Labores. 1

3042 Words
Un auto iba a una buena velocidad en la autopista mientras algunas gotas de lluvia chocaban en el parabrisas siendo barridas por los limpiadores que se encendían de vez en cuando, sus ojos al frente y la música invadiendo ese pequeño espacio sin hacerla perder su concentración de la carretera, su visita a Portland en el fin de semana fue para librarse de ver a los hermanos con los que estaba trabajando para organizar una gala de beneficencia a nombre del hospital, no le molestaba prestar su tiempo y elegir las mejores obras a un buen precio para ser subastadas, por algo fue escogida, pero lo que no soportaba era la voz chillona e irritante de Evelyn y las bromas idiotas de su hermano mayor Greg, dijo que tenia negocios que atender y desapareció por dos días, Priya y Zoe estaban muertas de risa al ver como Victoria se buscaba librar siempre de ellos. Ya estaban en marzo, la primera semana y solo faltaban dos para apertura de la nueva tienda Valentino, para Victoria era gracioso como el tiempo iba pasando tan rápido y además los nervios la consumían por una sola cosa, la sesión fotográfica de las diez y media que tendría ese día con Erika, Zoe y su pequeño equipo de fotografía al cual le estaba yendo muy bien con su estudio sería la encargada de sacarlas. Las fotos eran para la colección de maquillaje que Caribe, una marca asociada, iba a lanzar a principios de abril y para la cual Victoria sería la portada de una de sus paletas, era peculiar la inspiración para una de las paletas pues era más del medio oriente que de esa parte, pero aun así tenía unos colores maravillosos para combinar. Alzó una ceja al ver el lugar y su estómago se revolvió un poco, aún no se acostumbra a posar para una cámara y menos como modelo, estacionó su auto llamando la atención de una pareja que salía del estudio, no era normal ver a chicas jóvenes con máquinas potentes de velocidad. - Señorita mata pasiones.- dijo Priya con burla al verla. - Futura hermana mayor.- sonrió dándole un abrazo. - Ni me lo recuerdes, mamá se volvió loca y ha comprado todo tipo de cosas para la protección del bebé... osea, apenas tiene cuatro meses y medio.- suspiró rodando los ojos. - Esta emocionada, déjala que sea feliz.- pasó la mano por su cabello peinandolo hacia atrás. - A mi no me contemplo tanto, comí tierra y me caí cuando era niña.- ambas caminaron adentro donde tomarían las fotos. - Deja tus celos mujer, cuando esperes a tu primer hijo sabrás lo que siente Nicola.- Victoria pasó su brazo por los hombros de su amiga. - Zoe está ansiosa por que seamos madres, pero a mi la idea me estresa mucho...- bajó la vista- Quiero complacerla pero... no he terminado mi carrera y no se que vida podamos darle a una cosita de esas.- se puso a jugar con los dedos. - No le has dicho tus sentimientos ¿verdad?- la morena negó- Te estas quemando tu sola, si le dices como te sientes Zoe comprenderá que aún no es momento, aunque creo que ella lo sabe bien.- sonrió de lado al verla jugando con Saraí. Emely trabajaba con las chicas como ayudante de iluminación, ese trabajo le permitía tener a su hermosa hija al lado y Zoe le había hecho un espacio de juego exclusivo, Erika ya estaba ahí acompañada de su hijo Dante que después del divorcio de su madre con su padre pasaban más tiempo juntos apoyándose, una relación de madre he hijo envidiable para Victoria ya que cada vez que ella llamaba a la suya era para que sus ánimos cayeran de forma abrupta por sus comentario de mala fe, la quería mucho ya que después de todo era su madre, pero era un tanto insoportable y envidiosa. - Mi niña.- Erika extendió sus brazos para darle un fuerte abrazo. - Lamento mi tardanza.- comentó Victoria apretando el abrazo. - No para nada, llegas a tiempo para comenzar con tu maquillaje...- la llevo con el maquillador- Como te comente, que sus ojos y labios resalten mucho.- le dijo al hombre frente a ellas. - Muy bien ¿Qué hacemos con su cabello?- preguntó tocando con suavidad. Le ponía nerviosa que alguien tocara su cabello, no soportaba que lo tironearan y por eso aprendió a peinarse sola, todos sabían de eso y por eso nadie se metía con su cabello. - ¿Que me sugieres tu? Ella es la portada de la paleta medio oriente, será una bailarina con su traje y todo.- comentó Erika. - Esas mujeres tiene siempre el cabello suelto con adornos y muy largo... Victoria tiene esa cualidad.- puso su mejilla junto a la de ella. Le causó mucha gracia escuchar su tono amanerado y esa sonrisa picara como si en su mente ya estuviera viendo el final, cada artista es único y el maquillaje también es un arte. - Bien, la dejo en tus manos.- Erika sonrió y se fue. - ¿Estás nerviosa?- escucho la voz de Dante y lo vio a través del espejo tras ella. - Por el maquillaje no, pero no me gustan mucho las cámaras.- sonrió y lo vio sentarse a su lado. - Victoria ¿por que no me dijiste que Elías era tu pareja?- preguntó Dante con un semblante serio. - Como dijiste, el sentimiento era mutuo.- estaba viendo como le aplicaban la base de maquillaje. - Si me lo hubieras dicho mi madre jamás le hubiera coqueteado.- apretó los puños. - Déjala vivir, Elías no es una mala persona y es humano, siente y se enamora... como todos.- vio hacia arriba mientras el maquillador difuminaba la base. - No se que pensar de él después de lo que hizo contigo.- Dante se acomodo en el taburete al lado de ella. - Ponte en su lugar y piensa que hubieras hecho si te enamoras de una segunda mujer.- los ojos de Victoria estaban en el espejo. - Yo nunca haría eso.- ella y el maquillador voltearon a verlo y después se vieron a los ojos. - Busca quien te crea primor.- el hombre volvió a su trabajo. - No seas tan hipócrita... si yo me hubiera enamorado de otra persona lo dejo y me quedo con el segundo, si amara de verdad a la persona con la que estoy no me hubiese enamorado jamás del segundo, la ecuación es fácil de comprender.- Victoria vio las rayas del corrector y el contorno. - ¿Hubieras dejado a Elías por Tom?- Dante preguntó malicioso. - Ya sabes la respuesta... por cierto ¿como esta?- Victoria sonrió esperando sacarle un poco mas de información. - Bien, creciendo como empresario y pensando en ti.- eso la hizo soltar una carcajada. - ¿Pensando en mi? Que curioso, yo juraría que ya estaba casado y con cuatro hijos.- cerró los ojos para que aplicaran las sombras. - La pasó mal cuando se fue a Nueva York.- comentó viendo sus manos. - ¿Cuantos años le dieron al ladrón?- preguntó Victoria. - Setenta años por robo y secuestro...- eso hizo que ella lo viera- Quería toda la fortuna de Michael y terminó secuestrando a Sarah, Tom se volvió loco y casi pone de cabezas todo Nueva York, fue impresionante toda la gente que contrató para cuidar a todos.- Dante sonrió de lado. - Comprendo...- ella hizo lo mismo- Al principio creí que me seguían tus monos de seguridad y por eso te enfrente, pero ya no creo eso... y pensar que casi me multan por querer perder un auto azul oscuro en Miami.- abrió los ojos para las sombras de abajo. - Si no fuera por ellos te hubiera ido mal con el tipo de su departamento... no sabían de ti, pero ese día fue al departamento a buscar algo de Tom y por mala suerte estabas ahí.- Dante había guardado silencio por muchos años pero ya no servía de nada seguir haciéndolo. - ¿De verdad piensas que me iba a dejar? Casi lo mato con el palo de la escoba.- no pudo evitar sonreír. - Fiera como una amazona, mujer empoderada.- el que la maquillaba sonrió. - Chiquita pero una máquina letal.- Dante también rió. Fue una verdadera sorpresa para Victoria el saber todas esas cosas pues le dieron una idea más clara de lo que había sucedido con Tommas Conrad, su amor de infancia y quien le seguía causando sentimientos al decir su nombre, Dante evadió la pregunta de donde estaba el castaño en esos momentos sin embargo eso no importaba tanto pues ella estaba convencida que ya tendría pareja y lo que menos quería era meterse en un triángulo amoroso con alguna fulana. El maquillaje quedó muy llamativo, era algo que Victoria definitivamente no usaría para ningún tipo de fiesta sin embargo debía ser intenso para la cámara, Erika puso algo de música para amenizar el ambiente y para estar todos a gusto, se puso el traje de bellydance y rezo porque esa falda de color rojo no mostrará más de la cuenta, aunque con esas rajaduras a los costados era casi imposible aunque tuviera mucha tela era ligera, las monedas del cinturón sonaban a cada paso que daba, algo si debía admirar de ese traje y era que el top de pedrería y lentejuelas resaltaba mucho su busto, lo mas incomodo eran las pequeñas mangas en sus bíceps pues molestaban por estar un tanto ajustadas. - ¡Yo quisiera verlas bailar!- comentó Zoe al verlas. - Algún día.- Erika le guiño un ojo. Primero fue Victoria, fotos estando sola y con diferentes poses, odiaba hacer esas cosas porque le daba vergüenza que todos la vieran haciendo expresiones que Zoe o Erika le pedían, la ultima tenia a su equipo de diseñadores en Miami y por tanto necesitaba muchas imágenes para ir construyendo el empaque de los productos, fotos juntas y después era hora de comer, llegando todos a ver el trabajo que hacían a parte de llevarles el almuerzo. - Deberíamos bailar un poco, para recordar los viejos tiempos.- comentó Erika a solas con Victoria. - La última vez que bailamos juntas tenía dieciséis...- dijo Victoria sonriendo- Además acabamos de comer.- vio a los demás hablando. - Vamos, estoy segura que ellos no conocen a la Victoria que mueve las caderas como una stripper.- comentó sonriendo. - Hay muchas cosas que no conocen...- se cruzó de brazos- Nadie sabe que fuiste tu quien me entrenó para ser una mujer dominante, que me enseñaste a caminar con tacones y a mover las caderas de forma discreta, sensual y atractiva.- vio a Erika. - Megan desprecio la hija que yo siempre quise...- dio un suspiro- Aun recuerdo la niña gordita muy penosa que vi por primera vez, ahora has cambiado tanto que hasta me da miedo saber de lo que eres capaz.- sonrió de lado. Erika fue la mujer que le enseñó muchas cosas de la vida, cosas que Megan jamás se atrevió a decir, su madre quería una hija sumisa a la que pudiera manipular a su antojo sin embargo Victoria era todo lo opuesto gracias a Erika, ella fue quien la animó a perseguir sus sueños de ser pintora, a no dejarse intimidar y nunca quedarse callada cuando alguien le faltaba el respeto, además de eso ambas practicaron cosas que Victoria decidió guardar para sí y jamás revelar, una de ellas era la danza árabe y el pole dance, de ahí su flexibilidad. - Quizás podamos cumplir el deseo de Zoe.- sonrió después de meditarlo por un momento. - Podríamos seguir la coreografía de o saki saki que es de la india o algo más tradicional árabe.- busco en su móvil. - O saki saki tiene movimientos más atrevidos, si voy a exponer otra versión de mi lo voy a hacer en grande.- sonrió mientras tomaba posición al frente. La mujer también sonrió muy complacida por su logro y le dio play a la música, Victoria recordaba muy bien los pasos y lo primero que hizo fue mover su pecho y caderas al ritmo de la canción, Erika camino hasta ella haciendo girar una cinta con unos aros que colgaban de su traje, todos se quedaron sorprendidos al ver la sincronización con la que ambas se movían, al llegar la parte del coro sus mandíbulas se abrieron con más sorpresa, ambas apoyaron una mano en el suelo tras ellas mientras movía la pelvis de arriba hacia abajo, un aplauso y repetían el movimiento con un equilibrio impresionante. Un baile sensual y con un ritmo pegajoso, hasta Dante no daba crédito de ver a su madre bailando de esa manera, era la misma coreografía que el video musical agregando nada más unos cuantos pasos extras, al terminar recibieron el aplauso de todos que aún se veían sorprendidos. - No conocía esa parte de ti Victoria.- comentó Al sonriendo al lado de Priya. - Nadie la conocía.- Priya estaba sorprendida también. - ¡Mamá!- fue lo único que dijo Dante. - No sabía que los senos podían rebotar de esa manera.- ese comentario de Zoe encendió las mejillas de Victoria. - ¡Zoe!- encorvó la espalda y cubrió su pecho con los brazos. - No lo digo a mal, es que bailas muy bien... ¿me enseñas?- sonrió divertida. Después del espectáculo volvieron al trabajo y faltaban las fotos de Erika, Victoria tenía entretenía a Saraí con todos los objetos que colgaban de su falda. - ¿Desde cuando sabes bailar así?- preguntó Priya sentándose a su lado. - Comencé a practicar a los doce, los fines de semana y a escondidas de Megan.- comentó mientras la veía. - Nunca nos dijiste.- no era un reclamo, pero si curiosidad porque no reconocía a su amiga. - Lo se, pero no me enorgullece el saber hacerlo porque no me gusta.- comentó cargando a la niña en sus piernas. - ¿Por qué no?- preguntó la morena- Digo, es algo hermoso el bailar y te gusta hacerlo porque tu y yo éramos una pareja de baile increíble, sabes bailar salsa y bachata.- aclaró. - Si, pero no me siento cómoda diciendo que puedo bailar de esa manera y menos pole dance.- lo dijo sin pensar. - V-Victoria...- Priya se quedó sorprendida- Bueno si no te gustan ¿Porque aprendiste?- no quiso hacer un escándalo ante la confesión. - Aprendí muchas cosas por influencia de Erika, cosas que le agradezco saber como es el idioma italiano y fue ella quien me ayudó a aprender el inglés...- bajó la vista- Cumplió el papel de madre hablándome de sexo y menstruación, temas que Megan jamas toco conmigo... la primera vez que mencione la palabra sexo frente a ella me dio un manotazo en la boca y me dijo que no fuera una puerca pensando esas cosas.- explico con algo de tristeza- Con esa edad pensaba que era lo máximo aprender ese tipo de cosas, me sentía bien compartiendo tiempo con una mujer que me consentía mucho, que veía como a mi madre y que ella de verdad me consideraba su hija... Después las cosas fueron cambiando y llegue a ser novia de JJ.- dejo escapar un suspiro. - De verdad que Megan es extraña...- Priya la abrazo- Lo bueno es que no eres tonta y sin ti no hubiera soportado todas esas burlas en el colegio, Erika hizo un excelente trabajo contigo.- le dio un beso en la mejilla. La sesión con Erika término y había llegado la hora de Al pues iban a usar la idea que dio Victoria, en la caja de los labiales el hombre con muchos besos en su rostro, cuello, parte del pecho y camisa. - Ponte esto.- dijo Victoria pasándola un labial a Matt. - ¿Por qué?- alzo una ceja confundido. - Porque serás tú quien besuquee a Al en todos lados.- sonrió con malicia. - Dale los tres colores del paquete, se verá mejor con todos.- dijo Erika. - Los sacrificios que tiene que hacer uno por sus amigos.- dio un suspiro. - Como si no te encantará besuquearme.- Alberto soltó una risita ronca y juguetona. - ¡Matt... solo en la parte superior!- gritó Leo burlón. Su respuesta fue sacarle el dedo medio a su adorado hermano mientras lo escuchaba morirse de risa. Todas las fotos fueron sacadas y serian entregadas en dos días pues Zoe iba a sacar las mejores para que Erika se las presentara a sus empleados en Miami. - ¿Tom sabía que podías mover las caderas así?- preguntó Dante al verla quitándose el maquillaje. - No, jamás lo supo.- sonrió divertida. - Hermosa sorpresa que se llevará cuando le mande el video.- le mostró el móvil y ella soltó una carcajada. - Dile que le mando un beso donde mas le gusta.- lo vio por el espejo. - Que atrevida te has vuelto.- se cruzó de brazos. - Quizás...- se encogió de hombros- Nunca fui inocente y él lo sabe, conoce la peor versión de mí porque él mismo la creo.- se dio la vuelta para verlo de frente ya sin maquillaje. - ¿Qué pasaría si vuelves a verlo?- pregunto curioso. - Le partiría la cara por abandonarme.- tomó su bolso. - Ya te conté lo que sucedió, solo quería protegerte.- Dante frunció el ceño. - Eso no importa, un mensaje explicando que iba a alejarse con un motivo, yo no pedía más...- sintió una punzada en el pecho- Pase días sin dormir pensando en que algo malo le pudo haber pasado, creando ideas estúpidas en mi cabeza y el correo que mando no me dejo satisfecha porque no aclaraba nada.- dio un gruñido moleta. - Espero que puedas perdonarlo en algún momento y que hagan la pases, se casen y tengan mini Toms y mini Victorias.- sonrió dándose la vuelta y yéndose. Victoria resoplo molesta, no le era grato revivir esos momentos y es que en si había un detalle que nadie sabía y era aquella mujer que respondió su llamada y le dijo todas esas cosas, si algún día sus caminos se cruzaban como mínimo le daría una cachetada para liberar su ser de esas ganas perversas.
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