Capítulo 36 - Intercambio y concentración

3440 Words
Arie Bunderson.Ubicación: Mansión Twins – Escocia 2200 horas.   Arvid camina de un lado al otro en la estancia su mirada se posa en mi cada tanto pero no comenta absolutamente nada. Su intranquilidad esta vez me sorprende, de los dos es el quien suele llevar las cosas con calma. Pero desde que supo que Helheim estaba liado con nuestra hermanita ha estado inquieto. — ¿Por qué no te tranquilizas? — pregunto sin mirarlo, moviendo el caballo en el tablero de ajedrez. — Porque esto me huele mal…— pongo los ojos en blanco y suspiro. Me tiene sin cuidado lo que le ocurra a Valkiria y por otro lado me divierte que este en líos, mi querida madre sufrirá un infarto cuando se entere y espero que su jodido corazón se parta a la mitad por estúpida. — Si, lo vienes diciendo desde hace días pero no dices más que eso… — ¿Es que no lo ves? — Como yo lo veo Arvid, los planes del Gamla y la Drottinn están por irse a la mierda…— me burlo esperando que se digne a acercarse y mover la puta ficha del tablero — ¿podrías centrarte en el juego? — le pido señalando la silla frente a mí. El respira profundo peinando su cabello hacia atrás y vuelve a sentarse frente a mí. Mi copia exacta mirándome con atención, unos segundos después mira el tablero y sonríe, tomando el alfil y moviéndolo. — Jaque…— murmura fijando sus ojos en el fuego. — ¿Llamaras a mama? — pregunto después de unos de segundos analizando mi siguiente moviente. — No, no vamos a meternos en esto lo dejamos claro…— me advierte. — ¿Entonces porque te preocupas? — Helheim…— murmura. — ¿Qué con él? — ¿Crees que sea una coincidencia que se conozcan? — Creo que solo se divierte con ella, es más creo que ni tiene idea que esta con la hija del Gamla…— murmuro moviendo mi reina evitando así que su alfil en el siguiente movimiento termine con el juego. — No…— murmura poniendo sus manos sobre su rostro — ¿no viste su mirada? — comenta lo que me hace verlo con atención. — ¿Qué? — Hel sabe quién es Valkiria…— suelta entre dientes y rio divertido. — ¿Y que si lo sabe? — Me inclino hacia el frente — vamos Arvid es una assassin sabe cuidarse el culo y no es nuestro maldito problema…— le suelto echándome hacia atrás riendo — es de papi y mami…— me burlo. — Si Hel va tras Valkiria quiere decir que alguien en la organización sabe sobre ella…— murmura más para sí mismo y bufo exasperado. Ese es el problema con mi gemelo, es un fanático de las intrigas. — ¿Sabes que sería interesante? — comento poniéndome de pie consciente que el puto juego de ajedrez termino. — ¿Qué? — Que la asesinara…— Arvid gira su rostro y me mira con intensidad. Reconozco una chispa de ansiedad en su mirada y suspiro negando. Otra cosa que nos diferencia, él tiene cierto afecto por mi madre que no comparto. Quererla lo hace medianamente susceptible a ella y manipulable. Esa mujer dejo de parecerme increíble en el momento en que nos contó sobre Valkiria y su estúpido plan por sacarla de la organización. Si la muy estúpida de mi hermanita es débil o inútil es enteramente su culpa, nunca debió permitir que siguiera con vida y tampoco debió ayudarla el centenar de veces que lo hizo para que sobreviviera. — Ver a esos dos enfurecidos porque tocaron a su dulce guerrera debe ser interesante, además estamos hablando del bastardo de Hel, por fin lo tendríamos fuera de nuestro camino…— sonrió con malicia — venga debe ser una lucha épica — ¿Qué te hace pensar que podrían asesinarlo? — ¿Que son los líderes y toda la puta organización los idolatra?  — ¿Olvidas que se saltaron como mil reglas desde que Val nació? Y como si fuera poco fingieron y cubrieron su maldita muerte…— rio divertido al verlo preocupado. — ¿Estas sensibilizándote? — pregunto burlón. — No se trata de eso… — ¿Entonces de qué? porque la verdad no estoy entendiendo una mierda Arvid…— suelto en tono serio. Su actitud me patea bastante los huevos. — Valkiria es un cero a la izquierda debió morir en el instante en que abrió los ojos al nacer, sigue viva porque las dioses de alguna estúpida forma la favorecen y porque nuestros súper y poderosos padres se han encargado de mantenerla con vida…— le aclaro mirándolo mal — no es digna de ser llamada assassin y lo sabes…— con eso me giro y echo andar hacia las escaleras harto de su aburrida y tediosa compañía — últimamente te pareces demasiado a ellos…— murmuro hastiado. — Esta en nuestros putos genes Arie…— lo escucho decir elevando el tono y bufo poniendo los ojos en blancos. — Me cago en los genes y en esos dos, por mi pueden arder ambos en el infierno y gustoso lo varia en primera fila…— comento subiendo al segundo nivel. Camino hacia mi habitación y cierro de un portazo. Mi calma y mi paciencia son inexistentes cuando se trata de mis queridos padres y del imbécil de Helheim. Camino hacia mi cama y me dejo caer en ella observando el techo, desde donde puedo ver completamente el cielo estrellado a través del cristal. Desde niños adore la forma en que las estrellas se ven en el firmamento. Me fascinaba la idea de poder saltar de una en una. Sonrió recordando la primera vez que nos quedamos mi gemelo y yo a la intemperie y pude admirar el cielo por primera vez siendo consciente de la magnitud de su grandeza. La puerta se abre y ladeo el rostro para ver entrar a Arvid, camina hacia mí quitándose la sudadera y dejándola sobre el borde de la cama. Me dedica una mirada significativa antes de acostarse a mi lado boca abajo, cierra sus ojos de inmediato y respira pesadamente. — Entiende que pienso que esto significa algo más…— comenta en voz baja. — Y si significa algo más, no nos incumbe…— respondo llevando las manos detrás de mi cabeza — Arvid no nos entrenan para estas mierdas…— murmuro cerrando los ojos. — Es nuestra familia Arie…— rio a carcajadas y me giro para verlo. Sus ojos azules me observan con un brillo divertido en los ojos y niego con la cabeza al notar que en parte habla en serio y otra parte de si sabe que está siendo hipócrita. — Si hay alguien que podamos considerar familia además de nosotros mismos esa seria Lurleen…— sus ojos brillan de inmediato y asiente en acuerdo — incluso podríamos decir que el idiota de Haakon y el bastardo de Helheim…— esta vez sus cejas se elevan y me ve sorprendido — compartimos más cosas con ellos de lo que alguna vez compartimos con Melker o Seren…— me encojo de hombros y poso mis ojos una vez más en el cielo. — ¿Por qué no dejaste que quitaran el cristal en la última remodelación? — pregunta de pronto cambiando de tema y girándose para mirar lo mismo que yo. Me encojo de hombros y suspiro. Esta mansión está en una pequeña isla semi privada de las muchas que conforman Escocia. Solo dos personas saben sobre ella, Lurleen y Melker. Este último es quien ha aprobado todas las modificaciones y equipamiento que tiene nuestra pequeña base secreta. Este lugar es lo más parecido a una casa, a un hogar que tenemos y una vez al año se remodela y se le instalan los últimos juguetes que  la organización puede ofrecer tanto en armamento como en sistemas. — Me gusta ver el cielo… — Lo sé, pero se te dio la oportunidad de hacer un pequeño mirador para esto y te negaste…— me mira con curiosidad y rio. — No es lo mismo follarte a la mujer que te vuelve loco en un jodido mirador que en tu cama…— me encojo de hombros y Arvid ríe negando. Sé que es extraño que ambos hayamos perdido la cabeza por la misma mujer y que nos importe tan poco compartirla, pero la verdad no podría ser de otro modo y el esta tan consciente de ello como yo. Aunque muchas veces nos celemos y queramos golpearnos por su causa no puede ser de otra manera. — En eso tienes razón hermano…— concuerda y ríe con arrogancia — solo que ambos sabemos que ella prefiere la mía — mi mano se dirige directamente a su pecho donde lo golpeo con fuerza haciéndolo reír. — Ambos sabemos que si de preferir se trata ninguno de los dos estamos en su lista de prioridades…— suelto con amargura — Helheim siempre va dos pasos por delante…— murmuro imaginando lo genial que seria que mis padres supieran sobre él y Valkiria — insisto los lideres deberían saber en que anda su traviesa hija…— rio suavemente y Arvid me observa serio. — No vamos a meternos en esto, tarde o temprano lo sabrán…— cierra sus ojos y suspira — déjalo estar y yo lo hare…— comenta despreocupado y asiento. — Hecho… — Buenas noches hermano…— murmura y sonrió. — Buenas noches hermano.   Aren BrengtssonUbicación: Prisión Helheim – Norte de Noruega. 1130 horas.   — ¿Qué quieres Brengtsson? — pregunta el sujeto detrás del escritorio con expresión hastiada. — Vaya bienvenida…— ajusto mi saco y sonrió de lado. — No estoy de humor…— suelta mirando la pantalla que tiene frente a si — estos locos de mierda no paran ni un solo jodido día…— rio porque si, Helheim es un desastre y un caos constante. — Quiero saber sobre los ganadores de uno de los juegos…— suelto dispuesto a terminar con esto pronto y poder dejar al pobre hombre con su locura. — ¿Tienes autorización para eso? — pregunta sin verme. — ¿la necesito? — pregunto elevando una de mis cejas y el suspira. — No la verdad es que no, pero tenía la esperanza que al escuchar eso te largaras…— rio y niego con la cabeza — ¿año y numero del extraído? — me pide y sonrió. — 2012, KH230 — el asiente tecleando con rapidez en el ordenador después de unos segundos su ceño se frunce y me mira con curiosidad. — ¿No es el chico que sacaste? — Pregunta con curiosidad y asiento — ¿Por qué te interesan sus orígenes? — continua tomando un pequeño dispositivo de almacenamiento y copiando la información para mí. — Simple curiosidad… — Conociste a su madre…— comenta con una media sonría. — Una mujer interesante…— respondo recordando nuestro encuentro. — Lo interesante aquí es su padre…— suelta burlón — la mujer murió tres años después de la extracción aunque ese sujeto sigue vivo de alguna forma…— mis cejas se elevan con interés. — ¿De verdad? — tomo el dispositivo que me tiende y asiente. — Es alguien realmente retorcido…— esas palabras captan mi atención y sonrió — además es demasiado listo…— eso explica muchas cosas en Kol. — Gracias… — Como sea, ¿vendrás a los próximos juegos? — Pregunta con curiosidad — los chicos nuevos no son tan divertidos como ustedes — agrega y rio. — No, por ahora tengo cosas más interesantes de las que ocuparme… — ¿Cómo ese chico de cabello blanco? — pregunta y rio. — Entre otras cosas, nos vemos Beiner…— con eso me pongo en pie y camino hacia la puerta. — ¿Ella como esta? — pregunta de pronto y sonrió. — Hermosa, sexy y letal…— respondo mirándolo sobre mi hombro — Lurleen es todo lo que debe ser una assassin no te preocupes…— sonríe y asiente satisfecho ante mis palabras. Una vez en el sombrío pasillo observo el dispositivo en mis manos, si hay algo que mueve a Kol Helheim es la curiosidad, el saber cosas nuevas. El conocimiento es poder y para Hel este siempre es algo a lo que no puede resistirse. Y esto es solo una ficha de cambio en un juego que estoy seguro que ha iniciado sin imaginar la magnitud de los implicados y las consecuencias de sus decisiones y acciones. Camino por el pasillo y mi teléfono vibra en el interior de mi bolsillo. Cuando lo saco es una alerta de desaparición de uno de los miembros de la organización. Mi ceño se frunce porque estas alertas solo ocurren cuando mueren. Me pongo en marcha para investigar de quien se trata y llevar a cabo la búsqueda de algún cadáver de existir. Una de mis labores en la organización es conocer el paradero de cada uno de los miembros activos. Por lo que la alerta me sorprende.   Valkiria BundersonUbicación: Yate Valhalla – Mar del norte. Hora: 5:30 pm   Todo mi cuerpo duele cuando abro los ojos, en especial mi mandíbula, la cual por inercia toco con una de mis manos y me quejo ante el increíble dolor que siento. Miro a mí alrededor y descubro que estoy en la cama de Hel. Miro a mí alrededor notando su ausencia. Cierro los ojos y respiro profundo intentando pensar que paso después que el idiota me golpeo. Cuando me apoyo en mis brazos para mirar mejor a mí alrededor descubro que estoy desnuda y que tengo moretones en el abdomen mi ceño se frunce, al ver el borde sombreado de las letras que decoran la manopla con la que Hel me golpeo. — Maldito salvaje…— murmuro rosando la piel adolorida. — Gracias…— su voz me hace elevar el rostro y encontrarlo delante de mí como los dioses lo trajeron al mundo. Mis ojos se deleitan con su perfecta anatomía, mientras lo observo secarse el cuerpo con una toalla oscura. La sexy V que forman sus oblicuos me conducen a su entrepierna donde su magnífico m*****o es víctima de la gravedad. — ¿Cómo te sientes? — pregunta en tono burlón y desvío mis ojos de su polla para enfocarlos en esa otra parte de su cuerpo que me gusta tanto. — ¿En serio tienes el descaro de preguntar? — ríe y se encoge de hombros. — El tiempo contigo ha estado afectándome, comienzo a ser descarado…— pongo los ojos en blanco dejándome caer en la cama y quejándome en el proceso. — Todo me duele…— me quejo y vuelve a reír, al mismo tiempo que sube sobre la cama llamando mi atención. — Era la idea, la próxima vez no bajes la guardia, la información por más sorprendente que sea no debe ser factor de distracción para un assassin…— murmura colocándose sobre mí. Mi cuerpo se tensa y cada maldito musculo se queja por la acción, sus ojos se encuentran con los míos y sonríe con malicia, mientras sus piernas separan las mías. — ¿Qué haces? — pregunto cuando una de sus manos se desliza entre ambos hacia mi entrepierna y presiona sobre mi clítoris. — Melker y Seren Bunderson…— murmura sobre mis labios mientras sus dedos diestros hacen maravillas con mi excitación — tuvieron gemelos en 2012, unos sanos fuertes y muy inteligentes gemelos…— agrega haciendo presión contra ese pequeño punto lleno de terminaciones nerviosas — no eres hija única Valkiria…— cuando pronuncia mi nombre dos de sus dedos se deslizan hacia mi centro separando mis pliegues tanteando mi entrada. Gimo sobre sus labios y abro los ojos cuando me penetra con ellos, lo hace de forma suave, delicada y dulce. Cosa que me sorprende, pero sus ojos brillan con malicia haciendo del acto en si algo por lo que siento desconfianza. — Se entrenaron como cualquier otro assassin en la organización con la ventaja que siempre han sido dos y el uno le cuida la espalda al otro por lo que enfrentarse a ellos siempre ha representado un reto interesante…— sus dedos se mueven en mi interior tocando y presionando sobre mi punto G arrancándome un jadeo entrecortado — concéntrate Bunderson…— gruñe sobre mi rostro y trato de seguir el ritmo de sus palabras y no de sus dedos en mi sexo. — ¿Dónde están? — pregunto en un gemido bajo que lo hace sonreír. — Los conociste el otro día en el centro comercial...— cuando dice eso mis ojos se abren de golpe y mis manos se posicionan sobre su pecho para alejarlo y verlo sorprendido. — ¿Esos dos? — pregunto incrédula. — Arie y Arvid Bunderson son tus hermanos Valkiria…— susurra juguetón sobre mi oído mientras sus dedos reanudan su entrada y salida de mi cuerpo — no quiero que te corras si lo haces te daré otra paliza y esta la recibirás consciente…— murmura mordiendo el lóbulo de mi oreja mientras intensifica los movimientos de su mano y su palma se frota contra mi clítoris. — Kol…— gimo su nombre intentando apresar su mano pero me lo impide con su cuerpo — para…— gimo y el continua con la tortura. — Aunque siempre creíste que eras hija única tus hermanos siempre han sabido de ti…— esas palabras me hacen abrir los ojos como platos. Porque entonces ese día en el centro comercial ellos…un gemido sale de mis labios cuando Hel agrega un dedo más a mi interior y me restriego con desespero a nada de correrme. — Si te corres lo lamentaras Bunderson…— amenaza posando sus oscuros ojos en mi — escucha la información completa no dejes que tu cuerpo le gane a tu mente…— insiste rotando sus dedos en mi interior lo que me hace abrir más las piernas y gritar de placer — tu madre les conto sobre ti cuando tenían cerca de 18 años, porque ambos tanto Melker como ella querían sacarte de la organización en algún punto y querían dos perros guardianes para ti…— uno de sus dedos se flexiona en mi interior volviendo alcanzar ese punto que me hace arquear la espalda — ambos se negaron porque los dos piensan lo mismo que yo…— sus labios se deslizan hasta los míos y mi atención se centra en sus ojos observándome. — Para Kol…— suplico cuando su palma se presiona con más fuerza, mis piernas se contraen y empieza a temblar. Me quejo de dolor y de placer al mismo tiempo mientras el ríe divertido sobre mi boca. — Debiste morir cuando naciste…— el orgasmo llega con esas palabras y me arqueo soltando un grito que ahogo cuando muerdo mis labios evitando que termine de dejar mi boca. Mi cuerpo se estremece y tiemblo sin control mientras Kol se separa de mí y me ve con esa expresión indescifrable. Trago con dificultad sintiendo los espasmos en mi cuerpo y como puedo me obligo a centrarme en él, porque sé que no ha terminado conmigo. Cosa que confirma cuando toma su polla y empieza a masturbarse delante de mí. — ¿Recuerdas las pruebas en las islas? — pregunta en un gruñido ronco. Pero permanezco en silencio contemplándolo. Es una maldita escena demasiado excitante de contemplar. Sus cuerpo apoyado en sus piernas, estas ligeramente separadas, una de sus manos bombeándose en su endurecido falo y los músculos de su abdomen sumamente tensos. — Bunderson…— suelta elevando el tono sacándome de me ensimismamiento — atenta con un demonio…— me espeta deteniendo su mano y soltando un gruñido. — ¿Qué? — no responde sino que sale de la cama y me observa durante un instante. — Sal de la puta cama, perdiste la oportunidad de tener un ventaja en lo siguiente que haremos…— con eso se gira y camina hacia al armario dándome una hermosa vista de su culo.  
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