Capítulo 7

2222 Words
Termine la llamada riendo, deje el celular en la mesita de noche y me acerque a la cama donde estaba Christian, lo destapé haciéndolo sonreír, tomo mi mano y me acercó a él, abrió los ojos cuando nuestros rostros estaban tan cerca, acarició mi rostro con tanta delicadeza, me miro detenidamente. Parecía como si el tiempo se hubiera detenido, solo éramos él y yo, solo nosotros dos, sin preocupaciones, mi mente solo estaba en ese momento, en él. —Sin importar a quien elijas, yo siempre estaré contigo —dijo y se acerco a besarme. Su manera de besarme era completamente diferente, no habia deseo, solo había Amor, ese amor que siempre he recibido por parte de él. —Necesito tomar una decisión —le dije en cuanto nos separamos y juntamos nuestras frentes, el asintió y suspiró —Vamos a preparar el desayuno para Abby —le dije y el asintió sonriendo, desde el primer momento que tuve a Abby en mis brazos el estuvo ahí, ganándose el cariño de mi hija, a tal grado de decirle papá, aunque legalmente, Christian es su padre. Mi hija era lo que mas quería y por ella había hecho varias cosas de las cuales jamas me arrepentiré. Christian también ha demostrado ser un padre increíble y admirable, aunque por su trabajo no este tanto con ella, como el quisiera estar. Kenet adora a mi hija tanto que incluso hay edificios con el nombre de mi hija ya, muchas veces lo regaño por que no quiero que malcrie a mi hija, por suerte mi niña no es berrinchuda ni exigente, es todo un Amor de niña. —¿Estas lista? El avión esta por aterrizar —dijo Christian terminando de vestirse, yo solo asentí Sin dejar de verlo, estaba como para comérmelo entero, ya lo había hecho, pero jamas me cansaría de probarlo, aparte todos los sucios pensamientos de mi cabeza y deje de comer fruta, teníamos qué ir por nuestra hija, hoy pasaríamos el día entero con ella, hoy seria un día de familia, dedicado solo para ella. Salimos de la habitación, al estar en el elevador le mande un mensaje a Kenet para decirle a donde habíamos ido, Christian también hablada con los chicos de seguridad, teníamos qué tener todo seguro, no quería arriesgar a mi hija y a mi abuela a nada. Al salir del elevador todas las mujeres que había en recepción miraron a Christian, siempre que salíamos era lo mismo y eso ya no me ponía celosa, por que era yo la que estaba con él, era yo la que pasaba horas teniendo sexo con él y ellas solo podían mirarlo. —¿Celos? —me preguntó el en cuanto estuvimos en el auto, su pregunta me hizo reír y me acerque a besarlo. —Hace mucho deje de sentirlos —le dije sobre sus labios, el sonrió y volvió a besarme. En todo el camino hacia el aeropuerto, nadie dijo nada, el silencio era acogedor, sus caricias en mi brazo eran reconfortantes, al estar así con él, me hacia sentir que teníamos una vida normal, donde solo estábamos, mi hija, él y yo, como una familia. Podíamos ser, la decisión era mía y aun así no tomaba esa opinión. En mi mente repasaba lo que seguía, estaríamos dos semana aquí, en esas dos semanas hablaría con mi padre y si el quería le presentaría a Abby, estaba segura de que ella lo invitara a su cumpleaños y era no descansaría hasta que la respuesta fuera positiva. Después nos iríamos a Las vegas por otras dos semanas donde tendría trabajo, sería unas semanas muy ocupadas, después de esas dos semanas volveríamos a Atenas, hasta que llegara hora de irnos a Londres para el cumpleaños de mi princesa. Llegamos al aeropuerto, nuestra seguridad avanzó primero y después nosotros, las personas se nos quedaban viendo, las chicas suspiraban al ver a Christian y claro también había chicos que me veían y era entonces cuando Christian se ponía posesivo. Me abrazó de la cintura y me acercó a él, esa acción hizo que tanto hombres como mujeres, dejaran de vernos como lo hacían, él me sonrió y le devolví la sonrisa. El avión ya había aterrizado, solo era cuestión de tiempo para que nuestra pequeña y mi abuela salieras. De un momento a otro, parecía como si hubiera mas gente y la mayoría nos miraba a nosotros, por lo visto esas cosas siempre pasarían, mire a mi alrededor para ver si la seguridad estaba en sus puntos. —¡Mami! ¡Papi! —el gritó de mi pequeña me hizo voltear la mirada, para ver como corría hacia nosotros, eso pequeña, di que somos una familia y el es tu padre. Mi pequeña Abby era todo un amor y al fin estaba con nosotros, sus padres. (Años Atrás) La casa se sentía sola, aunque Christian estuviera conmigo, me sentía sola. Kenet se fue a no se dónde, la abuela se fue a hacer las compras y yo no podía salir. Después que llegamos de México Christian y yo, salí a un Bar, me metí en problemas y recibí un disparo en la pierna. Así qué desde esa noche, Kenet no me deja salir a ningún lado y paso los días aburrida en la casa. El teléfono de Christian suena y responde la llamada, mientras yo solo veo la televisión pensando en otras cosas. —Nena. —¿Que? —Saldre, tu hermano quiere verme —dice y yo solo puedo bufar, ese maldito se esta vengando dejándome sola y aburrida. —Esta bien, subiré a mi habitación, tal vez vea televisión o me masturbe un rato —le digo y el comienza a reír, se acerca y me besa. —Eres mala. —No cariño, el malo es mi hermano, así qué si te pierdes de algo, es su culpa —le dije y ambos reímos. Christian se fue, no sin antes dejarme en mi cama y satisfecha. La televisión no llamaba mi atención, así que comencé a caminar para aun con la herida, tenía que acostumbrarme a estas, lentamente baje a la cocina y comencé a preparar algo para mi, la laptop donde estaba buscando información de mi siguiente objetivo, estaba en la mesa de la cocina. Por fortuna Kenet me ayudaba en esto. Pasado de media hora la puerta principal se abrió y por ahí entro Christian que estaba en llamada con alguien, después Kenet y traía un bebé en brazos, me levante de la silla y me acerque a él, mire bien al bebé y vi que era una niña, una hermosa niña. Mire a Kenet esperando una explicación, tal parece que le habían estado robando y por eso el salio hoy, fue a la casa de ese maldito y cuándo llego se encontró con que estaba en el sótano y ahí había una chica dando a luz a la bebé, la chica murió cuando la bebé nació y Kenet mato al hombre, dejando a la bebé sola. —Toma, cuidala tu —dijo Kenet dándome a la bebé, la tome en mis brazos y mis ojos se llenaron de lágrimas, ella era hermosa. —Ya esta todo listó, los doctores están avisados y también el abogado irá para registrar a la niña —dijo y asentí, me cambie de ropa con la ayuda de Christian y bajamos a la sala, tome nuevamente a la bebé y salimos de la casa. En todo el camino mi atención era solo para ella, era una cosita tan linda, tan inocente en esta mierda de mundo, pero yo la protegería de todo, mataría para que ella estuviera bien, nada le faltaría, ella seria la hija que un día yo perdí. Al llegar al hospital había tres pediatras y mi médico, el que había atendido mi herida, todos firmaron un acuerdo de confidencialidad, el abogado también estaba ahí, preparando todo, para que la niña fuera legalmente mi hija. Los doctores revisaban a la niña, solo esperaba que estuviera bien de salud, no tenia ni idea de lo que su madre había pasado. —Cielo —me llamo Kenet, nos alejamos de los demás, el suspiró y me abrazó, extrañada le regrese el abrazó —La niña se parecerá a ti en el futuro, eso quiero creer —dijo dejándome extrañada. —¿A que te refieres? —le pregunte, el se separo de mi, puede notar que estaba molestó y se estaba conteniendo. —La chica que estaba en el sótano, se parecía a ti —dijo dejándome sorprendida —El maldito había estado desarrollando una especie de obsesión por ti, como no pudo acercarse a ti, ni tenerte, comenzó a secuestrar a chicas como tú, y cómo no llenaban sus expectativas, las mataba, hubiera hecho lo mismo con esta, si no hubiera salido embarazada —dijo y suspire cohibida, esto es una mierda, estar obsesionado de alguien es una mierda. Kenet siguió a mi lado, no dejaba de abrazarme, ni de vigilar a cualquiera que me viera por mas de treinta segundos. —Kenet —dijo Christian. Ambos se alejaron un poco dejándome en la sala de espera, los vi intercambiar palabras, hasta que kenet se acercó nuevamente a mi. —Piden el nombre del padre —dijo Christian y kenet asintió y yo suspire, sabia que era necesario para que nadie sospechara nada —Si tu estas de acuerdo, yo puedo registrarla como mi hija —dijo Christian dejándome sorprendida. Valla, no me esperaba esto, tener un hijo era una responsabilidad muy grande, yo siempre me había preparado para cuando ese momento llegará ¿Pero él estaba preparado? —Si tu estas seguro y no te arrepientes después, por mi esta bien —le dije y el asintió sonriendo y se fue a donde estaba el abogado haciendo todo el papeleo con los doctores, mire a Kenet y se encogió de hombros suspirando, se sentó a mi lado y me abrazó. —Él esta enamorado de ti. El chequeó de la bebé salio bien, aunque tuvo que quedarse un día más, para estar seguros, Christian y yo registramos a la niña como nuestra, su nombre era Abby Jhonson Miller. La pequeña princesa de la casa, la abuela se entero de todo y estaba tan emocionada de conocerla, también teníamos que acondicionar su lugar de ella. —Los primeros meses ella dormirá conmigo, pero aun así tenemos que tener una habitación para ella —les dije y kenet asintió mientras anotaba lo que quería para la habitación de la niña —Una cuna, muchos juguetes, peluches, hay que pintar la habitación, yo digo que rosa y amarillo, el rojo jamás debe de estar en una habitación de una bebé —les dije y ellos asintieron —Las cosas las podemos comprar por internet, así todos opinamos sobre las cosas. Christian y yo nos encargábamos de todo, mientras kenet se iba a ver uno de sus empresas, la abuela se fue a comprar ropa para la bebé, dejándonos solos. —Voy a amar a esa niña —dijo él y eso me hizo sonreír. —Mas te vale, por que ya no hay vuelta atrás. Christian y yo buscábamos cosas para la habitación de la niña en internet, ver tantas cosas para ella era emocionante, amaría tanto a esa niña que nada le faltaría y la protegería de cualquier, veía a Christian emocionado con esto y yo también lo estaba, sabia que haríamos cualquier cosa por nuestra hija. Para cuando cayo la noche teníamos varias cosas para la bebé ya listas, todos cenamos bastante emocionados por la llegada de la bebé, mañana seria un increíble día, de eso estaba segura. Christian se quedo a dormir conmigo, pero yo no conseguía cerrar los ojos, pensaba en un futuro, en como mi pequeña iría creciendo, aunque ella no sea mi hija biológica, seria mas mía que nada, había perdido a mi hijo, pero el destino me envió a otro angelito que cuidar. La mañana llego y yo no había dormido y mi hermano se dio cuenta de eso, la emoción no abandonaba mi cuerpo y creo que Christian estaba igual qué yo, nuestra pequeña hija llegaría a nuestro hogar a alegrarnos la vida. En cuanto llegamos al hospital note que mi hermano había mandado mas seguridad y eso me hizo sentir orgullosa, mi hermano era tan precavido. Christian y yo firmamos varios papeles para poder llevarnos a la bebé, la enfermera salio con la bebé en brazos, al estar frente a mi, me la entregó con mucho cuidado ya que se encontraba dormida. De camino a casa, Christian no se aparto de nosotras para nada, kenet les contó a los chicos la noticia, mañana a primera hora estarían en la casa a primera hora, estaba tan emocionada por todo lo que estaba pasando. Al llegar a la casa, Christian me ayudo con la bebé, que ya estaba despierta y quería abrir sus ojos pero aun no podía por el sol. Al entrar a casa mire a mi bebé y comenzaba a abrir sus ojos. —Bienvenida a casa mi pequeña Abby. Sabía que ella alegraría nuestros días, desde el primer momento ya la amaba, amaba tanto a mi hija y por ella haría lo que sea, no importa que sea, si ella lo pide lo tendrá.
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