Tristán . . . El beso tomaba cada vez más intensidad, sus manos subieron a mi cuello, luego se enredaron en mi cabello, Rose gimió sobre mi boca, retrocedió y yo con ella, ambos caímos sobre la cama, tuve cuidado de no lastimarla, como deseo esto, pero siento que ahorita no es el momento. Abandone su boca, su aliento chocó en mi mejilla, nos observamos en silencio, sus ojos oscuros por el deseo al igual que los míos, sus labios hinchados y sonrosados por mis besos, su mirada fue hasta los míos y los relamí, ella no dejaba de observar mi rostro, sus ojos decían más de lo que ella podía llegar a decir con sus palabras, sin decir nada me atrajo hacia ella de nuevo, sus labios atacaron esta vez los míos, se adueñaron de ellas, deje que me besara con esa dulzura y ferocidad que ella podía

