CAP.42 – EL HOSPITAL COMO BANDERA
Y así, con Elsa descubierta y Miguel allá lejos, Lidia sintió que se abría una puerta novedosa. Una que no daba a la represalia, ni siquiera a la justicia… sino a algo más raro, más hondo: la restauración de sí misma.
Había tocado el fondo del resentimiento. Había visto el vano tras las mascarillas y comprendido la congoja que habita a los que se vuelven herramientas del poder. Y eso, aunque no sanaba, redimía.
A la sazón, eligió otro camino.
Regresó al hospital en reconstrucción. Pero esta vez, no como la que esta alerta ni la que pelea, sino como la que imagina. Redelineó planos con el arquitecto. Agregó un espacio de salud mental municipal. Decidió que se llamaría “Centro Diego Mogna”, no solo por su marido, sino por lo que el pueblo resistió.
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