John miró atónito la pantalla de su móvil. Nadie en su vida le había colgado una llamada. Sin embargo, en esos momentos eso no importaba; lo que realmente importaba era Mila. Ella necesitaba reposo y tomar los medicamentos que se le habían recetado. Durante unos instantes, solo escuchó su corazón latir con fuerza. Un tornado de emociones lo invadía, no sabía qué hacer ni cómo actuar, pero no le gustaba lo que Mila le había hecho sentir con sus palabras. ¿Quién se tomaría unas vacaciones largas de él? Muchas mujeres querían estar con él, sin importar el costo, pero él no estaba interesado en ninguna de ellas. Se dejó caer en el sillón de la sala, soltó el móvil a su lado y se cubrió el rostro con las manos. Gritó un poco para liberar la tensión, luego se masajeó la cara. Necesitaba pensar

