—Luca —susurró Matt observando por el monitor al Beta que caminaba a paso firme hacia la sala en donde se desarrollaba la reunión. Los otros tres se acercaron rápidamente a la pantalla y pudieron apreciar al lobo con claridad. Cló elevó la mirada, la clavó dos segundos en Bruno quien le devolvió el gesto y ambos volvieron a concentrarse en lo que sucedía. Ni bien Luca llegó a las puertas de la sala, siguiendo el consejo de Nate de caminar a paso firme, como si fuese un insulto que alguien lo detuviese para preguntarle qué rayos hacia allí, se plantó delante de los guardias y esperó a que le dieran paso al salón. Los guardias, un tanto intimidados por tan poderoso hombre, se miraron contrariados y abrieron ante la orden que Nate había dejado antes de ingresar a la reunión sobre dejar p

