una obsesión por ser padres, desear un bebé, perderlos, verla sufrir e hice una estupidez, abandonarla. —¿Tú realmente quieres ser papá? —Nunca he tenido ganas, pero, sé que tengo que hacerlo. —No quieres ser papá. —No quiero ser el padre de los príncipes para el reino. Quiero ser papá de hijos felices que sueñen con ir a la universidad, no del futuro rey. —¿Sabes? Viendo a los niños y a Nala, he estado pesando… —Elías hace una pausa, en busca de remordimiento por lo que va a decir, pero la sensación ha sido eliminada por completo de su mente. —Creo que no voy a competir por el reino, si tengo que elegir, la elijo a ella—hace una pausa y sonríe. — y a ellos. —Eso es maravilloso, Elías. Nala y tú se han amado por demasiado tiempo, merecen ser felices y ella parece haber estado esperando. —¿Piensas que ha estado esperado? —Pregunta Elías con ilusión. Kamal no es tan amigo de Nala como Farah, sin embargo, la imagen que tenía de ella era de una niña buena, muy dulce, bien educada y apegada a las tradiciones. Tener un hijo fuera del matrimonio era mal visto, pero, ser una mujer con libertad s****l era aún peor. La forma en al que ella había criado a sus hijos, hablaba demasiado a su carácter y muchísimo más del amor que compartía con Elías. —Sé que tengo una responsabilidad contigo y voy.—Comenta Elías.— Apoyarte, los cuatro lo haremos. Incluso, el tío Isam, no lo veo yéndose cinco minutos más tarde de la coronación. Kamal sonríe hacia su hermano, le toma de la mano y él agradece el apoyo. Lo que pasa es que él no se siente listo, no siente que pueda ser rey en unas semanas, unos meses, y la verdad, ni siquiera en años. Renuncia de Elías simplemente le arrincona a hacerlo más pronto que temprano porque tendrá que acostumbrarse al pueblo y a todo. —¿Qué te molesta? ¿A caso no quieres ser rey? —¿Qué pasa si tú y yo abdicamos? Elías nunca había pensado en eso, simpelmente creía que si su hermano decidía que no sería rey él tomaría el lugar y así podía ser aún. Lo que pasa es que sus hijos y él ya habían perdido casi cinco años de sus vidas y los próximos cinco quería disfrutarlos, con su arte y sus fotografías podían vivir una visa cómoda, privada, y muy feliz, siendo el rey de Tierra del sol asumiría estrés, perderían privacidad y acabarían siendo extraños. —¿El primo Ascan?, ¿Aslan?, ¿No sé… aquel con nombre de perro? —¿Farah? —¡Farah! —los dos ríen y continúan cenando mientras se imaginan al reino pintado de rosa, las mujeres teniendo el poder absoluto y probablemente un exterminio masivo de hombres machistas. La joven en cuestión había tratado de convencer a sus cuñadas de que lo mejor para todos era intentar no mencionarles a sus hermanos esa triste realidad, porque la relación de Kamal e Isam era lo suficiente complicada como para agregarle el resentimiento de Selene y Elías siempre había adorado a su tío. Nala estuvo de acuerdo en no comentar nada por el bien de Elías, y Selene, la verdad, no creía en arreglar sus problemas maritales con Kamal, así que era innecesario iniciar una discusión por algo del pasado. Unas horas más tarde, cuando la joven entró a su habitación de hotel, llamó al asesor del rey y le exigió que le despertara. La reina, quien dormía al lado de su esposo, escuchó a conversación y salió de su cama pensando que se trataba de una emergencia. —¿Hija, qué pasa? —¿Tú estás manipulando a las mujeres de mis hermanos? —¿Perdón? —Hablando con mis cuñadas coinciden en que has sido un claro con la idea de mantenerlas separadas de sus parejas. —Pienso que has entendido mal. —He entendido muy claro a lo que estás jugando “tú puedes ser su mujer pero mantente lejos” y “tú puedes ser la madre de los hijos que no le presentarás” Te conozco, sé de lo que eres capaz. Ellas no van a decirles nada a mis hermanos, pero manipularlos para tomar el trono no es la mejor jugada. —El trono no es mi responsabilidad por nacimiento, Farah. —Tienes toda la razón y a partir de este momento, solicito ser la reina de Tierra del Sol. —¿Estás drogada? —No, lo ha estado pensando y he adjuntado a tu correo mi solicitud foral para ser reina de Tierra del Sol. Soy a la siguiente en línea de sucesión. Kamal no lo quiere, Elías tiene una familia a la que no va a abandonar y Maximiliano ha fallecido. El reino es mi responsabilidad y tengo varios planes para ello. Espero escucharte en unas horas, con una respuesta. —Farah, qué pasa si digo que no. —Les diré la verdad a mis hermanos, dividiré a la familia, nos pelearemos todos y alguno de los tres tomará el reino, pero, les conoces, alguno estará dispuesto a encender una hoguera o encerrar al rey en un calabozo. —¿Por qué ustedes tres me están tratando como si fuese desechable? —pregunta Isam lleno de rabia por el comportamiento de sus sobrinos. —No lo eres. Para mí, eres mi padre. Estoy pensando en el bienestar común y por ello he tomado esta decisión. —¿Te parece si nos das tiempo de leer la propuesta, volar a Nueva York y conversar con los tres? La princesa quiere ser reina… las leo en los comentarios. ¿Está listo Tierra del Sol para ella? ¿Qué hará Isam? ¿Qué opinarán los hermanos?
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