Después de Todo

Diez Años

Diez años después…

Observo a las personas frente a mi sentadas en la mesa de juntas mientras uno de ellos habla dándonos a mi primo y a mí un informe sobre la empresa. Hace ya cuatro años que tomamos el control de la empresa, aunque en un comienzo estábamos nerviosos nuestros padres nos apoyaron y acompañaron, pero un año después Elian y yo asumimos el control por completo.

-          Programaremos la próxima reunión para dentro de tres meses – dice mi primo mientras nuestros asistentes toman notas. Luego de esto los hombres se ponen de pie saliendo de la sala de juntas dejándonos solos.

-          ¿Cuándo llegaran los diamantes? – pregunto tomando mi celular viendo un mensaje de mi madre, el cual respondo de inmediato.

-          Mañana – responde Elian poniendo frente a mí un iPad donde se muestra el informe.

El principal negocio de nuestra familia son las minas de diamantes, por lo que cada cierto tiempo la naturaleza nos sorprende con creaciones magnificas, como los dos diamantes que vienen en camino. Uno de ellos posee un tono grisáceo y el otro es de color n***o, un diamante realmente raro. Por lo que se cuándo mi abuelo estuvo frente a la empresa le daba este tipo de diamantes a mi abuela Antonella, ejemplo que siguió mi padre prueba de esto es el anillo de compromiso de mi madre que rara vez se quita. Un hermoso diamante azul que parece un zafiro, durante toda mi vida he escuchado grandes ofertas por el anillo.

-          Recuerda que en dos días es la premiación – me recuerda sacándome de mis pensamientos – ¿ya viste los nominados? – dice refiriéndose a la premiación del empresario del año

-          ¿alguien nuevo? – pregunto poniéndome de pie para ir al enorme ventanal del imponente edificio Sinclair, una magnifica estructura salida de la mente de mi madre.  

-          Si, una empresaria inglesa – responde mientras yo observo la ciudad – Selene Faragov, ceo de industrias Spegov.

-          ¿industrias Spegov? – me vuelvo a verlo confundido - ¿no son las empresas de Marcel Faragov?

-          Se retiró hace dos años dejando a su hija a cargo de sus empresas – responde mi primo a lo que yo asiento con la cabeza.

Unas horas después estoy corriendo en la cinta del gimnasio que tengo en mi apartamento mientras observo el movimiento de la bolsa y las noticias. De repente y como cada día durante los últimos años pienso en aquella tarde y en ella. Recuerdo lo que sucedió cuando volví a la empresa y hablé con mis padres, ellos me contaron que era lo que había sucedido aquel día y el por qué se vieron obligados a decirme la verdad.

Amara Thomson, la mujer que me engendro y la misma mujer que me rechazo como si fuera un objeto. Mis padres se aseguraron de cubrir todo lo que sucedió en aquel momento.

Aquel día inicio un rumor, una prestigiosa revista público un artículo sobre el hijo menor de esa mujer y al ver una fotografía de este todos apuntaron a mí ya que tenía cierto parecido a mí. Los medios enloquecieron e investigaron lo que sucedió en aquel entonces. Mis padres como aquella mujer lo negaron todo, además de que no hay una sola prueba de la verdad, pero mis padres querían ser sinceros conmigo y por eso me lo contaron antes de que la prensa malversara el rumor y pudieran lastimarme.

Luego de aquella conversación jamás volvimos a tocar el tema y para mí todo quedo en el olvido, mi madre siempre fue, es y será Jenefer Sinclair. La mujer que siempre ha estado conmigo, aun si pienso en mi vida. Es ella quien ha estado en todos y cada uno de los momentos importantes de mi vida.

Dos días después me estoy alistando para asistir a la gala mientras hablo con mi madre que me observa como siempre lo ha hecho, con su inmenso amor por mí.

-          ¿Cómo me veo? – pregunto a lo que ella sonríe ampliamente.

-          perfecto, amor – responde ella y veo a mi padre aparecer besando su cabeza.

-          En un rato nos vemos hijo – dice él sonriendo antes de que se corte la llamada. Termino de vestirme saliendo caminando hasta una de las mesitas de noche tomando mi celular y sonrió como cada vez que observo la postal que compre aquel día en el acuario.

Aquella tarde cuando iba saliendo del acuario y al saber que jamás volvería a verla, compre una postal del lugar como recuerdo. Desde entonces la he guardado como mi más valioso tesoro. Esa chica apareció en mi vida como un faro en medio aquel instante oscuridad y a la que durante años he deseado encontrar.

Me adentro en el ascensor bajando al estacionamiento donde elijo uno de mis autos y en instantes ya estoy en camino al lugar donde se llevará a cabo el evento. Al llegar veo a los reporteros en la entrada, bajo del auto caminando en medio de estos sin detenerme hasta entrar encontrándome con mis padres, tíos y mi primo.

-          Hola mamá – digo acercándome a ella besando frente haciéndola sonreír.

-          No sabes lo orgullosa que estoy de ti – dice mientras nos guían a nuestra mesa.

Nos sentamos hablando animadamente entre nosotros. Cuando el evento comienza me pongo de pie cuando mi celular suena, salgo del salón buscando algo de silencio ya que la llamada es importante. Me alejo hasta el salón continuo, pero antes de entrar observo a una mujer de pie en la puerta mirando al interior.

Quedo perplejo al verla porque es bellísima, aunque se encuentre de espaldas. Camino hasta ella siguiendo su mirada, lo que veo me sorprende un poco ya que se trata de una pareja follando. De repente la escucho reír sarcástica entrando al lugar mientras aplaude.

-          Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver – cuando habla siento como un escalofrió me recorre el cuerpo por completo.