En muchas ocasiones, la vida nos pone al borde de lo que somos o creemos ser, solo para mostrarnos que siempre podemos evolucionar en una mejor versión o que tal vez el proceso sirve para enseñarnos lo que debemos cambiar de la personalidad que hemos desarrollado. Entonces, cuando Sara se enfrenta a uno de estos momentos, en que su vida está a la orilla del cambio, donde al parecer debe demostrar hasta donde llegan sus principios, ella no logra identificar la naturaleza del momento y cae en el cambio drástico, convirtiéndose en la mujer que nunca fue y sin ni siquiera advertir la diferencia. Volviendo a la tienda... Sara permaneció de pie, frente a la escena, estaba inmóvil, sin decidirse si volver a casa o acercarse a Enzo. El hombre ni notaba la presencia de su pareja, solo continuaba