Emilio sonrió al ver aquello, al parecer la chica se había esmerado para esperarlo.
—Te agradezco el detalle, pero sobre todo el que hayas aceptado dedicarme un momento. —Pam se dio cuenta de que las pupilas del italiano se dilataban al estar cerca de ella, y su voz parecía volverse más ronca.
—Te lo has ganado, sigues viniendo aquí a pesar de mi rechazo.
—¿Entonces es una especie de premio a mi insistencia?
—Algo hay de eso.
Emilio no pudo evitar escanearla de arriba a abajo rápidamente, la chica llevaba puesta una bata larga, la tela era delgada, se podía apreciar que debajo llevaba la ropa con la cual había bailado, fue imposible evitar sentirse excitado, ¿Qué demonios le pasaba con esa chica que no podía evitar sentirse como un adolescente a su lado?
—Toma asiento, espero que lo
