Mis ojos se abren al mirar a Inuyasha frente a mi luego de cinco meses. Mis piernas se sienten débiles mientras lo observo y como una sonrisa se extiende por su rostro al mirarme. Estoy paralizada y él lo sabe, él sabe que causa gran impacto en mí y el que no me mueva de mi lugar y que las palabras no lleguen a mis labios deben comprobárselo. Trato de llenar mis pulmones de aire, pero me siento bastante extrañada que no puedo hacerlo de manera correcta. Es como si todo sonido a mi alrededor desapareciera y solo puedo concentrarme en él. Entonces me doy cuenta de algo que trataba de ignorar, pero que ya no puedo hacerlo. Lo extrañé, extrañé ver a Inuyasha y eso me asusta bastante. No quiero necesitar de otra persona, pero extrañé mirar ese bello rostro que me observa con dulzura, extrañé o

