Al solo ver a su marido, se dio cuenta de que estaba realmente molesto, la miraba fijamente, tenía ambos brazos cruzados a la altura de su pecho. —Mi amiga estaba un poco mal, así que la acompañe al hospital, me quedé con ella hasta que pudo regresar a su casa. —Pamela intentaba que su argumento sonara convincente, y sobre todo de que John no notara sus nervios. —¿Así que acompañabas a tu amiga? —John se acercó demasiado a ella, pegó su cara a su cabello, después aspiró profundamente. —¿Qué haces? —Preguntó extrañada por su comportamiento. —No sabía que en los hospitales fumaran. —Dijo sosteniendo un mechón de su cabello. —Oh no, en los hospitales no fuman, mi amiga acostumbra a hacerlo, por más que insistí en que no lo hiciera porque acababa de salir del hospital, ella insistió en ha

