CAP. 22 - CRECE LA FUERZA DEL HURACÁN El retorno de Miguel a Mogna es como el arribo de una tempestad que nadie puede parar. Ya no es el hombre calculador que fiscalizaba su mundo con rigor; ahora es un huracán de rabia, un animal lastimado que solo busca vengarse. Cuando su silueta aparece en el ingreso del pueblo, el aire se vuelve denso, las miradas se vuelven esquivas, los murmullos sucumben en las bocas de aquellos que temen ser los primeros en hundirse. Sus hombres, más tensos que nunca, lo siguen, pero nadie se anima a hablar. Saben que esta vez, Miguel no precisa razones para demoler. No habla, no saluda, nada esclarece. Se dirige directo a su casa, pero no para reposar. Telefonea a sus contactos, da mandatos que hacen temblar a los más leales. Quiere que le aporten nombres, pr

