20- ¿Estoy en peligro?

1391 Words
JESSA —Esto debería de bastar— El cerrajero retrocede y luego me entrega una nueva llave. —Gracias— trago saliva. Pasé toda la noche sola. Temblando en mi cama, y luego, a primera hora de la mañana, llamé a mi portero para que enviara a alguien a cambiar las cerraduras. Curiosamente, aunque la puerta estaba abierta, no se tocó nada adentro. Pero, eso no me ayuda a sentirme mejor. Todo lo que puedo hacer es pensar sobre ese hombre y sus palabras: “Dile que Nero Morelli no es un hombre al que se le haga esperar” Tracé me envió un mensaje de texto anoche para decirme que estaba a punto de tomar un vuelo de regreso, pero no respondí. No pude. Necesito pensar. Porque ahora estoy muerta de miedo. No solo esta ese tal Nero, sino del hecho que Trace parece estar involucrado con él. ¿Qué está pasando? No puedo evitar preguntarme si esto significa que hay algo de verdad en las acusaciones de Christina. Mientras el portero trabaja, escucho la voz de Sídney en las escaleras. Entra con los ojos muy abiertos. —¿Qué paso? ¿Alguien entro? — Asiento, decidiendo no contarle sobre nuestro gran visitante. Solo la asustaré, y yo estoy lo suficientemente asustada por las dos. —Regresé y encontré la puerta abierta— explico, —Pero no parece que se hayan llevado nada. No es que tengamos mucho para que se lleven — añado. —¡Dios mío! Que miedo— dice, estremeciéndome mientras me abraza. —¿Y te quedaste aquí sola anoche? ¡Si me hubieras llamado, habría vuelto! Estaba en casa de Jill— Jill es su hermana menor. —Estoy bien— la tranquilizo, aunque sé que no podré dormir en una semana. —Estoy segura de que no es nada. Solo unos ladrones de poca monta— Miro la hora. —Tengo que irme. Llego tarde al trabajo— —Bien, pero llámame si me necesitas— insiste Sídney. Trace debe regresar esta tarde, así que la oficina es un hervidero de actividad, pero Vivian está ocupada yendo de un departamento a otro, lo que significa que tengo un momento a solas para pensar. Lo primero que hago es acercar mi computadora y abrir Google. Morelli Nero Hay muchos resultados sobre personas con el apellido Morelli, pero no veo nada sobre un Nero. Nero Morelli, Nueva York. Esta vez, obtengo resultados más específicos, pero, aun así, no hay Fabrizio. Pero me doy cuenta de que hay alguien llamado Román Morelli. Y no es nada bueno: El presunto jefe de la mafia. Román Morelli, de 53 años, fue arrestado bajo sospecha de conspiración en una red de narcotráfico en varios estados… Acerco la pantalla y escaneo la página. El juicio de Román Morelli por numerosos cargos, desde presunto asesinato hasta usura, termino en nulidad tras la desaparición de varios testigos clave… Otro juicio contra Román Morelli comienza hoy en Nueva York, con el FBI alardeando de un testigo clave dentro de su organización. Repaso las historias, con una sensación de malestar creciendo en mis entrañas, hasta que encuentro la única palabra que confirma mis sospechas: Mafia. Miro la página, con un escalofrió recorriendo mi espalda. ¿El tipo que estaba fuera de mi apartamento está relacionado con ese tipo? ¿Trace trajo a la mafia a mi puerta? De repente hay una conmoción en el vestíbulo. Levanto la vista para ver a Trace entrando a grandes zancadas, con un sequito. Vivian corre a su lado, y media docena de personas más claman por su atención. —Necesitamos tu aprobación para los diseños…— —Si puedo conseguir un minuto para la colección de otoño…— Pasan rápidamente, y Trace me dedica una sonrisa irónica al pasar. —Parece que me extrañaron— bromea, guiñándome un ojo. Todos desaparecen en su oficina. La puerta se cierra detrás de él. exhalo con frustración, esperando a que terminen las reuniones para poder tener un momento a solas. Y espero. Y espero. Finalmente, cuando la puerta se abre y entra otro grupo de personas, no puedo soportarlo más. ¿Mafia? ¿Amenazas? Necesito respuestas. Ahora. Respiro hondo y voy a llamar a la puerta. —Disculpen todos— digo mirando hacia adentro. —Pero necesito un momento con el señor Rosberg— Trace frunce el ceño. —Es urgente— insisto. —No puede esperar— Asiente. —Muy bien. habláremos de esto más tarde. Vivian, organiza el resto de mi día. Necesitare ponerme en contacto con todos los departamentos— Me mira con recelo. —Bien— El resto del grupo sale en fila. Entro y cierro la puerta. En un instante. Trace se levanta de su asiento. Me atrae hacia sus brazos, besándome con fuerza hasta dejarme sin aliento. —Chica impaciente— me regaña con risa en la voz. —No podías esperar a tenerme, ¿eh? — Me aparto. ¿Cree que esto es una seducción? —No— digo en voz alta. Me alejo de él, lo suficiente como para pensar con claridad, y lo miró fijamente a los ojos. —¿Quién es Nero Morelli? — Trace se queda quieto. —¿Cómo sabes ese nombre? — —Por que vino a visitarme anoche. O uno de sus amigos lo hizo. No lo sé. Entró en mi apartamento— La expresión de Trace cambia. Me agarra las manos con urgencia. —¿Estás bien? ¿Te hizo daño? — —No, estoy bien— Me separo. —Pero dijo que te diera un mensaje. “A Nero Morelli no le gusta que lo hagan esperar” ¿Qué significa, Trace? ¿Qué está pasando? — Trace aprieta la mandíbula. —Nada— Resoplo. —Claro. Nada. por eso un mafioso tatuados aparece en mi puerta para amenazarme. Dime la verdad. ¿En que estás metido? — —Dije que nada— ladra Trace. —Yo me encargaré— —¿Encargarte de qué? — Exijo, frustrada. —¡No me estás diciendo nada! — —¡Porque no es asunto tuyo! — grita. Se hace el silencio. No creo haberlo visto perder el control así nunca. Nunca. Trace también se da cuenta. respira hondo y me mira, frío y distante. El director ejecutivo dominante de nuevo. —No tienes que preocuparte por eso. haré que pongan seguridad en tu casa— Mi corazón late el doble de rápido. —¿Seguridad? ¿Significa que estoy en peligro? — No responde, simplemente se dirige a la puerta y sale. Quiero tirar algo. Afuera, lo oigo decirle a Vivian que surgió algo y que cancele todas sus reuniones. Y luego se va. Me quedo allí parada, con el corazón acelerado, más segura que nunca de que algo anda mal. ¿Pero qué?, en mi lujuria, puede que haya juzgado completamente mal a Trace Rosberg. Está ocultando algo. Algo grande. Algo que me está poniendo en peligro. Y de ninguna manera voy a quedarme de brazos cruzados y esperar obedientemente a que lo descubra. Agarro mi bolso y lo sigo. TRACE Vinieron tras Jessa. El pensamiento me persigue mientras camino por la calle, abriéndome paso a codazos entre los peatones en mi decidida misión. No puedo creer que haya dejado que llegara tan lejos. Podrían haberla lastimado. O peor. Un tipo me choca y me giro hacia él. —¡Mira por dónde vas! — le grito, y el solo se ríe. —Como sea, amigo— En un instante, lo tengo contrala pared, ahogándose bajo mi agarre mortal. —¿Qué…demonios? — balbucea, jadeando. Casi le golpeo la cara contra el cemento, pero me contengo justo a tiempo. Tranquilízate, Rosberg>>. Retrocedo un paso, soltándolo. Gime y gira sobre sus talones para correr. Capto la mirada de miedo a mi alrededor y sigo caminando. La atención es lo último que necesito ahora mismo. Pero la ira me impulsa, manzana tras manzana. Ira y culpa. Porque yo hice esto. La puse en peligro. Pensé que lo tenía controlado, pero ahora. Nero Morelli está enviando un mensaje claro: Nada fuera de los límites. Nadie está a salvo si decide atacar. Ha ido demasiado lejos. Pensé que haría cualquier cosa para proteger el legado de mi familia. Pero no es nada comparado con lo que haría para proteger a Jessa.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD