Pamela fulminó a Camila con la mirada, se apresuró a cambiar inmediatamente el tema.
—Creo que aquí nos despedimos, nosotras tenemos que irnos. —Emilio no deseaba terminar así la velada.
—¿Qué les parece si las invitamos a tomar una copa en mi casa? —Andrés ocultó una sonrisa, vaya que su amigo estaba prendado de aquella chica, él jamás invitaba a nadie a su casa, si Lara en ocasiones iba, era porque se le daba la gana, no porque Emilio la invitara.
—Lo siento mucho, al menos yo no puedo aceptar, no sé si Camila lo haga, si es así pediré un taxi para regresar a casa.
—¿Y qué te parece si yo te llevo? Así Camila y Andrés no se sentirán obligados a regresar por nosotros.
Pamela se le quedó viendo a Camila suplicante, y aunque la morena moría por pasar de nuevo la noche con Licciani, tuv
