Capítulo tres "León y conejo"

1056 Words
—¿Qué te tocó?. Le preguntó Zack a Laurie, tratando de mirar en su cuaderno. La primavera se acercaba y el jardín haría un pequeño show en que los niños se disfrazarían de animales.  Zack no estaba contento con el animal que le había tocado, el no quería ser un conejo. Es más, no le gustaban apesar de que había un conejo en su casa, la mascota de su hermana. Los conejos no eran sus animales favoritos. —Un león—le contestó Laurie, gruñiendo. Zack volvió la mirada al dibujo del conejo que le había tocado, era Tambor, el conejo de la película de Bambi. —No quiero ser un conejo, no soy una niña—se quejó Zack. Laurie lo miró—No son de niña, Tambor es varón. Cuando el día llego, Zack entró a la sala, vestido de conejo. Con un difraz de cuerpo completo, de color gris como Bugs Bunny. Su nariz pintada de n***o, con los bigotes a lo largo de sus mejillas. Buscó con la mirada a Laurie, hasta que alguien tocó su hombro. —Grrr—había rugido Laurie, cuando Zack volteó hacía el. Zack le sonrió, mirando su disfraz. De igual cuerpo completo, con una leve melena de color marrón claro, igual que su disfraz. También con la nariz y mejillas pintadas. —¡Que miedo un león!—bramó Zack, riendo. Laurie lo miró sonriendo, camino alrededor de el, mirándolo. Rió al ver el pequeño pompón gris en la parte trasera de Zack, en su trasero. Laurie rió, apretando el pequeño pompón. Zack se giró rápidamente, mirándolo asombrado con sus mejillas sonrosadas. —Me gusta tu pompón—decía Laurie, ante la mirada de su amigo. Leslie y Rachel miraban la escena de lejos, apartadas de las demás madres que andaban detrás sus niños disfrazados. Hablaban de cosas al azar, pero sin quitar la mirada de sus niños. Ninguna quería hablar de ello, no lo querían asumir tampoco. —Niños, prepárense que ya empezamos—decía la señorita Mía. Laurie dio un salto y no tardó en tomar la mano de Zack. El moreno entrelazó sus dedos con los de Laurie. Ambos corrieron para sentarse en la ronda, uno al lado del otro. Rachel se removió incómoda cuando vio que su hijo tomaba la mano de su amigo. Todas las madres y los padres se amontonaron, con las cámaras en mano, ansiosos por el papel de sus niños. Zack buscó con la mirada a su madre, pero encontró a su padre, quién lo miraba furioso. Se soltó de la mano de Laurie, incómodo y sin razón. Laurie quién hasta ahora miraba atento a la señorita Mía, miró hacía Zack cuando este se soltó de el. Intentó volver a tomar la mano de su amigo, pero este las escondió debajo de sus piernas. Laurie no tardó en entristecerse, pero volvió su mirada a la señorita Mía. Cada uno tenía que decir su nombre, el animal que era y hacer algún movimiento referente a su animal. Laurie estaba ansioso, moría porque sea su turno. Cuando por fin llegó, Laurie se levantó de un salto. —Soy Laurie y soy un león—se presentó Laurie, rugiendo fuertemente. Zack sonrió hacía su amigo, sus ojos brillaron, acto que no paso desapercibido por Leslie. Jim le mandó una mirada a su mujer y ella le respondió encogiéndose de hombros. Ella no quería problemas, pero Jim decía que esas reacciones no eran normales. Pero ella no le hacía caso, solo eran unos niños de cinco años. Cuando llegó el turno de Zack, este se levanto en silencio. Al quedar parado, Zack sonrió. —Soy Zack y soy un conejo—decía Zack, dio unos tres saltitos, para luego girarse y menear su pompón. El salón se inundó de unos interminables "awwww" y risas. Zack sonrió, sus mejillas sonrojadas y algo agitado. Volvió a su lugar, sonriendo a la cámara de su padre. Al terminar el show, cada uno se fue con su familia. Cuando Zack llegó con su mamá, esta lo abrazó, felicitándolo y sacándose varias fotos con el. Laurie paso por lo mismo. Al final, buscó con su mirada a Zack y lo vio caminando hacía la salida con sus padres. —Quiero una foto con Zack, mami—pidió Laurie dulcemente. Rachel le sonrió, suspirando y asintiendo. Laurie sonrió, para luego correr y gritar el nombre de Zack. Zack se dio vuelta, mirando como Laurie corría hacía el. El castaño llegó a su lado y tomo su mano. El moreno sintió una opresión en su pecho, más solo sonrió hacía Laurie. —Quiero una foto—pidió Laurie a Zack. —León y conejo, miren a la cámara—avisó Leslie, colocándose detrás de la cámara al lado de Rachel. Jim se hizo aún lado, callado. Zack abrazó a Laurie por los hombros y este lo abrazó con la cintura. Acercaron sus cabezas y sonrieron, esperando el flash. Rachel le mostró como salió la foto a Leslie , quién se encontraba a su lado. Leslie sonrió ante la foto, ante tanta ternura.  *** La señorita Mía no quería citar a sus madres, porque suponía que aquello era algo normal, solo una simple amistad, una que se ampliaba a tan corta edad. Pero no podía dejar de pensar que algo andaba mal, algo mal en Laurie y Zack. Suspiró, volviendo su mirada al dibujo de Laurie. La clase pasada les había enseñado a cada uno a escribir sus nombres, solo sus nombres. Laurie había aprendido rápidamente, había aprendido dos nombres, el de Zack y el de el. Miró el dibujo, comtemplando la figura de dos personas, de las manos y los nombres escritos con mucho esfuerzo de un niño de cinco años, con las letras disparejas. Se sintió mal, ¿qué tenía de malo aquella amistad? Es más, ¿quién era ella para si quiera juzgarlo?.  Llevo su mirada hacía ellos quienes se encontrabas sentados en el piso, en el centro de la salita jugando con el balde de plastilinas. Observó como Zack miraba atento a Laurie, quién trataba de crear una figura con las plastilinas. Solo eran unos niños, sin saber lo que realmente sentían o querían. No había nada de que preocuparse, ellos serían sus alumnos por unos meses más, luego ella ya no estaría a cargo.
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