Capítulo 2 parte 2

1030 Words
Salí rápidamente del almacén asegurándome de no haber sido vista por nadie, y seguidamente fui a relajarme un rato a un parque fumándome un cigarro para planear cómo cometería mi siguiente objetivo. Mientras daba unas cuantas fumaradas de mi cigarrillo, aproveché para darle un vistazo más de cerca al recipiente con cianuro que había tomado.  Las advertencias de posibles daños causados por su ingesta, eran explícitas. Claramente tenía en mis manos una sustancia con el poder de terminar en cuestión de minutos con la vida de alguien. Ahora, lo siguiente que debía hacer era pensar de qué manera le daría el veneno a mi padre. Pensé en desistir de hacerlo, pero ya eran muchos años a cuestas de maltratos hacia mi madre y yo; no estaba dispuesta a soportar más. Aunque realmente lo hice más por proteger a mi mamá pues sabía que en cualquier momento en medio de una de sus borracheras, mi padre fácilmente podría acabar con su vida a golpes. Tendría que esperar entonces el momento adecuado para actuar sin ser descubierta, asunto que a decir verdad no me preocupaba, pues como les he recalcado; soy muy lista así que eso no sería problema. Decidí que no haría nada por los días en los que mi madre estuviera en casa, pues ya tenía suficientes problemas con el borracho todo el tiempo, además sería más fácil lograr mi objetivo sin nadie más en la casa a excepción de mi padre que todo el tiempo estaba alcoholizado y no coordinaba sus cinco sentidos. Pasaron unas cuantas horas hasta que resolví volver a  cenar con mi madre. Pero antes, debía ocultar muy bien el frasco con el veneno para  que no fuera descubierto por nadie en casa. Hice un agujero secreto en el fondo de mi mochila, y allí lo oculté con cuidado.  Tan pronto regresé, noté que en la sala aún estaba el desastre que había causado mi papá con la golpiza de mi madre; vidrios rotos, botellas quebradas, cerveza y no sé qué otros licores derramados en el piso de hormigón, además de manchas de sangre provenientes de las heridas de mamá. Evidentemente, él aún no regresaba al lugar así que me tomé la tarea de limpiar todo el desorden que allí había y después entré al cuarto de mi madre a supervisar cómo seguía después del incidente ocurrido.  Pude notar que aún dormía, así que me senté a un lado de su cama a esperar pacientemente a que despertara.  Llevaba tanto tiempo dormida que ahora dudaba de si realmente le había dado pastillas para el dolor, o si las confundí con unos somníferos que rara vez usaba. En fin, tuve tiempo de ir a mi cuarto, fumar un cigarro por la ventana, ir al refrigerador por una cerveza y regresar nuevamente al cuarto, a esperar sentada al lado de su cama. Mientras aguardaba, por mi mente no dejaban de rondar pensamientos macabros sobre lo que haría para vengarme de tanto daño causado por mi papá. No podía evitar sonreír al pensar que pronto descansaríamos de tanto suplicio y por fin seríamos una familia normal, o al menos normal entre madre e hija. Mientras fantaseaba, Jane; mi madre  —olvidé mencionarles su nombre antes —, parpadeó unas cuantas veces hasta que finalmente consiguió despertar por completo.  Giró hacia su derecha y lo primero que vio fue a mí posando mi mano sobre la suya, esperando a que despertara.  —Gracias por estar aquí y apoyarme  —mencionó.  —No tienes que agradecer nada  —contesté. — Siempre seremos tú y yo. Sin ella pensarlo, con mis palabras le daba indicios de mis retorcidas ideas que pronto llevaría a cabo.  —¿Tu padre está en casa? -cuestionó mi madre.  —No ha venido en todo el día  —respondí —. Ha de estar bebiendo con sus amigos borrachines igual que él.  —Supongo que sí.  ¿Crees que algún día cambiará tu padre?  —Ja,ja,ja ¿cambiar mamá? ¿En serio piensas que ese señor algún día podrá cambiar?  Seamos realistas, si no lo ha hecho en tanto tiempo …  —… sí, ya sé, no lo hará ahora.  —completó mi madre.  —Así es mamá, pero no te preocupes, en algún momento descansarás de tantos golpes y sufrimientos.  —¿A qué te refieres con eso Kristen? Rápidamente, intenté evadir la respuesta para evitar levantar sospecha alguna, y contesté:  —Nada en especial mamá. A que quizás en cierto momento como tú dices, él pueda arrepentirse y cambiar. —Ah!.. Eso, esperemos que sí. Detesto que veas cuando me golpea. —Ya me acostumbré… Y sí, a mí tampoco me gusta ver cuando lo hace. Nuestra pequeña conversación se vio interrumpida por la llegada de mi papá nuevamente borracho, buscando el mínimo motivo para iniciar a pelear otra vez. Esta vez, no permitiría que molestara nuevamente a mi mamá, así que tan pronto como ingresó a la habitación, lo confronté: —No te acerques a ella o te lo juro que no fallaré como la vez anterior. —Tu no te metas, que el asunto no es contigo bastarda. —me respondió mientras daba un sorbo de una cerveza que traía en su mano. Inmediatamente noté que se acercaba lentamente en dirección a la cama de mi madre, mientras mandaba su mano a uno de sus bolsillos traseros, aparentemente buscando un objeto u arma, supongo que para atacarla de nuevo. Mi madre, pudo evidenciar que yo no bromeaba, y que de ser necesario me iría en contra de él sin pensarlo, así que decidió interponerse entre ambos, y vociferó: —Por favor no más. No quiero verlos peleando aquí. —Dile a esa mocosa que entonces no se meta en nuestros problemas. —Ella no se está metiendo en nada. —¿Cómo le llamas a eso entonces? —Sólo me está cuidando de ti. —¿Necesitas que te cuida de mí? —preguntó.—¿Acaso soy un monstruo horrible? Recuerdo tanto que en ese momento moría de ganas por contestarle que sí; que era un monstruo y sólo traía problemas a nuestra familia, pero por mi mamá, opté por guardar silencio.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD