De Oruga A Mariposa

Keith Suarez, es una joven de 22 años de edad, puede parecer que está en sus mejores años y que ella está en la edad indicada para comerse el mundo, pero nada es lo que parece. Flashback... Cuando tenía ocho años mamá se marchó de casa dejándome sola con mi padre y dos hermanos ya mayores, papá dice que nos dejó para irse a vivir su amor prohibido con otro hombre, pero la verdad siempre he sabido que mi madre nunca nos quiso y que nos abandonó a la primera oportunidad, mi padre es un hombre violento y muy recto, hasta parece que estuvo en la milicia, cuando cumplí los dieciocho años papá me empezó a ver con otros ojos, es como si yo tenia algo que a él le agradaba. Recuerdo que una noche lluviosa mientras recogía la mesa mi padre se me acercó por detrás de una forma inapropiada, y me susurró al oído unas palabras que jamás olvidaré "Keith ya eres una jovencita muy bien criada gracias a mi y a estos años que te he mantenido, debes pagarme con creces lo que he invertido en ti, así que no pongas seguro a tu puerta esta noche, eres mi nenita" Mi corazón se aceleró y mis labios se resecaron muy rápido, me demoré un rato más de lo normal en la cocina, dándole tiempo a que surgiera un milagro y mi padre se haya quedado dormido. Terminé de lavar los trastes, me quité los zapatos, los tomé en mis manos y subí las escaleras muy despacio, noté que la puerta de la habitación de mi padre estaba cerrada así que en cierto modo sentí un gran alivio, abrí la puerta de mi habitación muy despacio, entré, cerré y le puse seguro a la puerta, pero mi pesadilla apenas empieza, cuando me di la vuelta noté que mi padre estaba sentado en mi cama sus ojos me miraban fijamente, su mirada me asustaba, intenté volver a salir pero este lo impidió —Shhh... Cierra la boca Keith, no quiero que tus hermanos se vayan a despertar o te irá peor, tú decides, ahora quitaré mi mano de tu boca si me prometes que no gritaras— Asentí con la cabeza dándole a entender a mi padre que no gritaría —Muy bien, buena chica ¿sabes por qué estoy aquí verdad? — —No quiero que me hagas daño papá — —No te haré daño, al contrario, te enseñaré muchas cosas muñequita — —¿Por qué papá? Deberías de cuidarme soy tu hija, por favor padre aún estas a tiempo de revertir esto, sal de mi habitación por favor y te prometo que nunca hablaré de esto con alguien, te lo juro — —¿A ti quien te dijo que yo no quiero hacer esto? Tu madre me abandonó por irse con otro hombre, me dejó solo con ustedes tres, desde entonces no he vuelto a tocar a ninguna mujer ¿ya entenderás las ganas que traigo verdad muñeca? — —Por favor papá, no me hagas daño, soy tu hija no me puedes ver con malos ojos, no debes hacerme tal daño, piénsalo por favor, recapacita — —No tengo nada que pensar ni recapacitar, así que ya cierra la maldita boca o te irá peor, eres una zorra como tu madre y tarde o temprano debes hacerte una mujer y que mejor que tu padre para vivir esa experiencia, yo te cuidaré, así que ven aquí – —No, no, no... Papá no por favor no — Fue inútil que le rogara, me acercó a él como un animal, rasgó mi ropa, me lanzó a la cama y empezó a manosearme, rompió mi ropa interior me tocaba como una bestia, las lágrimas se hicieron presente, mis latidos se hicieron más rápido y mis ganas de morirme aumentaron. Esa noche ese hombre al que he llamado papá por dieciocho años me robó la inocencia, destruyó mi mundo, mis sueños, me destrozó desde adentro, hoy tengo veinte años y aún no puedo superar ese horrible día. No tengo a donde ir, desde el primer día que mi padre abusó de mi ya no soy la misma, en estos últimos años le he prestado mi cuerpo para que este se sacie como un perro, quizás suena de forma extraña pero es la verdad, o tal vez muchos se preguntarían el porqué aún sigo aquí, al lado de un hombre que abusa constantemente de mi, la respuesta es fácil, no tengo a donde ir, y no creo que nadie quiera dar un centavo por mi, ya no valgo nada, y pues creo que me resigné a ser la víctima toda mi vida, ya no me resisto a que ese horrible hombre abuse de mi, cada vez que llega borracho y drogado hace lo que le da la gana conmigo, yo ya no tengo fuerzas para seguir luchando, no tengo a donde ir, tengo que seguir aguantándolo hasta que surja un milagro, solo así me podría ir de casa y ponerme a trabajar para salir adelante, estoy tan desesperada que sería capaz de tirarme de un puente para acabar con este dolor y sufrimiento. Una mañana me levanté con un dolor enorme en el vientre bajo, no le puse mucha importancia ya que lo más probable es que sea el dolor de mi periodo que se acercaba, la verdad no soy muy regular, hice mis quehaceres como de costumbre, cociné y hasta fui al mercado hacer las compras de la semana de lo que hacía falta en la despensa , al llegar a la casa el dolor se incrementaba aún más, me tomé un calmante y decidí recostarme para que este haga su efecto, las horas pasan y el dolor aumenta aún más, empecé a sudar, sentía frío y náuseas a la vez ¿Qué me estará pasando? Tomé el teléfono y llamé a emergencias —Emergencias buenas ¿Cómo podemos ayudarte? — —Hola necesito ayuda me duele mucho — —Hola, hola… — solo recuerdo haber colgado el teléfono, cuando abrí los ojos ya estaba en la sala del hospital, miré para todos lados y me percaté de que no había nadie y de que en mi brazo tenía un suero, intenté quitarlo y fue justo ahí cuando entró una de las enfermeras —Señorita no se levante, está usted muy débil aún — —¿ Que me pasó? — —Usted llamó a emergencias, cuando llegaron los paramédicos a su casa usted había perdido el sentido, estaba tirada en el piso, ellos la tomaron y la trajeron hasta aquí — —Ya me acordé ¿y que es lo que tengo enfermera? Porque recuerdo que me dolía mucho — —Tranquila, no es nada grave, estas cosas pasan cuando el bebé se está posicionando — —¿Que fue lo que dijo? — —Que usted está embarazada señorita, y debemos de comunicarnos con sus padres, ellos deben de responderle unas preguntas a servicios infantiles — —No, señorita enfermera, no puedo estar embarazada, esto es un error, y por servicios infantiles no se preocupe que yo ya soy mayor de edad — —No es error lo de tu embarazo, te hicimos varios exámenes uno de ellos fue el de embarazo mismo salió positivo, tienes dos meses de embarazo, como no tenemos tus datos hicimos los análisis anónimos hasta saber quien eres tú ¿Cuál es tu nombre pequeña? — —Me llamo Keith Suarez, por favor no llame a mi padre, él no puede saber que estoy embarazada, por favor señora, no le diga nada — —Lo siento Keith, pero ya sabes como son las reglas de este país, pero no te preocupes que todo saldrá bien, no tengas miedo cariño, tú y tu bebé estarán bien — —No quiero a este bebé, este bebé está maldito, no lo quiero — —Tranquila, sé que eres muy joven aún para ser madre, y que esta noticia te sacó de onda pero con el tiempo lo vas a querer, es solo cuestión de tiempo — —No lo quiero, no lo quiero, saquen este monstruo de mi, tengo derecho a elegir, y yo elijo abortar — —Tranquila Keith, te pondré un calmante para que puedas dormir, estás muy alterada y eso afecta tu salud y la del bebé que esperas, al despertar tendrás clara tus ideas y sabrás que hacer— —No quiero que me pongas a dormir, lo que quiero es que me saques a este niño, por favor — —Está bien, está bien… — Me empecé a sentir débil, y mis ojos se comenzaron a cerrar, creo que fue el calmante que me puso la enfermera. Desperté y cuando mis ojos se aclararon alcancé a ver a mi lado a quien no quería ver, mi padre —¿ Estas bien Keith? Tranquila que tu padre está aquí — ¿Y a este que moscas le pico? ¿Por qué me estará hablando con tanto amor? Miré hacia el otro lado y noté que habían unas personas muy extrañas en la habitación, eran tres personas, dos de ellas salieron de la habitación y solo se quedó allí una señora, misma se acercó hasta mi cama —Buenas noches Keith, mi nombre es Vanessa y soy de servicios infantiles, estoy aquí para hacerte unas preguntas, no tengas miedo todo estará bien — —¿Que quiere usted saber? — —Quiero que me digas quien te hizo esto, no tienes que hablar, solo asiente con la cabeza, te haré unas preguntas muy breves ¿estas lista?— Miré fijamente a la señora Vanessa y asentí con la cabeza indicándole que estaba lista —Esperen, esperen… yo soy el padre de esta joven y no he dado el permiso para que ustedes hablen con ella, esto es ilegal — —No señor Suarez, usted ya no tiene que autorizar nada, inmediatamente su hija se embarazó ella misma autoriza que es mejor para ella y para su bebé, tenemos pleno conocimiento de que su hija ya es mayor de edad, así que cierre la boca y salga de la habitación — —Pero, pero… — —Salga señor o lo haré sacar a la fuerza — —Está bien, yo saldré por mi propia voluntad, Keith cariño, sabes que papá te ama mucho y que siempre estará para ti y tus hermanos ¿lo sabes verdad? Te amo muñequita — Inmediatamente mi padre mencionó a mis hermanos y me dijo muñequita supe que me estaba amenazando, eso quiere decir que no puedo decirles nada a servicios infantiles o estaré en problemas —Bien Keith, disculpa este inconveniente, pero es necesario que te sientas libre de hablar y con tu padre aquí presente no lo harás, ahora dime una cosa ¿tu padre alguna vez te ha tocado inapropiadamente? — Miré para el otro lado de la habitación, bajé la mirada y en voz baja respondí —No— —¿Estas segura Keith? No mientas para protegerlo, estas a tiempo de denunciar, si ese señor te hizo algún daño dímelo y te ayudaré a ti y a tu bebé — —Mi padre no me hizo nada, pero si quiero que me ayuden en algo — —Bien cariño, dime y sabré si te puedo ayudar — —No quiero tener este bebé ¿puede usted ayudarme a abortar? — —Te ayudo con una condición, dime quien es el padre de tu bebé — —Este niño es hijo de un chico que conocí por r************* , nos encontramos, tuvimos relaciones sexuales sin protección y pues nunca imaginé que quedaría en embarazo, el chico me bloqueo de todas las redes después de haberse acostado conmigo y pues por obvias razones no quiero decirle que en nuestra primera noche quedé embarazada — —Bien Keith entiendo, te ayudaré, tienes derecho de elegir si quieres o no este bebé — —Gracias señora Vanessa, muchas gracias — Aunque sabía que le estaba mintiendo a esta señora, por un lado me dio alivio decir esa mentira ya que gracias a eso podré deshacerme de este problema, lo que llevo dentro de mi es una aberración que no debe de venir a este mundo, no puedo ni siquiera imaginar que tendré un hijo de mi propio padre, eso suena horrible y asqueroso a la vez.