Capitulo 01
Me mire un par de veces al espejo no estaba segura de lo que estaba a punto de hacer, estaba aterrada, tenía miedo, no sabía si está era la mejor decisión
Respira profundo en un intento de tranquilizarme.
tenía que calmarme
¿Por qué me sentia insegura? Me pregunté a mí misma, había soñado con casarme durante muchísimo tiempo incluso antes de conocerlo a él, era mi sueño de niña, caminar hacia el altar y que ahí estuviera mi hombre ideal, el hombre que me amara con locura.
Enrique había sido muy bueno conmigo en todo este tiempo, había sido paciente, me entendía y me había demostrado amor siempre ¿porque ahora solo quería salir corriendo de este lugar?
quizás solo eran nerviosos de novia ¿no?
"Vamos Alaia, tu puedes" me animé a mi misma sin quitar la vista del espejo mirando mi reflejo.
me veía hermosa, mi madre había aprobado el vestido había dicho que parecía toda una princesa
Escuché la puerta abrirse por el espejo vi a Sam mi mejor amiga, no me sorprendió verla bastante seria puesto que ella no paraba de repetirme que no lo hiciera que estaba cometiendo un error, quizás sus palabras estaban haciendo efecto en mí y por eso me sentía tan insegura con respecto a mi boda.
Está sería mi nueva vida
Un nuevo comienzo.
— ¿Ya todos han llegado?— Pregunté tratando de disimular los nervios que sentía.
Me giré para verla pero ella miró sus manos jugando nerviosamente con ellas y con un sobre que traía, fruncí el ceño sin entender lo que estaba sucediendo.
— Ala...— Soltó un suspiro para luego mirarme a los ojos.
— ¿Que pasa?— Le pregunté confundida Por su actitud.
— No han llegado— Me dijo, pero cada palabra que salía de su boca me confundía más.
— ¿Ningún invitado?— Pregunté
— Tu hermana y Enrique, ninguno de los dos ha llegado — busqué con la mirada el reloj en la pared para así ver la hora, hace 20 minutos que ya tenía que haber estado aquí.
¿Por qué Enrique aún no llega?
¿Acaso va a dejarme plantada?
No puede hacerme esto, el no sería capaz de hacerme eso ¿o si? no, no Enrique me había insistido tanto para casarnos, el me amaba ¿verdad?
— ¿Y mis padres?— Pregunté ella volvió a mirar a otro lado.— Dime qué está sucediendo Samantha — Le exigí, la conocía tanto que sabía que ella sabía cosas que no quería decirme
¿por qué?
¿que tan graves podían ser?
— Lo siento mucho amiga pero sabes que él nunca me dio una espina y menos la zorra de tu hermana lamento decirte esto pero...Toma— estiró el sobre que tenía entre sus manos, lo tomé.
Con las manos temblando de los nervios abrí el sobre y ni siquiera sé por qué me sorprendió lo que me dejó ver, era una foto de cristal junto Enrique besándose, la siguiente foto sí me sorprendió era una foto de ellos casándose.
¡¿Mi hermana y mi supuesto prometido se habían casado?!
¡¿qué diablos era esto?!
Mire a mi amiga esperando que me explicara, ella me miró de forma triste no podía culparla por eso, me debo ver tan patética
Cuántas veces había escuchado a Sam decirme que Enrique no era una buena persona y que ella sospechaba que Enrique me engañaba solo que yo jamás pensé que fuese con mi hermana, además estaba tan ilusionada.
Qué estúpida fui ¿como es que no note las miradas? ¿como es que no no te los roces que seguramente hubo entre ello?
¿Mis padres sabían de esto? ¿fueron capaces de dejarme llegar hasta este momento?
¡Malditos desgraciados!
Mis ojos se cristalizaron rápidamente sintiéndome herida, traicionada pero sobre todo humillada, afuera estaba muchísimas personas de la alta sociedad esperando para que yo saliera y me casara con el supuesto amor de mi vida, con el hombre que se supone había jurado amarme y respetarme todo este tiempo, sin embargo se estaba costando con mi hermana y no solamente eso ¡se había casado con ella!
—¿qué es esto Sam?— pregunté, mi voz salió frágil y las lágrimas no tardaron en salir de mis ojos.
— los investigué, sabía que tenía que demostrarte que él no era buena persona antes de que te casaras así que hace unos días lo mandé a seguir con un detective privado y resulta que hoy en la mañana se casó con tu hermana, no va a venir Ala, el muy desgraciado se fue a Cancún con tu hermana de luna de miel y no solamente me enteré eso sino que tus padres estuvieron ahí también, puedes seguir viendo las fotos para que veas a tus padres presentes en la boda civil de esos dos
No podía creer toda esta mierda
¿Cómo habían sido capaces de esto?
¿Por qué todos me habían hecho esto?
¿acaso lo que yo sentía no importaba?
¿por qué si se fueron no se tomaron la molestia al menos en llamar?
Sam se acercó a mí y la dejé hacerlo simplemente lloré aferrada a ella sintiéndome estúpida.
Dudé tanto en casarme con él, dudé tanto en decirle que sí quería porque solamente teníamos un año juntos, si nosotros teníamos un año ¿cuánto tiempo tenía cristal y él? ¿Acaso ambos me han engañado desde siempre?
Tenía tantas preguntas pero sinceramente no sabía si quería tener las respuestas
¿Qué se supone que debo hacer ahora?
— tengo que salir de aquí— Susurré alejándome de mi amiga y limpiando mis lágrimas.
— ya lo tengo todo arreglado, nos está esperando un carro en la parte de atrás de la iglesia para que nadie nos vea— Escucharla decir aquello me dió una tranquilidad impresionante, no quería escuchar murmullos, no quería verlos juzgandome ni riéndose de mi— Nos iremos al aeropuerto, ahí nos está esperando un avión privado que nos llevará a las Vegas, creo que lo mejor es que nos vayamos y que piense bien lo que vas a hacer porque una vez que ellos regresen el cual sé por los boletos de regreso que sera en dos días, no solo te tendrás que enfrentarte a ello, a la prensa, sino también a tus padres entonces creo que lo mejor es que nos vayamos un tiempo pienses bien lo que vas a hacer y luego regresas hacerle frente a todo
Lo dude por un segundo otro Sam tenía razón, no sé cómo me voy a sentir cuando los tenga frente a mí.
Asentí en la cabeza haciéndole saber que estaba de acuerdo
— Gracias Sami—ella encogió de brazos y volvió a abrazarme, me ayudó a quitarme este extravagante vestido y no pude dejar de mirarme ni un segundo mientras me lo quitaba.
¿Por qué me empeñé tanto en estar con él si realmente no lo amaba? estaba enamorada de la idea del amor quizás tal vez de su físico, tal vez estaba enamorada de como creía que me iban a tratar una vez de ser la señora de alguien, porque tendría mi propia familia.
Soy una estúpida
Quería gritar quería llorar quería patalear en este momento quería ir hacia donde estaban ellos y golpearlos hasta que quedaran inconscientes, quería cachetear muchísimas veces a Cristal la odiaba con toda mi alma, odiaba lo que me estaban haciendo y como me estaban haciendo sentir.
Estaba harta de toda esta mierda
Estoy harta de toda mi maldita familia.
— colócate esto Alaia— le hice caso a mi amiga y me colocó un pequeño vestido de color n***o casual y unas sandalias bajas solté aquel peinado que me habían hecho para que me vieras radiante y extravagante en el altar dejando mi cabello corto suelto— ¿estás bien?— preguntó mi amiga mientras me ayudaba a arreglarme el cabello para no salir tan desarreglada la calle aunque sinceramente no me importaba nada de eso.
— ¿crees que podamos ir al apartamento para buscar algo de ropa antes de irnos?— le pregunté.
Claro que quería hacerme la fuerte frente a ella aunque era la persona que me había visto más vulnerable en la vida no quería que me siguiera viendo de esa manera
— Si claro, solo llamaré a papá para que le diga al piloto que nos espere una hora y media— asentí con la cabeza y agradecí.
Sam y su familia habían sido siempre mi bote salvavidas desde que los había conocido
Si había algo de lo que estaba agradecida en esta vida era de ponerlos a ellos en mi camino, su padre era como un padre para mí y Sam no había duda que era un hermana con la que siempre podía contar.