Pamela se arregló lo mejor que pudo ese día, pero de manera que no notara que era Princesa, además sin el antifaz que le cubría media cara, era imposible que la reconociera, cuando estaba con él como Princesa siempre trataba de forzar su voz para que se escuchara diferente.
Había elegido un vestido discreto, pero elegante, era en color coral, ajustado al cuerpo, el largo abajo de la rodilla, una apertura a un lado, dejaba ver la blanca piel de su pierna, las mangas eran largas, de la parte de arriba, dejaba al descubierto los hombros.
Emilio usaba un traje a la medida como siempre, cuando salieron de la habitación, para dirigirse hacia el elevador, el italiano no podía dejar de observar el perfecto cuerpo de su secretaria, ¿Qué demonios le estaba pasando? Se preguntó nuevamente, en los a
