Le seguí con la mirada hasta asegurarme de que realmente se había ido. Negué bruscamente con la cabeza y dejé escapar un pesado suspiro. Espero que se vaya pronto. —¿No es un amor?— la voz de mi madre se extendió por la habitación. —No lo es.— confirmé la pregunta de mi madre, consiguiendo que ella dejase escapar una corta risa. Seguidamente dejé el plato que me había traído Riku sobre el escritorio. No tenía ganas de seguir comiendo, con los trozos que ya me comí había saciado mi hambre. —Se merece una oportunidad y lo sabes.— volvió a hablar mi madre, intentando convencerme de que él era el "adecuado". —No creo que... Se merecerá algo, pero dudo que... No puedo dejar que ligue conmigo como si nada, aparte de que Simon... —¿Estás enamorada de él? Ahora hablo de Simon.— arqueó una ce

