La preocupación estaba por primera vez haciendo mellas dentro de la cabeza de Alexei, deseaba con todas sus fuerzas que ese bebe fuera suyo o que en dado caso lo perdiera, cualquiera de las dos situaciones lo colocaban en riesgo. El líder de los Zakone no podía darse el lujo de tener hijos ilegítimos fuera del matrimonio, no podía por el simple hecho de que eso ponía en riesgo la sucesión de su apellido en el poder y con ello traería la desestabilización de sus negocios, pero al mismo tiempo, lo hacía sonreír la idea de tenerla a ella descalza, con un gran vientre y comiendo postres en la sala de estar de su mansión, solo necesitaba corroborar ese embarazo y su procedencia, después se preocuparía de los demás porque si algo tenia claro, era que si ese bebe era suyo, el matrimonio con la

