Busque primero en el estudio, con un dispositivo robé la información de la computadora sin necesidad de encenderla. Me senté al escritorio y observé detenidamente cada rincón, encontré en el borde de un marco de fotos unos números, eso me decía que habría quizá una caja fuerte llena de secretos.
Me apresuré a buscar por toda la habitación sin hacer ruido, por suerte la encontré antes de que alguien pudiera notar mi presencia. La abrí sin problemas y encontré un folder lleno de papeles que me apresuré a revisar uno a uno, había muchas cosas interesantes de sus planes de villanía, pero nada acerca de mi padre.
Suspiré decepcionada, debía salir ya, pues no tardaría alguien en darse cuenta de mi presencia, ahora solo me restaba revisar la información del dispositivo. Salí sigilosamente y pronto estaba de regreso en mi habitación.
Saqué mi computadora portátil y coloqué el dispositivo que dejó en mi poder todos los archivos de la computadora de Rasmus Donovan. Encontré muchas cosas bastante interesantes, hablaba acerca de sus planes malvados para obtener dinero de manera ilegal y acabar con la identidad desconocida del dueño de la asociación de defensa mundial, supuse entonces que se refería a la ASEJM, pero así le llamaba ese hombre.
Encontré archivos que mencionaban el nombre de mi padre, y ahí mi mundo terminó por derrumbarse, en efecto, mi padre era su socio, su trabajo nocturno le había dado mucho dinero, los cheques que encontré en casa, el dinero del banco, todo era dinero que el señor Donovan le había otorgado por innumerables trabajos.
Aquel hombre al que tanto amaba, que tanto admiraba, era la persona más malvada y aterradora que jamás noté en mi vida, era igual que aquel monstruo, al que habían hundido en la cárcel. Todo lo que creía de él era falso y ahora con esta verdad mi mundo se caía a pedazos ¿cómo ese amoroso y tierno padre podía ser esa persona que se describía en aquellas páginas? ¿Cómo pudo acabar con la vida de mi madre si decía amarla tanto?
Pero supe la razón al leer esas notas que incluían el nombre de esa mujer que tanto amé; “la vida de tu esposa o la de tu pequeña hija, sabes que soy capaz de hacerlo y no podrás hacer nada para impedirlo”; Entonces comprendí, él me había elegido para seguir viviendo, pues era muy pequeña aún. Mi padre siempre fue bueno conmigo, el mejor papá del mundo a mis ojos, ¿cómo había sido capaz de todas esas acciones que se mencionaban? Ahora mis creencias acerca de toda mi vida estaban a prueba ¿acaso toda mi vida fue una mentira?
Encontré entonces el último archivo con su nombre, en de fecha más reciente que involucraba a mi padre y a Alexander, hablaba acerca de la última reunión en la que terminaría con su vida, el motivo, mi padre quería retirarse, no quería trabajar más para Rasmus Donovan y ese monstruo no iba a permitirle redimirse, ni renunciar, después de todo había sido fiel y había acertado en todas sus misiones, no podía permitir que se fuera, Rasmus temía que se uniera a la asociación que luchaba en contra de él y su “mente brillante criminal” y no lo iba a permitir.
Entonces caí en cuenta de que no había sido mi culpa todo aquel desenlace, si no que mi padre había recapacitado y quería volver a la vida del bien, pero Rasmus no lo concebía. Sus amenazas, sólo eran eso contra mí, en realidad jamás iba a lastimar a mi padre mientras estuviera de su lado, pero al recibir su carta de renuncia debía hacer algo para dejarlo callado pues “sabía demasiado y era un peligro” anunciaba Rasmus Donovan en aquel comunicado dirigido a Alexander y otros socios.
Había varios nombres de los involucrados, claro seguramente eran las mayores mentes criminales de la AZAJ le llamaba Rasmus Donovan a su grupo de maldad. Busqué entonces AZAJ en todos los documentos, debía saber el significado de esas siglas y tenerlo en mente por cualquier cosa que pudiera surgir sobre eso. “ACADEMIA DE ZOMBIES AGRESORES DE LA JUSTICIA” era así como se había nombrado esa asociación del mal.
Pasé el resto de la noche revisando cada documento, cada fotografía, cada archivo que había obtenido de la mayor mente criminal.
Tenía que hablar con Angie acerca de todo lo que había pasado, lo que había hablado con Rasmus Donovan y mostrarle los archivos que había logrado sacar de “la computadora del mal” pero no podía hacerlo, no hasta su regreso de su viaje de bodas, después de todo faltaban unas pocas horas para su boda, no debía arruinar el día, ni mucho menos su luna de miel. Mis dudas debían aclararse en otro momento.
-Estoy nerviosa -dijo Angie esa mañana -y estoy preocupada, después de esto yo, bueno mi casa…
-Está bien, si es por mí no te preocupes, tienes tu nueva casa señora Slidebottom, eso lo entiendo -sonreí para dejarla tranquila -Ya me encargué de eso. Dejaré del departamento y me iré a otro, pero descuida no estaré sola.
-Has hablado con alguien más sobre eso.
-Lo cierto es que no es buena idea eso de vivir sola, no estoy lista para eso aun. Nath…
-Ah, ya entiendo -respondió interrumpiendo con una sonrisa -No tienes que darme explicaciones, es tu decisión y no voy a juzgarte.
-No es lo que piensas -respondí nerviosa ante su suposición -compartiremos el departamento, después de todo Duncan dejará una habitación que ocuparé yo enseguida.
-Oh, ya entiendo -suspiró intentando parecer decepcionada -Solo compartirán las áreas comunes del departamento. Está bien, estoy feliz y más tranquila, sé que Nath va a cuidarte -sonrió satisfecha y se paró frente al espejo -¿Cómo luzco?
-Hermosa, espera que Duncan te vea, no va a reconocerte y se enamorará de nuevo.
-Eres una romántica, eso me gusta de ti -sonrió nerviosa -Escucha, que me case no quiere decir que no nos veremos más, ante todo está nuestra amistad, y prometo que siempre tendré tiempo para ti.
-Descuida, estoy bien.
-Sólo quería aclarar ese punto.
La ceremonia dio comienzo, el tiempo pasó muy rápido, en un abrir y cerrar de ojos entre tanta diversión, Angie y Duncan se despidieron para abordar en el auto que los llevaría a tomar un vuelo a su nuevo destino. Me sentía feliz por mi amiga, su sueño se hacía realidad y ahora comenzaba una vida con el amor de su vida.
A horas de la madrugada llegué a mi departamento, se sentía solo y muy grande. La buena noticia es que mañana el personal de la nueva casa de Angie llegaría por todas sus cosas que ya habían sido empacadas y por las de Duncan a su antiguo departamento, por lo que mañana mismo podría mudarme para no estar sola de nuevo.
Desperté con el sonido de la puerta cerca de las 12 del mediodía, había dormido bastante pero era hora de levantarse. Abrí la puerta y eran dos chicas de mi edad o quizá un poco menores. Apunté en una esquina de la sala en dónde las cosas de Angie estaban y dos hombres más entraron para ayudar a bajar las cosas, era el último encargo de Angie antes de partir a su gran aventura con nuevo esposo.