Revivir un sentimiento

2122 Words
-Buenos días Tuck, hay algo de comer en el horno, puedes calentarlo ahí -Cerré la llave del agua, y siguiendo los movimientos de las manos de Tuck me giré para quedar frente a él. -Tengo que arreglarme, iré a casa de Angie -intentaba calmar mis nervios pero era una misión casi imposible -prometí ayudarle con los preparativos de la cena de navidad y los bebés. -Lo siento, no debí alejarme así, pero créeme que estuve pensando cada instante en ti, estuve cerca pero lejos de tu vista. Fue difícil, sabes, pero debía mantenerte a salvo -su mirada era sincera y sus labios muy deseables -Desde hace tiempo que anhelaba tenerte frente a mí, poder abrazarte y decirte que te amo. Sus palabras me hicieron volar en un instante, por un momento olvidé que se había alejado de mí por tanto tiempo y todo seguía como antes. Sus labios estaban muy cerca de los míos, pero me contuve y me giré para terminar con su beso en mi mejilla. -Yo… -Está bien, me precipité y desaparecí sin decir nada, ni siquiera me comuniqué contigo o con mi hermana, tienes todo el derecho de estar molesta -no sé que intentaba al decir eso, pero eso no le quitaba la culpa de lo ocurrido -Pero dime Sarahí ¿qué sientes por mí? -Lo sabes bien Tuck -agaché la mirada para no dejarme tentar por sus labios -pero necesito tiempo, fueron muchos meses, mi vida continuó a pesar de que me sentía tan triste, no puedo hacer como si nada pasó. -Lo siento. -Hablaremos después, me daré una ducha y después iré con Angie, puedes quedarte el tiempo que necesites -me arrastré hasta mi habitación para no perder el control de mis emociones -Te dejaré mi llave, si necesitas irte la dejas con el portero, él la cuidará bien hasta mi regreso. -Está bien, esperaré que regreses, quizá puedas acompañarme a comer. -No sé cuánto tiempo me lleve con Angie, los bebés necesitan muchos cuidados y le ayudaré con las compras, mañana será la cena de navidad y nos ha invitado a todos a celebrar a su casa. -Parece que será un día ocupado para ti -suspiró decepcionado -Está bien, estaré aquí a tu regreso, he descubierto algunas cosas más y me gustaría hablar contigo -Sonreí y entré en mi habitación. Me di una agradable ducha caliente, me sentía feliz y mi canto salía naturalmente mientras me duchaba, era algo que no hacía seguido, más este día era especial, a pesar de todo lo pasado seguía enamorada de Tuck y él estaba de nuevo en mi vida. Salí con mi bata de baño para cambiarme, levanté la mirada y Tuck estaba sobre mi cama. -¿Qué haces aquí? -de nuevo me sentí nerviosa, él estaba en mi habitación, en mi cama, mi mente me hizo pensar en muchas cosas que no deseaba pensar -Lo siento, pero hay algo que debes ver -dijo apresurado Me acerqué vacilante a su lado y miré en la computadora. Era una vieja foto de mi madre y la de Tuck, había una inscripción en pie de la foto “Las mejores amigas, nuestras peores enemigas… debemos controlarlas o deshacernos de ellas en algún momento.” -Entonces ¿ellas se conocían? -Pero mira, detrás de ellas se pueden ver unas manitas, ¿ves? Ahí tengo cerca de siete años, recuerdo ese atuendo, a mamá le encantaba, y esa bebé pequeñita, seguro eres tú. Ya nos habíamos visto antes pero no recuerdo ese momento. Colocamos en el buscador el nombre de mi madre, pareció todo un documento lleno con muchas cosas de su vida, sus constantes desapariciones de casa mientras mi padre me cuidaba, constantes visitas a la madre de Tuck, “Son una amenaza, seguro planean cosas en nuestra contra” eran las notas de Rasmus en el documento. -Ahora qué hago memoria, recuerdo pequeños detalles de algunas de esas reuniones, Candace jugaba, mientras yo le hablaba a una pequeñita en su portabebé. Ya nos conocíamos, ya habíamos tenido acercamientos antes a causa de nuestras madres, se veían tan felices juntas en la fotografía, y yo sonreía a ese simpático niño. Me aventuré a pensar en que quizá todo comenzó desde hace años, lo que sentía por Tuck había comenzado desde mis primeros meses de vida, y mi amistad con Candace era tan amena ahora, quizá esas reuniones tenían mucho que ver. -Nuestras madres nos hicieron enamorarnos, ¿no crees? -Quizá, aunque a esa edad… -No, no me refiero eso, vernos desde antes nos hizo que ahora tengamos este gran sentimiento, habíamos convivido desde hace tiempo, y parecían ser los momentos más agradables -sonreía pensativo -Debo ir a casa, mi madre debe tener un diario. -Quizá mamá también lo tenía, debo regresar a casa, debo ir al pueblo. -Pero no ahora, iré a mi casa, después podemos ir al pueblo, te dejaré en casa de Angie, queda de paso a mi casa. -Te verán. -Con mi gran casco de motociclista no lo creo. No se darán cuenta de que soy yo, a menos que se los digas. Además eso no importa, después de todo he regresado para quedarme. Una sonrisa iluminó mi rostro en un instante, ese comentario había sido de mi agrado. -De acuerdo. Pero necesito que salgas de mi habitación, me cambiaré. -Correcto. Tuck salió de inmediato y me apresuré a cambiarme, ya había perdido casi una hora y ya iba tarde a mi cita en casa de Angie. Seguro estaba desesperada o preocupada de algo me hubiera pasado. En cuestión de minutos estaba en la puerta principal de la casa, una gran reja con una enorme S. -Gracias por traerme hasta acá -dije a mi acompañante sonriendo -Fue un placer, hermosa -hizo un guiño coqueto y abordó de nuevo en su motocicleta. Llamé con el timbre para que Angie abriera la puerta desde adentro con ese mágico botón, bien, no era mágico realmente, pero me gustaba llamarlo así. La puerta se abrió en un instante, Tuck ya no estaba cerca y me adentré al extenso jardín del frente de la casa. Llamé a la enorme puerta de la entrada y Angie abrió enseguida. -Lamento el retraso. -Está bien, supongo que hay mucho que hablar con Tuck después de tanto tiempo. -¿Cómo…? -Lo miré anoche, saliste apresurada y ya habías tardado bastante, me preocupé y salí a ver, noté su presencia, pero no debía interrumpir así que regresé a la mesa y dije que necesitabas un poco de tiempo a solas -se encogió de hombros y sonrió -¿Qué ocurrió? -Dijo que era por mi bien, que me cuidaba. Pero ¿cómo pudo desaparecer y no dar ni una sola señal de vida? ¿Cómo faltó a la boda de Candace? Él debía entregarla en el altar. -Debió ser una decisión muy difícil para él, quizá no fue sencillo no asistir y no estar a su lado en ese momento tan importante, pero sabes, él debe tener muy buenas razones. -Pero, ¿por qué no me las dice? -Quizá espera el mejor momento. -¿El mejor momento? Su regreso era el mejor momento para decir sus razones. -Sé que es un momento difícil y más con Nath en tu vida. -Es mi hermano. -¿Qué? ¿Cómo es que…? -Mi padre estuvo con su madre antes que con la mía, sabía que Nath era su hijo y les dio un hogar y bastante dinero para su cuidado. Mi padre jamás lo mencionó, quizá mi madre no sabía que tenía otro pequeño con otra mujer. -O quizá lo sabía, y lo apoyaba, ¿cómo saberlo? Ninguno de los dos está para aclarar las cosas. -Lo sé. Pero dejemos eso ya, no quiero hablar más de mi vida, los bebés necesitan cuidados y debo ir a hacer las compras para la cena de mañana, Philip aceptó venir, tomó el día en su trabajo, cocinaremos juntos mañana, así que estaremos en tu casa cerca de las 10 de la mañana. -Perfecto. Aquí está la lista de compras que hicimos con los demás, recuerda comprar todo ¿necesitas ayuda? -No, creo que puedo hacerlo sola, pero me apresuraré para ayudarte con los pequeños. -Gracias Sarahí -sonrió complacida -me hace bien tu ayuda. No imaginas cuánto. Nahuel está listo y con instrucciones para llevarte a hacer las compras, puede ayudarte con todas las cosas que vas a comprar. Aquí hay algo de dinero, es para las compras, si te hace falta me dices y te lo repongo al regresar. -No creo que falte, es demasiado. -Ah, tengo una lista más, Julio y Julián necesitan algunas cosas y sus regalos de navidad, también quiero que compres algo para Iván, Candace, Albert, Ciela y Anthony, por favor, no he podido comprar mis regalos de navidad, los conoces bien así que no tendrás problemas para elegir algo -parecía avergonzada de pedirme tantos favores, pero éramos buenas amigas, podía hacer eso y mucho más por ella -y para Duncan, está en la lista de los bebés, por favor. -Claro que sí Angie no te preocupes, me encargaré de todo. -Ah, espera, compra algo para Tuck, no lo había previsto, pero no puede quedarse sin un regalo de mi parte. Sería bueno tenerlo en la cena de navidad ¿no crees? -Sería lindo, pero ¿qué pensarán los demás? -Seguro estarán felices de su regreso. Pero deberás preguntarle a él ¿no se ha ido o si? -No, fue a casa de sus padres a buscar algunas cosas que necesitaba. -Lo verás después ¿cierto? -Eso creo. Pero ya que termine de ayudarte. -Te diría que te fueras con él de una vez, pero te necesito hoy -agachó la mirada avengonzada -Lo sé Angie, descuida. Cerca de la 10:00 am llegué al mercado de la ciudad para hacer la primera parada para las compras de navidad, el lugar estaba repleto, claro, por eso la idea de llegar con Angie era más temprano, para evitar tantas personas dentro del lugar, en fin, había llegado y era lo importante. Después de una hora más o menos tenía los ingredientes más frescos y de la mejor calidad para nuestra cena de navidad, un platillo que seguramente sería suculento. Tras 30 minutos de camino en el auto, llegamos a mi centro comercial preferido, recorrimos casi toda la tienda de un lugar a otro, en cada una de las tiendas buscando los regalos perfectos de Angie para nuestros amigos y los que yo misma iba a regalar a ellos, había mucho que comprar y una larga lista para Julio y Julián. Tenía ya muchas de las compras, y entré en la tienda de bebés para comprar cosas que aún me faltaban, para mi sorpresa me encontré con Candace. -Sarahí, no esperaba verte por aquí -dijo sorprendida -Necesito algunas cosas para los regalos de los pequeños Slidebottom, y qué mejor lugar que este. -Es cierto, yo también he venido a hacer algunas compras para ellos, y un par de regalos más. Después de un largo día de compras, eran más de las 2:00pm cuando llegué por fin a casa de Angie, con el auto repleto de regalos y comida. Estaba agotada y realmente hambrienta. -¡Qué bueno que llegaste Sarahí! -me recibió animada -tardaste un poco más de lo esperado. Las chicas te ayudarán a bajar las cosas. La comida está lista, Duncan nos espera para comer. Llegué al comedor ansiosa por algo de comer, sentía que había agotado todas mis reservas de energías en tantas compras. Tuck estaba ahí, Angie le había llamado para que nos acompañara esta tarde. Se quedó con nosotras el resto del día, después de todo ahora mismo no tenía mucho que hacer, su trabajo era su propio negocio y se había tomado unas vacaciones según nos había contado. Resultó que era un excelente niñero y parecía disfrutar del tiempo con los pequeños. El día terminaba, Angie había invitado al resto de nuestros amigos para cenar, pensó que era el mejor momento para anunciar la llegada de Tuck, justo una noche antes de la cena navideña y no les tomara por sorpresa que estuviera presente. Admito que temía la reacción de Candace, pues Tuck no había estado en el día más importante de su vida, su boda, pero no lo tomó a mal, al contrario estaba feliz de verlo y de abrazarlo de nuevo después de tanto tiempo de ausencia. Por otro lado anunciamos que Nath y yo teníamos un lazo familiar, Tuck dio muchas explicaciones y nos dijo a todos información extra que desconocíamos de su padre. Por la noche regresé al departamento con Nath, entré a mi habitación y después de una ducha me tendí en la cama.
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