Capítulo dos

1930 Words
En el momento en que Charlie bajó del auto, vio a Paul correr hacia Sara que daba pequeños brinquitos sin moverse de su lugar. -Buenos días amor -lo escuchó decir mientras giraba con Sara en sus brazos. -Hola amor -escuchó a Sara responder emocionada y abrazándose al cuello de Paul. -Te ves hermosa, cariño. Charlie suspiró y se recostó sobre el capó de su auto mientras esperaba que la asquerosamente dulce parejita terminara de saludarse. Finalmente, después de lo que parecieron horas, Paul giró la cabeza, viendo a Charlie que les sonreía. El chico le devolvió la sonrisa y asintió en modo de saludo. -Hola Charlie ¿qué tal Europa? -preguntó. -Todo bien Paul -respondió y se alejó del auto. -¿Ningún francés se le acerco a mi chica? -bromeó y Charlie soltó una risita. -Hubo muchos chicos detrás de mi hermana -respondió divertido y se encogió de hombros-. No es algo que haya podido evitar, ya sabes que mi hermanita es muy linda. -Eso lo sé de primera mano. -¡Oh, basta! -chilló Sara cubriéndose el rostro con el cabello-. Me sonrojan. -¿Y qué tal las francesas? -bromeó Paul, lanzándole una mirada a Charlie que enseguida se volvió tímido. -Lindas -respondió sutilmente. -De hecho, fueron más las italianas -dijo Sara con una sonrisa divertida-. Mientras paseábamos por Roma muchas chicas estuvieron detrás de él y ni siquiera las tomó en cuenta. -Oh, Charlie -se quejó Paul-. Hablamos de esto amigo. -Lamento ser un nerd -respondió con un encogimiento de hombros. -Pero eres un nerd muy caliente -dijo otra voz y Charlie giró la cabeza para encontrar a Jane, vestida en su uniforme de porrista, acercándose junto a su novio Stefan. -Eso hasta yo lo acepto -asintió Paul. -Y yo -dijo Stefan. -Me van a sonrojar -bromeó Charlie. -Y bueno ¿Qué hay de nuevo familia Loyer? -preguntó Jane-. Hablaban de las conquistas de mi semental aquí presente -bromeó apuntando a Charlie-, porque juro que si vuelvo a verlo suspirar por Hastings yo… ¡ME HAGO LA CALVA! Así que actualízame Sara, espero que hayas cumplido la tarea a cabalidad. Sara hizo una mueca y suspiró. -Lamento informarle mi capitana, que la misión fue un fracaso. El objetivo no observo nuevos horizontes. -¿Qué? ¿De qué hablas Sara?... ¿horizontes? -¡Dios, Jane! Que Charlie no observó traseros, ni nada. Solo se concentró en conocer las ciudades que visitamos… incluso Henry y Lean intentaron que saliera con alguna chica o algo, pero se negó. -Argh -gruñó Jane-. Supongo que seguiremos viéndote lanzarle ojos de corazón a Brenda. -Disculpa -respondió Charlie sintiéndose indignado-. Yo no le mandó ojos de corazón a nadie. No sé a qué te refieres. -Ah ¿no? -Por supuesto que no. -Pues alguien tomó tu celular está mañana y se le fue la mano esta mañana mientras hacía del número tres. -¿Qué? ¿A qué te refieres Jane? -Todos notamos el like en la última publicación de Brenda. Charlie enseguida se sonrojó. -Si -negó-, sigo sin entenderte -susurró mientras empezaba a alejarse-. Y ¿Qué es eso del número tres? ¿acaso es real?... ¿sabes qué? Prefiero no saberlo. Jane soltó una risita y trotó hasta acercarse a Charlie. -Igual, Brenda se lo pierde -dijo con seriedad-. Eres todo un partidazo, mucho mejor que el estúpido neandertal que tiene por novio. -Eso es completamente cierto -asintió Stefan acercándose-. Es un tonto prepotente. Charlie sonrió divertido. -¿Sigue pavoneándose por ser el quarterback? -Aun no entiendo como consiguió el puesto si es muy malo. -Bueno, es un hijo de papi -dijo Jane-. Pero no te preocupes cariño, los cazatalentos de Princeton te notarán mientras que a él seguramente tendrán que comprarle la entrada a la Universidad. Me refiero a que ni siquiera sé cómo continua en el equipo si sus calificaciones no son perfectas, apenas son lo suficiente. -Hey -una voz se sumó a la conversación y pronto Tyler se colgaba de los hombros de Charlie y Jane- ¿Hablaban de Jacob? Porque si es así, entonces confirmo. -Hola Ty -asintió Charlie. -¿Qué tal Charles? Los extrañé tanto este verano. -Nosotros también te extrañamos grandote -dijo Sara, golpeando la espalda del chico. Subieron los escalones y cruzaron las puertas de la escuela, despidiéndose para dirigirse a sus casilleros. Jane le dio un par de besos a Stefan antes de dejarlo marchar junto a Paul y Sara, y luego se giró para entrelazar sus brazos con los de Charlie y Tyler. -Sabía que ya estaría aquí -murmuró Jane lanzando una mirada divertida a uno de los casilleros. Charlie dirigió su mirada al lugar que señaló Jane y se encontró a Blair ordenando sus libros en su casillero y portando el uniforme de porrista. Blair les lanzó una sonrisa cuando los vio acercarse y Charlie notó como Tyler se ponía nervioso. -¿Acaso ayudaste a abrir la escuela hoy? -bromeó Jane lanzándose a abrazar a su amiga. Blair soltó una suave risita. -Solo estaba emocionada por volver y verlos a todos -dijo, recorriendo los rostros de los tres con la mirada, pero Charlie notó como se detuvo brevemente en Tyler mientras se arreglaba el cabello. -Si, claro perra -respondió Jane, alejándose para abrir el casillero junto a Blair- ¿Qué tal el verano en Mallorca? -Genial -respondió Blair mirando a Tyler antes de regresar a su propio casillero. Charlie sonrió divertido mientras abría su propio casillero situado en la fila de enfrente. El casillero de Tyler estaba a dos puestos del suyo, y Charlie vio claramente como se sonrojaba mientras trataba de armarse de valor para hablarle. -¿Y qué tal te fue en tu verano, Charlie? -le preguntó Blair-. Debió ser genial irse sin supervisión adulta. Jane soltó una risa divertida. -Si, porque los gemelos no son para nada adultos. Charlie negó con una sonrisa curvándose en su propio rostro. -Fue genial -respondió-. Roma estuvo fantástica. -Ojalá lo dijera por las chicas, pero solo se refiere al arte y la cultura -bufó Jane. -Y la comida -acotó Charlie. -Por supuesto, tonta de mí -bromeó Jane, golpeándose la frente con la mano- ¿Cómo podría faltar la comida? Charlie puso los ojos en blanco y su casillero con el codo mientras se ponía la mochila sobre el hombro. Tyler a su lado iba a decir algo, cuando de pronto sintió una mano agarrar su cabeza y estrellarlo contra la puerta de su casillero. Escucha una risa burlona mientras ajusta su mirada en su agresor. Jacob. No debería sorprenderse. -Miren que tenemos por aquí -les dijo Jacob a sus amigos con esa sonrisa socarrona-. Loyer ¿Qué tal tus vacaciones? -preguntó y se cruzó de brazos como si realmente esperara una respuesta. -Vete Jacob -gruñó Tyler. La sonrisa de Jacob se perdió y deslizó su mirada de Charlie a Tyler. -Tú no me dices que hacer. -Me importa una mierda si eres el capitán del equipo, no te permitiré que le sigas haciendo daño a mi amigo, así que vete ahora. Charlie notó enseguida la mirada feroz de Jacob y como su nariz se ensanchaba, así que se paró derecho queriendo estar listo en caso de tener que interrumpir. Podía dejar que lo molestaran, ya estaba acostumbrado a este idiota, pero no podía permitir que Tyler se metiera en problemas con el capitán de su equipo. -En primer lugar, Davis -escupió las palabras con odio-, no vuelvas a decirme que hacer. Segundo, yo haré con Loyer lo que se me venga en gana y ninguno de ustedes lo podrá evitar ¡Grábenselo! -se acercó y golpeó el pecho de Tyler con el dedo índice para luego señalar a sus dos amigas. Volvió su mirada a Charlie y le dio esa sonrisa maliciosa- Ahora -suspiró-, me voy querido Charlie, disfruta tu primer día de clases. Charlie se removió en su lugar cuando lo vio alejarse con sus dos orangutanes pisándole los talones. -No entiendo porque le permites hacerte daño, Charlie -gruñó Jane acercándose-. Quiero decir, has practicado artes marciales desde antes de aprender a caminar, bien podrías barrer el suelo con ese imbécil presumido y prepotente… ¡Ay, como lo odio! Maldito bastado. -Cálmate Jane, todo está bien -respondió Charlie. -No, nada está bien -negó. -Jane tiene algo de razón -dijo Blair. -Si, seguro que si le muestras tus habilidades es capaz de hacerse en los pantalones -bromeó Tyler, tratando de aligerar el momento-. Sería bueno que aprendiera a respetar a los demás. -No voy a pelearme con un idiota como él -respondió Charlie. -Si, porque eres un arma letal -dijo Tyler haciendo poses, lo que logró hacer que Jane sonriera-. Seguro lo mandas directo al hospital, como al grandote en tu ultimo combate. Charlie hizo una mueca al recordarlo. -Si, y por eso no puedo pelear con alguien fuera de la lona chicos -dijo-. Además, no merece el esfuerzo de tu odio, Jane ¡Este es nuestro último año! Debemos disfrutarlo desde el principio. -No entiendo como eres tan optimista -gruñó la porrista. -Porque de negatividad no se cosechan las victorias. Jane suspiró. -Bien -farfulló-, pero lo dejaré pasar por ahora. Porque la próxima que lo vea le pondré la punta de mis zapatos en medio de las piernas. Tanto Tyler como Charlie hicieron un gesto de dolor. Blair soltó una risita. -No te detendré entonces. La campana resonó y enseguida los estudiantes empezaron a moverse por los pasillos en busca de sus salones. Charlie vio a Paul acercarse hablando animadamente con Stefan, mientras Sara miraba su teléfono a un lado de Paul. -¿Alguno de ustedes tiene el primero periodo con Russell? -preguntó Paul tan pronto se detuvieron frente a ellos. Los ojos del chico se posaron en la ceja de Charlie-. Oye ¿Qué te pasó en la cara? Charlie frunció el ceño y fue ahí cuando sintió un pinchazo por encima de su ojo derecho. Sara entrecerró los ojos y se acercó a su hermano para examinar la herida. -Fue ese imbécil ¿verdad? Charlie se apartó y se pasó la yema del dedo en el lugar del golpe para aliviar un poco el dolor. -No es nada, está bien -respondió-. Ah, y yo tengo clase con él ahora así que deberíamos irnos porque es intolerante a los retrasos. -No te escabullas de esta conversación, Charlie Loyer -chilló su hermana-. No puedes dejar que siga molestándote. -No ha pasado nada grave, lo prometo -le dijo-. Tendré más cuidado ¿bien? Sara negó y se giró para despedirse de Paul y los demás antes de irse a su salón sin responderle a Charlie. -¿Se fue cabreada? -le preguntó a Paul. -Muy cabreada -respondió su amigo. Charlie suspiró. -Hablaré con ella luego, ahora vámonos -dijo empezando a alejarse-. Los veré en la cafetería. -No te metas en problemas hasta entonces -le dijo Jane con seriedad. -Ya sabes que yo no los busco -respondió Charlie. -¡Esperen! -gritó Stefan-, también voy con ustedes. Le dio un rápido beso a Jane y trotó para acercarse a ellos. Al llegar al salón, caminaron rápidamente a los asientos agradecidos de que su maestro aun no aparecía. Charlie se sentó cerca de la ventana, con Paul delante de él y Stefan a su lado. Otro grupo atravesó la puerta justo cuando Charlie levantaba la mirada, y su respiración se entrecortó cuando se encontró con Brenda Hastings entrando. -¿Entonces? -escuchó susurrar a Stefan-. Buen inicio de año ¿no? -bromeó y Paul soltó una risita. Naturalmente, Charlie se sonrojó y escondió la cara. -Cállate, Miller.
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