-¿Qué pasa? ¿Por qué han discutido? -preguntó mi amiga sonriendo satisfecha -¿Qué le dijiste que se enojó tanto y dejó de molestar?
-Me enfadé de sus comentarios, sólo dije un par de cosas que pensaba y no le gustó lo que escuchó.
-Debes decirme -me miró suplicante -necesito que sepa que puedo defenderme también.
-Alanisse, después de lo que dije quizá dejará de molestar a los demás.
-Creí que era mi mejor amiga -suspiró decepcionada -después de mi boda hace un par de meses se comportó muy mal, casi dejó de hablarme, ni siquiera asistió a mi boda.
-Lo siento -dije emitiendo empatía -Quizá está molesta porque ella también quiere una vida de pareja.
-Pero si ni novio tiene -dijo pensativa -yo con el mío duré cerca de 5 años, hasta que decidimos que era el momento de casarnos, claro estoy a punto de graduarme en un par de meses, podré criar a nuestro hijo en casa y dedicarle todo el tiempo del mundo, después de eso podré ejercer la carrera.
-¿Tendrán un bebé? -pregunté
-Sí, tengo 2 meses de embarazo, Alioth y yo preparamos todo para que sea lo mejor posible. Digamos que la noche de bodas nos dio lo que esperábamos.
-Felicidades -dije mostrando emoción
-Gracias Sarahí -sonrió -Sabes, creo que elegí mal a mis amistades, todos hacen lo que Clarisse quiere -suspiró desilusionada -todos a los que creí mis amigos dejaron de hablarme, claro ellos fueron a mi boda, pero parece que ahora soy una desconocida. Empiezo a creer que quizá tú eras esa amiga que necesitaba toda mi vida -se quedó mirando a la nada por un instante -Me enteré de lo de Ciela, sé que tenemos casi el mismo tiempo de embarazo y no la juzgas, incluso al no estar casada.
-Cada quién hace su vida como quiere, no es bueno juzgar -me encogí de hombros -No sabes lo que puede pasar después -sonreí e hice una pequeña pausa -Y gracias por pensar eso de mí, si quieres hablar te escucharé.
-Gracias, quizá sea lo mejor -me miró avergonzada -ahora sé que todo lo que Clarisse ha dicho de ti son mentiras.
-¿Qué ha dicho de mí?
-Muchas cosas desagradables, ya sabes “caza fortunas”, interesada, todo eso que te dice lo ha dicho siempre, aunque debo admitir que pensé que ella decía la verdad, hasta que descubrí como es -agachó la mirada -Después de todo la que tiene una vida secreta es ella, siempre tenía cosas que hacer cuando le decía que la invitaba a algún lugar, después de escuela nos veíamos realmente poco.
-Será mejor que vayamos ya a la clase -dije apresurada -después de todo son las últimas semanas antes de la graduación y no debemos faltar.
-Ni siquiera escuché el timbre.
Caminé con Alanisse a la clase, entramos al salón y Clarisse nos fulminó con la mirada.
El día fue agotador, lleno de clases y más clases, sumando los preparativos para la próxima graduación. Antes de salir de clases llamé a Ciela a su teléfono celular, no se había presentado a las clases. “Estoy bien, sólo amanecí con algunas náuseas, lo normal en mi estado” esa fue su respuesta, quedé de verla después de la comida en su nueva casa. Era normal enterarme de que desde anoche Anthony y ella compartían una casa.
Tomé asiento en una banca fuera de la escuela, seguramente Nath no tardaría en llegar.
Pasó casi una hora y por fin Nath llegó.
-Lo siento, me salió un imprevisto, pero ya estoy aquí, gracias por esperarme.
-Me alegra verte -sonreí mientras me ponía de pie -¿todo está bien?
-Sí, claro que sí, presenté un examen nuevo y me adelanté un par de grados. Quizá a finales del próximo año pueda graduarme.
-¡Felicidades!
-Gracias, pero has sido mi mayor inspiración, sabes -Sonreí inevitablemente a sus palabras y comenzamos a caminar.
-¿A dónde vamos ahora?
-Compraré un auto, me dan facilidades de pago, y con lo que gano fácilmente puedo pagar y me sobrará bastante -anunció orgulloso
-¿Te va muy bien eh?
-Me subieron el puesto, ahora que Duncan es un hombre de familia me han dado su puesto por pedido suyo, estará asesorándome por supuesto, pero ya sé hacer muchas de las cosas que él hacía, no me costará trabajo, y además el salario es bastante mayor al que tenía.
-En cuanto a la renta del departamento, te daré mi parte.
-No, no es necesario Sarahí, ahorré bastante desde que llegué aquí, y Duncan me lo vendió, así que no pagaremos renta, es mío.
-Pero es tuyo, más no mío, te pagaré a ti lo que pagaría de renta.
-No, no es necesario, de verdad -sonrió -tampoco quería estar solo y es una gran oportunidad tener compañía, de ninguna manera voy a cobrarte.
Suspiré no muy convencida, pero no podía alegar más, seguramente se sentiría mal al recibir mi dinero, pues siempre habíamos sido buenos amigos, así que no insistí más.
Llegamos a la agencia de automóviles, el que Nath había elegido era uno moderno, ahorraba energía y contaminaba poco el ambiente, era de los modelos más recientes y más innovadores, era increíble, y hermoso.
Salimos del lugar en el automóvil nuevo, Nath conducía muy bien, y se veía estupendo tras ese volante.
-Ahora no tendremos que caminar por la mañana -sonrió orgulloso por su nueva adquisición
-Sí, aunque es bueno caminar.
-Lo es pero puedo llegar más rápido a la escuela.
-Sí, en eso tienes razón.
Sonreí, después de todo era una adquisición de la que Nathaniel se sentía muy orgulloso, y no quería quitarle esa felicidad.
-Quizá compre un vehículo también, después de todo mi madre me dejo algo de dinero puedo invertirlo en eso y un departamento -me quedé pensativa -quizá podría pagarte la mitad, y que sea nuestro departamento.
-No necesitas pagarme -dijo concentrado en el camino -Dejemos ese tema, te llevaré a comer a un lugar, el que tú decidas.
-Me gustaría ir a ese restaurante de Duncan.
-Con gusto te llevaré ahí.
Con una sonrisa de satisfacción condujo hasta el lugar. La comida fue exquisita, y como antes el lugar era tranquilo, con ese ambiente de paz y naturaleza, esta vez había un par de mesas más en aquel jardín.
-Tengo que ir a trabajar, me dieron un par de horas para mi compra y la comida, pero es hora de ir a las labores diarias. Te dejaré en casa de Ciela, iré por ti al salir del trabajo.
-No es necesario, te puedo ver en el departamento.
-De ninguna manera, permíteme hacerlo, quiero pasear contigo en el auto nuevo -me guiñó un ojo muy sonriente -Además te llevaré a cenar, quiero festejar contigo mi ascenso y mi nueva adquisición, eres lo más cercano a una familia que puedo tener.
Justo como dijo me llevó a casa de Ciela, pase un largo rato de charla con ella. Su casa era formidable, aunque muy al estilo de Anthony, y claro era de esperarse, él vivía solo ahí antes, ahora mismo se acoplaban a una vida juntos, aunque no les resultaba nada fácil, por lo menos no el inicio.
Unas horas más tarde Nath llegó por mí, fuimos al departamento, él dijo que necesitaba una ducha para después ir a cenar, aproveché el tiempo para arreglarme con algo apropiado para la celebración de hoy, un vestido hermoso, zapatos altos, un poco de maquillaje y un peinado más elaborado.