CAP 10 - EL CHOQUE INEVITABLE La barrera entre Lidia y Miguel no es solo un asunto de sangre, sino de principios. Son dos caras de una misma moneda, reunidos por el pasado pero alejados por lo que desean para Mogna. En su humilde escuelita, Lidia instruye a los niños que el futuro del pueblo no está en las manos de un hombre, sino en el trabajo de quienes realmente lo ocupan. Ella lucha con instrumentos distintos a las de su hermano: la educación, la unión de la gente, la decencia. No tiene riquezas, no tiene autoridad política, pero tiene algo que Miguel nunca concebirá: voluntad. Cada día, entre los cuadernos desgastados y los pupitres viejos, planta la semilla de un pueblo que podría despertarse. Les habla a sus colegiales de la historia del lugar, de lo que simboliza tener raíces, d

