Aunque Hudson parecía más tranquilo desde que se dió cuenta de que había sido un error, decidí que era mejor que no nos acompañase. —¿Cómo se te ocurre ser tan irresponsable?—gruñí en voz baja, ya que desde el pasillo podríamos despertar a mi padre y claramente no venía a verle a él tampoco. —Ni siquiera ha sido cosa mía, la idea fue de tu hermana.— puse los ojos en blanco. Lo cierto es que no me sorprendía, ella siempre hacía cosas así. Me pregunto cuántas veces habrán entrado a mi casa por la ventana de Raven sin haberse equivocado de habitación, quizá necesitemos una seguridad mejor, una que no permita aparecer junto a mi cama a cualquier idiota capaz de escalar una celosía. —Esta es su habitación, haz el favor de recordar cuál es la ventana correcta para la próxima vez.— dije con

