Kellan avanzó furioso, debía salir de la casa. No lograba borrarse la imagen de su mujer abrazando de forma cariñosa a otro hombre. No tenia que mandar a investigar para saber que la persona con la que ella se había desaparecido había sido ese desgraciado. Cuando encontró a su esposa, precisamente había salido de la casa con la intención de acudir a la familia de esta. Nunca pensó que la hallaría en el pueblo, con otro hombre. Las miradas de los dos habían conectado, vio como este le decía algo a su mujer y luego está se acercaba gustosamente a abrazarlo. Ese escenario se repetitiva sin cesar. Las heridas en sus nudillos y el escozor en su labio le hacían recordar el desastre que había causado. Sin embargo, no se arrepentía de haberle reventado la cara a ese hipócrita. Ahora debía inves

