PREFACIO

919 Words
POV OMNISCIENTE La madrugada fría y tempestuosa de un 16 de octubre de 1998 una chica corría sintiéndose por fin libre de la persona que la mantenía en cautiverio, no sabe cuánto lleva corriendo pero tiene más que claro, que es lo suficiente como para permitirse un descanso. Mira a su alrededor sin poder reconocer más que la negrura de la noche y los múltiples árboles que la rodean. El viento frío acaricia su piel haciéndola estremecer, suspira cansada dejándose caer sobre un árbol recostando la espalda en este buscando refugio de la tormenta que la azota. No reniega de la lluvia que la moja pues hace más de un año que no se le era permitido sentir siquiera el viento en su rostro. Las personas que la tenían en su poder la abusaron de todas las maneras posibles hasta que se enteraron de su estado y la encerraron en su sótano con la idea de mantenerla allí, hasta que la criatura naciera. Pero el destino trabaja de maneras extrañas aveces y la joven, perdió la criatura ese mismo día después de caer por las escaleras, una hemorragia resultado del golpe recibido en su vientre tras ser arrojada a este y perdiera el equilibrio. Varios meses después bajo las continuas violaciones volvió a quedar en embarazo pero esta vez la ataron impidiendo que pudiera caminar más allá de unos cuantos metros para asearse en el pequeño baño que estaba en ese oscuro lugar. Ahora agradece cada gota que baña su cuerpo mientras recupera el aliento en ese lugar ya que hasta hace solo horas estaba siendo abusada por última vez y ya no lo sería más. Se juró a si misma y a la criatura que esperaba ser libres para su nacimiento, que la primera vez que viera el mundo sería un momento de alegría y que su luz estaría a salvó en un lugar cálido y seguro. Sus pies estaban lastimados y las pobres prendas que la cubrían estaban empapadas pero aún así se sentía afortunada por tener de vuelta su libertad. Siendo tan joven había sido testigo de lo peor del mundo, tantas veces abusada, violada y lastimada la llevaron a perder el miedo, en su interior se encontraba la razón para desear algo diferente, algo que no conocía. Acarició su vientre hinchado disfrutando de los movimientos que daba la niña en su interior, amaba a su hija sin importar la manera en que fue concebida, sabía y tenía claro que la criatura nada de culpa tenía sobre el daño que le habían causado. Se levantó un poco al escuchar ruidos aproximándose, no podía arriesgarse a que fueran sus captores y que estos la atraparan, sabía que de ser así ni su estado podría salvarla de los castigos que sus dueños decidieran para ella y al nacer, en la criatura inocente que esperaba. Emprendió camino sin importar el rumbo durante toda la noche, a la mañana siguiente un bello y pintoresco pueblito la recibió, se encontró por primera vez con personas buenas. Le brindaron cobijo, la alimentaron, le permitieron descansar además de regalarle prendas capaces de mantener su temperatura, luego de eso se marchó no sin antes agradecer por todo a aquellas buenas personas. Caminó hasta que la tarde llegó, exhausta por tanto tiempo sin descanso, recordó las palabras de una mujer que la ayudo a medio camino esta le había dado posada para que descansara, le dió ropa y comida para que siguiera su viaje, ella recibió la ayuda pero sintió temor de ser encontrada y declinó la oferta de descansar. > > > Pensaba que era perfecto ya que no tendría contacto con el exterior no se preocuparía porque sus captores la encontrarán y le quitaran a su bebé, después de todo como sabrían cual de todas las jóvenes sería su hija? Sonrió y caminó por algunas horas más hasta encontrarse ya muy tarde en la noche en las puertas de la elegante y hermosa iglesia. El sacerdote de inmediato mandó llamar a la hermana jose como le decían de cariño, esta le dió un cuarto que aunque modesto era muy cómodo y caliente, su embarazo estaba avanzado tanto que un par de días después el recinto recibió a una nueva niña a brazos de la monja. La pequeña de piel blanca, cabellos castaños casi rubios y ojos azules a quien su madre nombró Liv tenía maravillados a todos pues parecía un ángel, triste fue que ese mismo día 19 de octubre la joven madre no hubiese podido aguantar el parto y falleciera después de besar la cabeza de su pequeña hija y nombrarla. La vida es cruel y despiadada más aún cuando ella huía buscando un destino diferente para su hija pero el tiempo le apremió y el destino mismo se encargó de ponerla en la comunidad Mariana que años más tarde corrompería el alma pura e inocente de una criatura concebida en el dolor y nacida en la desgracia. "Quien no conoce su historia corre el riesgo a repetirla".
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