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Las Memorias de Orun: El Guerrero Celestial. Por Santiago Silva. En las memorias de Orun, se esconde una magnífica historia. Una historia de amor, entre un joven guerrero oruniano y una bella joven universitaria. El salvará a su mundo y ambos deberán cumplir con su destino... Un solo camino, una extraña misión, dos almas destinadas a estar juntas. Esto es: "El Guerrero Celestial." Capítulo 01: El nuevo compañero. "Recuerdo que cada día, se dirigía a la cima de aquella montaña, y con tristeza miraba al cielo pensando en ella, y solo deseaba que todo esto terminara pronto." ^ ^ ^ ^ (31 De Enero 2020.) En algún lugar del universo, en un planeta llamado Kanmi, donde los cielos son rosados, las nubes celeste muy brillantes, los mares verdes azulados, la vegetación verde, los árboles naranjas sumamente brillantes, flores hermosísimas repletas de luz y vida, montañas grandes llenas de árboles y de animales jamás vistos. Bien a lo lejos, había una gran colina, aquella tenía unas escaleras que conducían hasta un gran templo; fue así, que un joven con un extraño judogi n***o y su cara cubierta por un velo oscuro, subía la enorme colina rumbo al templo. Después de 10 minutos llegó a su destino, al llegar se topó con una gran puerta, la abrió y al momento de entrar, la voz de un hombre lo llamo por detrás: - Finalmente llegaste, te distraíste en el camino. El joven voltea, y ve a un hombre de aproximadamente unos 30 años de edad, cabello n***o lacio, piel color canela un poco clara, ojos grandes y marrones, nariz fina, complexión fuerte, estatura alta, vestía un extraño uniforme n***o con una capa azul, y en su cintura llevaba consigo una espada de oro. El joven se acerca e inclinándose delante de aquel hombre, le dice: - Perdóneme por la demora maestro, tuve un pequeño inconveniente a la hora de llegar aquí. Dígame, ¿cuál es la misión que me tiene preparada? El hombre le respondió: - Antes que nada necesito saber si estás dispuesto hacerlo, no será como las típicas misiones que estás acostumbrado hacer con tus amigos... Estarás solo, en un planeta muy diferente al de los demás, nadie a parte de mí podrá ayudarte. El chico algo extrañado mira a su maestro, y le preguntó: - Dígame señor. ¿A dónde me quiere enviar...? "El Guerrero Celestial. 01 parte" Tres días después... Planeta Tierra. Ciudad de Boston 3:00 am... En una pequeña zona residencial, vivía una hermosa estudiante de derecho de 22 años, su nombre era Lucy, la cual poseía una estatura mediana (1,70 m) y su complexión era delgada, su cabello largo y de un color café oscuro, ojos son verdes, nariz un poco fina, sus labios pequeños y carnosos, y su piel suave y clara. Ella dormía de lo más tranquila en su pequeño cuarto, hasta que comenzó a tener una pesadilla, en el sueño, era una adolescente de 15 años, se encontraba con sus padres en la sala de su antigua casa, su novio Carlos de su misma edad también estaba ahí. De pronto una gran explosión se escuchó desde afuera, después de varios minutos comenzaron a escuchar los gritos de varias personas, su padre salió para ver qué pasaba, ella se quedó adentro junto con su madre y su novio Carlos, y después de 3:00 minutos, su padre entró corriendo con su brazo muy lastimado y lleno de sangre, les ordenó que cierren todas las puertas con seguro y que no salgan por nada, Lucy estaba muy asustada y su madre no sabía que estaba pasando afuera. De pronto, alguien comenzó a tratar de abrir la puerta principal con mucha fuerza, su padre se puso en frente y comenzó hacer presión para que la puerta no se caiga, Carlos corrió para ayudarlo, y así, sin poder más, la puerta es derribada y ambos caen al suelo. Lucy muy asustada observaba como un hombre y una mujer entraron y comenzaron a acercarse lentamente hacia ellos, sus dientes parecían cuchillas, sus ojos eran blancos, y de sus manos salían unas afiladas garras. Aquellas personas, se comenzaron a acercar lentamente hacia ellos, y justo en ese momento... ¡Pum! despertó de golpe muy asustada, con su respiración agitada y muchas lágrimas en sus ojos, comenzó a llorar, pues aquel sueño había sido algo que realmente pasó. Ahora ella es toda una universitaria junto con sus dos grandes amigos, Stefanny una chica de ojos café claro, piel blanca, cabello rubio, complexión delgada, estatura mediana un poco más pequeña que Lucy (1,68 m), y Cristof, un chico de ojos grises, cabello castaño oscuro, piel clara, complexión fuerte, y era casi un poco más alto que Lucy (1,73 m). Después de la pesadilla, Lucy no pudo volver a dormir, pasaron unas 3 horas y ella comenzó a alistarse para ir a la Universidad, se levantó y se metió al baño para darse una ducha, después de eso se vistió y se colocó unos pantalones jeans azules, con una blusa negra, unos tenis negros con rayas blancas y una chaqueta negra; arreglo su cabello de manera suelta tal y como le gusta y bajó a desayunar. Su tía la señora Isabela, tenía ya listo el desayuno, Lucy bajó las escaleras y acercándose a su tía, la saludo con un beso en la mejilla. - ¡Hola tía! ¡Buenos días! - ¡Buen día mi niña!, ¿cómo amaneciste? - Pues... bien, si... Todo bien. - ¡Me alegró mucho, siéntate para que desayunes! - Lucy asintió y comenzó a desayunar. Una vez terminado el desayuno, alistó sus cosas y partió para la Universidad, mientras caminaba por la calle escuchó que alguien la llamaba. - ¡Oye, Lucy...! Voltea, y ve que se trataban de Stefanny y Cristof. - ¡Hola chicos¡ - les dijo muy alegre mientras los abrazaba, los tres se dirigieron a la universidad, pues los tres estudiaban la misma carrera. (* * * *) En el salón, Stefanny convencía a Lucy de que salga con Camilo, un chico que desde que entro a la universidad vive enamorado de ella, a Lucy no le interesa en lo más mínimo, después de la tragedia que ocurrió hace siete años donde ella y sus amigos vivían, no a vuelto a salir con nadie más. Sin embargo, Stefanny no se rinde, y no pierde la esperanza de que algún día llegue alguien que ayude a su amiga a poder superar su pasado. - ¡Vamos Lucy no seas aburrida, además Camilo es muy lindo! - Bueno pues entonces sal tú con él. - Lucy no seas cruel... solo, ¿sal con él hoy? Y si no te gusta, ¡listo no te vuelvo a molestar más! Pero vamos di que siii!!! - contestó Stefanny mientras juntaba sus dos manos en señal de ruego. Lucy da un pequeño suspiro, y de muy mala gana le responde: - ¡Bueno está bien...! - ¡Yess...! - Stefanny muy alegre corrió dónde Camilo para decirle que su amiga había aceptado salir con él después de clases. Lucy no estaba muy convencida ya que tenía mejores cosas que hacer, pero salir para distraerse un rato no le caería nada mal. Camilo se le acerca a Lucy y le sonríe, ella lo saluda con una pequeña sonrisa: - Hola ¿cómo estás Camilo? - Bien, solo te quería decir que te veré en la entrada de la Universidad después de clases. - Vale, ahí nos vemos. En eso, entra el profesor y todos los alumnos tomaron sus puestos correspondientes. - Buenos días alumnos, espero que estén muy bien. Hoy un alumno nuevo se nos unirá, por favor joven pase. Al instante, un chico bastante atractivo entra al salón, su piel era clara, su cabello castaño oscuro, sus ojos azules como el mar, su complexión era fuerte, su naríz fina, era alto de aproximadamente 1.80 de altura, y algo que llamo la atención de muchos; sobre todo de las chicas, era su sonrisa, era similar a la de un niño. Se colocó enfrente de todos y dando una pequeña inclinación hacia adelante, saludo a todos muy alegre diciéndoles: - ¡Buenas a todos mucho gusto, me presento mi nombre es Santiago Zuly! Continuará...?? Las Memorias de Orun: El Guerrero Celestial. Por: Santiago Silva. Capítulo 02: La cita. Todos los alumnos saludaron a su nuevo compañero, unas chicas que se encontraban al fondo del salón, comenzaron a lanzarles varios silbidos y piropos. - ¡Las muchachas de atrás guarden silencio! - ordenó el docente. - Escúchame muchacho puedes sentarte en... - el profesor se da cuenta que todos los asientos estaban ocupados. Una de las chicas de al fondo grito: - ¡Puede sentarse aquí conmigo! - ¡No, que se siente conmigo! - intervino otra de las chicas. - ¡Tú tienes para escoger, no fastidies...! - le reprochó la anterior chica. - ¡Última vez, guarden silencio!! - ordeno algo molesto el profesor. Santiago no comprendía nada de lo que estaba pasando, entonces el docente observa al frente de su escritorio, que el asiento de Lucy era el único disponible. - Listo muchacho, te sentirás a lado de la señorita Jones. Santiago asintió y caminó hasta la mesa de Lucy, al llegar la saludo con una pequeña sonrisa. - ¡Hola, mucho gusto! - ¡Igualmente...! - Se sienta en la parte derecha de la mesa, y saca sus materiales de trabajo. Durante todo el transcurso de la clase, Lucy comenzó a mirar de reojo a Santiago sin que él se dé cuenta, y reconoció que era un chico bastante atractivo. (* * * *) Cuando terminaron las clases, Stefanny se acercó hasta su amiga y le dijo: - Hey Lu, te veo luego, adiós. - De acuerdo, cuídate. Stefanny le hace señas con la mirada, en dirección al chico nuevo que estaba a lado de ella, para luego poner una risa pícara y retirarse del salón, Lucy negó con gracias y en eso se le cae su bolígrafo n***o al piso, ella se inclina para cogerlo, pero Santiago también hizo lo mismo, ocasionando que sus manos se toparan por unos cuantos segundos. Una pequeña corriente fría recorrió el cuerpo de Lucy, sintió que sus manos y pies se volvían fríos como cuando te pones nerviosa por algo, ella trató de tranquilizarse y actuar de manera normal. - Perdón, solo quería levantar tu bolígrafo. - hablo él muy tranquilo. - No pasa nada... - respondió ella con una pequeña sonrisa. Santiago se levantó y se dirigió a la salida, Lucy vio como se retiraba y muy extrañado se preguntó: "¿Qué fue todo eso?" Se le hizo extraño, ya que hacía bastante tiempo que no sentía algo parecido, se dio cuenta que el salón estaba vacío y era la única en estar ahí. Salió del salón para irse a su casa, en uno de los pasillo, escucha que su amigo Cristof la llama por detrás: - ¡Oye tú perdida...! - ella voltea y lo ve acercándose. - ¿Qué haces aquí? No tenías una cita con mi colega Camilo. Está esperándote en la entrada, ¡ve a verlo rápido! - ¡Camilo cierto, lo olvide! - Lucy corrió hasta la entrada, se había olvidado por completo que tenía una cita con Camilo. Al llegar lo encontró conversado con unos amigos, esté al verla sonrió y le dijo: - ¡Ey! pensé que no ibas a venir. - ¡Perdón!, es solo que tengo tantas cosas en la cabeza. - Bueno si ese es el caso, hoy nos divertiremos. - Ella asintió y los dos salieron de la universidad. Camilo la llevó a comer en un restaurante que quedaba cerca de ahí, era un restaurante muy elegante pero también muy costoso, y eso Lucy lo sabía muy bien. - Camilo no es necesario que me traigas aquí, podríamos ir a otro sitio. - Descuida, les hice un favor una vez a los dueños y por eso todo lo que pida me lo dejaran a mitad de precio. - Aun así, me siento mal. - Entonces una idea paso por su mente. - Escucha este es el trato, yo te acompaño, si me dejas a mi pagar lo que yo pida. - ¡Oh vamos eso algo que yo...! - Camilo trato de negarse, pero al ver la firme mirada de Lucy termino por aceptar el trato. - Bueno está bien. Se sentaron en una mesa y Camilo comenzó hablarle un poco de su vida, le conto un montón de ocurrencias que le habían pasado de niño. - Sabías que cierto día estaba con mi mamá y unos primos en un autobús, había mucha gente, en eso recuerdo haber estirado mi mano para tomar la de mi madre, hasta que escuchó una voz muy gruesa decirme "Disculpa muchacho, pero creo que tomaste la mano equivocada" voltee y era un viejo de uno... ¡Mil años! - soltó mientras se reía. - Literal, me puse súper rojo. ¡Cómo diablos confundí la mano de mi madre con la de ese viejo! Lucy se reía y le decia: - ¡No puedo creer que no reconocieras la mano de tu propia madre! - Si lo sé, soy todo un caso. Camilo siguió contándole más anécdotas chistosas que le habían ocurrido, Lucy se reía de las locuras que él le contaba, al final salir con él no había sido tan malo después de todo. La cita prosiguió con total normalidad tal y como Camilo lo había planeado, (excepto la parte de la cuenta), cuando terminaron de comer, ambos salieron a caminar un rato, Lucy le decía: - De niña me gustaba mucho cantar, de hecho, aún lo sigo haciendo, pero no lo hago muy seguido. - ¡En serio!, me gustaría escucharte un día de estos. - Mmm... Tal vez... - Lucy continúo hablando mientras Camilo la observaba. Se dio cuenta de lo hermosa que era de cerca, observó su labios rojos y carnosos que tenía, de pronto comenzó a sentir bastante nervioso, sus manos le sudaban y sus pies temblaban, tenis muchas ganas de probar sus labios, no pudiendo reprimirse más, en un giro rápido, la tomo de los hombros y se acercó a ella con la intención de robarle un beso, pero ella rápidamente hizo su cabeza hacia atrás y usando sus brazos se soltó de su agarre. Camilo quedo en blanco y no sabía qué hacer, su plan había fallado. - Pe-perdón... me deje llevar... Lucy lo miro, y soltando una pequeña carcajada le dijo: - Vamos con calma amigo. No hay prisa. - Tienes razón. Discúlpame. - Lucy lo tomo del brazo, y ambos siguieron conversando. (* * * *) Después de una par de horas, Camilo se ofreció a llevarla a su casa, Lucy asintió y tomando un taxi partieron para allá. Cuando llegaron, Lucy se despidió de Camilo. - Bueno Camilo, gracias por todo, me divertí muchísimo. - De nada, sería bueno volver a repetirlo. - Si me gustaría. - despidió a su compañero con un pequeño abrazo y luego entró a casa. - ¡Hola tía, ya llegué! - nadie respondió, examinó la casa y se dio cuenta de que no había nadie. Subió las escaleras y dejo sus cosas en su mesa de noche para después acostarse en la cama y poder descansar. (* * * *) Después de dos horas, escucho sonar su celular, lo tomo y vio que se trataba de Stefanny. - Hola, ¿qué ocurre? - contesto algo soñolienta. - Lu', ¿te gustaría salir está noche, a la fiesta de cumpleaños de un amigo? Ella estaba cansada, así que negó la salida: - No creo, estoy un poco agotada... Pero como su amiga es la persona más insistente del mundo, no paro hasta que diga que sí. - ¡Vamos, será solo un ratito, además Cris también vendrá!! ¡Vamos Lucy!, no me dejes bailando sola... ¡Vamos amiga di que sí, porfa!!! Lucy pego un fuerte suspiro y le respondió: - ¡Bueno está bien, te espero! - ¡Gracias amiga!! - Stefanny colgó la llamada, y Lucy con algo de sueño, se levantó de la cama y se alistó para la fiesta. Continuará...?? Las Memorias de Orun: El Guerrero Celestial. Por: Santiago Silva. Capítulo 03: La Fiesta. Lucy entro a la bañera para darse un baño, después fue a cambiarse para la fiesta, Stefanny la recogería a las 7:00 pm así que aún tenía tiempo. Se colocó unos jeans azul oscuro con pequeños cortes por la parte de la rodilla, una blusa blanca, una chaqueta de cuero color negra, unos tacones altos, arregló su cabello suelto como le gustaba, y se colocó un poco de maquillaje. Eran ya la 7:00 pm, Stefanny llegó junto con Cristof en su auto, la rubia bajo para ir a ver a su amiga, tocó el timbre de la casa y cuando Lucy abrió la puerta, ella se quedó con la boca abierta. - ¡Oh por Dios...! ¿Qué te hiciste?, ¡te vez muy hermosa! - halagó su amiga con una gran sonrisa. - Gracias Stefy. ¡Tú igual te vez muy bien! - Vamos que Cris nos espera. Al subir las dos al carro, Cristof se voltea para saludarla, pero se quedó con la boca abierta. - Hola Lu... ¡Wow! ¡Te vez muy bien!, ¿y ese cambio? ¿Qué te pasó? - Bueno, es una fiesta, qué esperabas. - Cristof sonrió, encendió el auto y partieron a la fiesta. (* * * *) Al llegar al lugar, Lucy se dio cuenta de que era la casa de nada más y nada menos, que de Camilo, ella se sorprendió ya que cuando habían salido él no le había dicho nada de que hoy era su cumpleaños. Entraron y la casa que se encontraba llena de invitados, era una locura, Lucy estaba impresionada ya que jamás había visto algo así, y es que ella no suele salir mucho a fiestas. Cristof se alejó para ir donde sus amigos, Stefanny tomó la mano de Lucy y la llevó a bailar. - ¡Vamos, a mover el esqueleto!! - ¡Tú lo has dicho! - respondió ella muy feliz. Ambas amigas se colocaron en el centro de la sala y comenzaron a bailar, disfrutaban mucho de ese momento y la música estaba muy prendida. Después de unos minutos, vieron a Camilo acercarse a ellas y las saludo muy cortés: - ¡Hola chicas, no pensé encontrarlas aquí! - ¡Bueno, yo tampoco sabía que hoy cumplías años! ¡¿Por qué no me dijiste nada?! - ¡Lo siento se me olvido por completo, aparte no tenía tu número para contactarte! ¡En serio discúlpame! - ¡Está bien, no pasa nada! Stefanny aprovecho ese momento para retirarse, y dejar a su amiga sola con Camilo. - ¡Bueno chicos, yo me retiro y los dejo solos para que sigan charlando! Lucy miró con asombro como su amiga se marchaba dejándola sola con Camilo, Stefanny la mira con una sonrisa y Lucy la fulminó con su mirada. - ¿Bailamos? - extendió Camilo su mano. - ¡Si Porque no, vamos! Camilo y Lucy comenzaron a bailar, la música estaba al tope y ellos lo disfrutaban bastante; en eso mientras seguían bailando, Lucy observó a lo lejos de la sala, cerca del baño, a sus dos amigos besándose, ella quedó sorprendida y no lo podía creer, aunque lo más probable es que los dos hayan bebido demasiado. La música continuo por una media hora más, cuando la música termino, Lucy se apartó de Camilo y fue a buscar a su amiga, vio que se encontraba sentada en la parte donde servían los tragos, y acercándose a ella le dijo: - No está nada mal está fiesta. - Y tú que no querías venir. - Bueno, estaba cansada que querías. - Y... ¿entonces? - ¿Entonces qué? - ¡Baaa! Camilo, ¿qué tal te pareció? - ¡Oh eso...! Mmm pues... es lindo y todo. Pero definitivamente no es mi tipo. La rubia bufo y le dijo: - ¡Para ti ningún hombre es tu tipo! - ¡Eso no es verdad!, solo que por el momento no quiero tener nada con nadie es todo. - Como digas... Bueno, al menos me alegra saber que lo estás intentando. Estuvieron en la fiesta unas dos horas más, después de eso Lucy avisó a sus amigos que ya tenía que volver a su casa pues si tía la estaba llamando. - ¡Cris por favor, tengo que regresar a casa, mi tía acaba de llamarme! - ¡Listo, déjame ir a busca a Stefy! - Cristof fue a buscar a Stefanny y Lucy fue a despedirse de Camilo que se encontraba sentado en uno de los muebles de la sala con sus amigos. Se acercó a él y le dijo: - Camilo gracias por todo, pero ya tengo que regresar, mi tía está esperándome. - Te vas tan pronto. - responde él algo ebrio. - Si discúlpame. Mañana nos vemos. - Lucy se dió la vuelta para retirarse, pero en eso, sintió unas manos que la tomaron por la cintura y la empujan hacia atrás lo cual hizo que ella caiga sentada en las rodillas de Camilo. Él la miró y en un tono pícaro le dijo: - Y si mejor te quedas está noche conmigo... La pasaremos bien... Lucy se puso algo nerviosa, y tratando de no mostrar ninguna inseguridad, replicó: - Camilo, tengo que irme. Pero el solo la miraba y sonreía, entonces comenzó acariciar su pierna derecha y luego empezó a olfatear su cabello, Lucy quiso retirarse, pero él la detuvo haciendo algo de fuerza. Con su otra mano acarició su espalda y luego fue bajando lentamente, hasta llegar a la zona de sus glúteos. Pero en el momento que él colocó su mano ahí, para el asombro de Camilo y de todos los presentes que ahí se encontraban, Lucy reaccionó y de un rápido movimiento, lo tumbó al suelo, agarro su brazo con mucha fuerza y se lo doblo haciendo que Camilo gritara del dolor. Ella llena de la cólera por dentro le dijo: - ¡Escúchame bien idiota! ¡Nunca más me vuelvas tocar te quedó claro!! - ¡¡¡Ahhh!!! ¡Está bien...! ¡¡¡Lo siento?!!! Justo al instante, llegaron Stefanny y Cristof al lugar, y ambos observaron a su amiga hacerle trizas el brazo Camilo, rápidamente la rubia se acercó a Lucy para tomarla de la espalda y decirle: - ¡Lucy vamos, suéltalo! - Lucy lo soltó y si pensarlo dos veces, les contó a sus amigos lo que había sucedido. Cristof todo molesto exclamó: - ¡¿Que te hizo qué?! ¡Ah no, yo lo mato!!! - fue donde Camilo para golpearlo, pero Stefanny lo detuvo. - ¡No Cris detente!, no vale la pena, solo salgamos de aquí. - los tres se retiraron de la fiesta muy molestos, se montaron en el auto y salieron de ahí al tope. (* * * *) En el camino todos iban en silenció, nadie dijo nada, sobre todo Lucy quien comenzó a sentirse muy mal por lo sucedido, sentía asco, vergüenza y mucha tristeza, era la primera vez que alguien le hacía algo así y unas pequeñas lágrimas resbalaron por sus mejillas. Mientras pasaban por unas vías del tren, observaron una pequeña tienda, Cristof detuvo el auto y se bajó junto con Stefanny, para comprar algo de comida, Lucy se bajó también para tomar un poco de aire mientras sus amigos regresaban, estaba apoyada en la puerta del carro con un fuerte dolor de cabeza, cuando escucha que alguien sale de la tienda, baja la mirada y se encuentra con Santiago que llevaba unas dos bolsas en sus brazos. Santiago al verla la reconoce, y le pregunta aextrañado: - ¿Hola? ¿Tú, vives por aquí? - No, estoy esperando a unos amigos que entraron a comprar unas cosas. - Oh entiendo. - Santiago noto algo de tristeza en su mirada y le dijo: - ¿Y tú estás bien? - ¿Si por qué? - No por nada. Bueno me despido, tengo que llevar estás fundas a mi pequeña morada. - ¿Tú vives por aquí? - Si, desde que llegué a la ciudad fue lo más barato que encontré. - le señala un pequeño edificio que se encontraba cruzando la calle. - Vivo ahí en el departamento Nro 9. - En serio... Bien me alegro por ti. ¿Y tú de dónde eres? Él se sorprendió un poco por la pregunta, y la verdad que no sabía que responderle. - Bueno... yo... no soy de por aquí... Vengo de un lugar bastante lejano. - ¿Eres algún alumno de intercambió o algo parecido? - ¿Alumno de intercambio? - Si... ya sabes, pasar un tiempo en otro país... Conocer lo que ahí se hace... ¡No me digas que no sabes lo que es un alumno de intercambio! - Yo... ¡C-claro que se lo que es un alumno de intercambio! ¡Y sí, eso es lo que soy! - respondió bastante nervioso, y la verdad es que es muy raro que él sienta nervios. - Bueno pues entonces, suerte con tu nueva vida. - Igualmente suerte. - Estaba por retirarse, pero la tristeza que veía en los ojos de aquella chica lo hicieron que se detuviera, aunque no la conocía del todo, si en algo podía ayudarle; así sea con unas palabras de ánimo, lo haría, pues así era él, donde quiera que iba le gustaba repartir alegría y esperanza. Colocó las bolsas de comida en el piso, y con sonrisa amigable le dijo: - Escucha, no sé qué es lo que te está pasado, tampoco quiero que me lo cuentes. Tú conoces bien lo que te tiene tan mal. Lo que yo te puedo decir es que, no dejes que ese problema te consuma. Créeme, he conocido a muchos que no han podido avanzar por guardar rencor en sus corazones, la mayoría se han vuelto almas tristes, frías, vacías y llenas de odio, que no les importa lastimar a los demás con tal de obtener lo que quieren... No temas a equivocarte, ni de enfrentar los problemas que te rodean..., recuerda que hasta los planetas muchas de las veces se estrellan entre si... Pero a la final, después de todo ese caos y destrucción, nacen un montón de hermosas estrellas que alumbran nuestras noches oscuras. Cuando uno decide enfrentar sus miedos, la verdadera felicidad aparecerá en su vida. - Al terminar de hablar, Santiago se acercó a ella y le dio un pequeño abrazo en señal de apoyo, y como él sabe, un abrazo es capaz de aliviar y desaparecer, los males que agobian a cualquier persona. De donde él viene en muy normal hacer esa clase de actos, pues se los considera nobles y de gran ayuda. Aun así, no creo que Lucy piense igual... "¿oh sí?" Al momento que él la abrazo, ella quedó sorprendida, no comprendía que estaba pasando, era como si él fuera capaz de ver todo lo que estaba sintiendo. Sin embargo, por una razón que ni ella mismo podía explicar, no se inmutó y dejo que lo hiciera, probablemente sea, debido a que realmente necesitaba un abrazo en el cual, ella pudiera apoyarse y descansar de todas esas experiencias dolorosas que agobiaban su vida. Fue un abrazo cálido y muy agradable, sus frustraciones, tristezas y enojos desaparecían, comenzó a sentir una gran calidez en su corazón, y una brisa cálida recorrer todo su cuerpo. De manera involuntaria, abrazo tan fuerte a Santiago que él se sorprendió, pero no sé inmutó y la dejo así para que ella pudiera liberarse de lo que sea que la tenía mal. Lucy al darse cuenta de lo que estaba haciendo, se separó lentamente de él, y con una pequeña sonrisa le dijo: - Muchas gracias por esas bellas palabras, en serio muchas gracias... La verdad es que, mis amigos y yo fuimos a la fiesta de cumpleaños de un compañero que estudia en el mismo salón que nosotros. Solo que al final cuando ya estaba por retirarme, él... eh... bueno... La verdad me da un poco de vergüenza decirlo. - Tranquila no tienes porque decirme nada. Además, recién nos conocemos, lo importante es que enfrentes el problema y no huyas de el. Bueno... ¿Lucy? así te llamas verdad. - Si, así es, Lucy Jones. - Bueno, Lucy Jones. Adiós, cuídate mucho y mañana nos vemos... - Santiago levantó las dos fundas de comida del suelo y camino hasta el pequeño edificio que se encontraba cruzando la calle, Lucy lo observó desde la tienda y una pequeña sonrisa se dibujar en su rostro. Ella decidió seguir el consejo que él le había dado, y trató de ya no pensar mucho en el penoso incidente de la fiesta. Después de eso, pasaron alrededor de cinco minutos, y sus amigos no regresaban. "Y ahora estos chicos que se hicieron" pensó muy molesta. Ingresó dentro del local y comenzó a buscarlos, hasta que finalmente los encontró a los dos al final de un pasillo mirando la televisión. Ella se acerca muy molesta a ellos y les dijo: - ¡Yo muriéndome de frío allá afuera, y usted aquí de lo más tranquilos! Stefanny la mira y le dice: - Lu', mira esto. - le señala la televisión. Algo extrañada observa las noticias que informaban lo siguiente: "Cerca de la carretera para llegar a la ciudad, las autoridades encontraron una cantidad enorme de c*******s esparcidos por los bosques, según los forenses, encontraron heridas demasiado profundas de garras y mordeduras como si de un animal salvaje se tratara. Se sospecha que algún animal salvaje se escapó de algún zoológico y terminó por a****r a estas personas. Los mantendremos informados más sobre este asunto." Cómo un animal