Varkolak fue el primero en ponerse en pie, y sacudirse como un simple perro, empapando aún más a Merlyn, respirando con fuerza y con su mano sobre las costillas. Aún estaba curando su cuerpo internamente, pero el cansancio la hacía ir muy lenta, pues apenas podía producir más magia. —¿Estás bien? —preguntó la chica al lobo, que ya estaba olfateando el aire en busca de algún acercamiento no deseado. “Deberías preocuparte antes por ti, estás horrible, llena de sangre, y milagrosamente, viva… No es que me importe, sólo tenía que saldar mi deuda" —Tan orgulloso como siempre… Eso significa que estás bien. Me duele todo, creo que tengo algo roto. Varkolak se acercó a Merlyn. Su pierna seguía sangrando abundantemente, y los golpes que recibió en la cabeza y el cuerpo, le debío partir alguna

