Mi corazón…estaba algo alocado y eso me preocupó.
Había pasado al menos hora y media desde que me besé con Jos, pero todo mi cuerpo seguía nervioso.
Como su hermano nos trajo a la boda desde el aeropuerto, tomamos un taxi hasta el hotel luego de despedirnos de ellos, dejé las maletas en nuestras habitaciones y estábamos abajo cenando, había un lindo restaurante en el hotel.
Había sido un beso con Jos, no un roce de nuestros labios, no.
Fue un beso.
Ella me besó y luego solo se quedó mirándome como si…
—¿Estás bien? ¿No te gusta lo que pediste?—preguntó Jos, sacándome de mis pensamientos.
—Si o no. No lo sé. ¿Qué tal está lo tuyo?
—Está bien. ¿Quieres probar?—llenó el tenedor sin esperar una respuesta de mi parte y me lo dio en la boca.—¿Te gusta?—moví la cabeza, pues tenía la bo
